16 de julio de 2020. El Real Valladolid despide la temporada en un partido sin tensión por falta de atractivos, y regresa de Eibar con la confirmación del fichaje de Orellana pero con la mala noticia de la grave lesión de Kiko Olivas. «No tiene buenas sensaciones porque es una acción fea. No sabemos el alcance y la sensación es rara. En la rodilla tiene molestias y veremos cómo evoluciona», adelanta Sergio González en sala de prensa.
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Horas después, el peor de los pronósticos se confirma. Los servicios médicos del club anuncian que el central malagueño sufre «rotura en el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, lesión en el cuerpo del menisco externo, esguince de grado I en el ligamento colateral lateral y un edema óseo en el cóndilo femoral externo», cifrando su periodo de recuperación entre siete y ocho meses.
Olivas es intervenido con éxito el 31 de julio en la clínica Cemtro a manos del doctor José María Lomo, jefe de los servicios médicos del Real Valladolid, con la colaboración de Alberto López Moreno y José Manuel Cortés Villar, de la propia clínica, y empieza entonces un proceso de recuperación en la sombra que ha sido árduo con sus momentos de alegría y de bajón.
Agosto, septiembre, octubre,... pretemporada, comienzo de liga, primeras derrotas, escenario complicado, racha de lesiones y bajas en el centro de la defensa, noviembre, diciembre, enero,... Y en el mes de febrero, Kiko Olivas vuelve a saltar al césped para retomar el contacto con el balón y compartir algunas partes del entrenamiento con sus compañeros. El regreso está más cerca.
La puesta a punto en estos dos últimos meses ha sido el camino más liviano para él, que ha debido sufrir desde la grada el tortuoso camino que lleva el equipo esta temporada. Ese largo proceso pasó otra página el pasado miércoles al entrar por primera vez desde aquel mes de julio en una convocatoria.
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Ahora, tal y como él mismo asegura en un vídeo que ha colgado en su cuenta de Twitter, se encuentra preparado para dar el salto y romper la última de las barreras que ha debido superar. El malagueño está a disposición de Sergio para volver al centro de la defensa, y aportar al equipo la solidez y solvencia que no ha tenido en toda la temporada. La seguridad que le ha faltado desde aquel fatídico 16 de julio de 2020.
En el vídeo, Olivas anuncia su vuelta: «Después de varios meses, de tantas sesiones entrenando solo, de muchos partido animando desde la grada,... se acabó. Por fin se ha terminado. Vuelvo con fuerza, con la ilusión del primer día y con ganas de pelear de nuevo con mis compañeros. Llegó la hora de vestir esta camiseta de nuevo y defender este escudo con orgullo. Sentir otra vez el cosquilleo y los nervios antes de saltar al césped».
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