Juma, de la panadería en Sierra Leona a jugar en Primera con el Real Valladolid

Lejos de los focos mediáticos, de los fichajes millonarios, de los grandes nombres del fútbol europeo, el fútbol tiene otras historias que muestran una realidad diferente; historias de niños que sueñan con ser algún día estrellas del fútbol. Niños humildes, sencillos, que ayudan a sus familias… que juegan al fútbol por pasión a este deporte con los medios, precarios en la mayoría de las ocasiones, de los que disponen. Son vivencias que calan, que llegan al corazón, que invitan a la reflexión y que bien pueden valer como guion para uno de esos documentales tan de moda hoy en día, como es el caso por ejemplo del protagonizado por los hermanos Williams (Athletic de Bilbao).

Es el caso de Abdulai Juma Bah (Freetown, Sierra Leona, abril de 2006). A sus 18 años, ya ha cumplido ese sueño que tenía de niño y vivió uno de esos días que no se borrará tan fácilmente de su memoria, sobre todo cuando, ante más de 20.000 espectadores en el José Zorrilla, salió de titular frente a la Real Sociedad con el número 35 a su espalda.

Hace menos de un año, Juma Bah ayudaba en el negocio de su familia, una panadería en la capital de Sierra Leona. El central de Sierra Leona no lleva ni siquiera un mes en España. El pasado 26 de agosto, el Real Valladolid anunciaba que había llegado a un acuerdo con el AIK Freetong para la cesión de los derechos federativos, con opción de compra, de Abdulai Juma Bah. «De esta manera, el central juvenil jugará en el Promesas hasta final de temporada. Juma ha sido convocado por la selección absoluta de Sierra Leona, aunque todavía no ha debutado. Formado en la Freetown Giant Academy, llegó al AIK Freetong en la temporada 2021/22. Los dos cursos siguientes fue cedido al Freetonians Slifa, equipo de la Primera División de su país. Con 195 centímetros de altura y 18 años, Juma llega al Real Valladolid Promesas para fortalecer su zaga y dar un paso importante en su carrera», comentaba el club en su página web.

Desde su llegada, todo ha sido muy rápido, Su vida ha cambiado radicalmente en cuestión de días. A partir de ahí, se sucedieron los acontecimientos. Jugó los dos primeros partidos de Liga con el equipo juvenil. En el primero, el conjunto blanquivioleta perdió por 3-0 frente al Rayo Alcobendas. Juma fue titular y disputó 61 minutos y vio una cartulina amarilla. En la segunda jornada, el joven jugador volvió a ser titular con el juvenil. Esta vez se impuso por el resultado de 2-1 al Alcorcón. Jugó 72 minutos y vio otra tarjeta amarilla. A la siguiente semana fue de nuevo titular... pero esta vez con el Promesas, en lo que fue su estreno con el filial. El conjunto de Álvaro Rubio empató a un gol frente al Langreo y Juma formó pareja con Ortuño. Jugó el partido completo, los 90 minutos.

Y del Real Valladolid Promesas, a ser titular en el José Zorrilla en Primera División frente a la Real Sociedad y a tener que bailar con jugadores como Oskarsson y Kubo, uno de los nombres propios de LaLiga. Formó de inicio pareja con Cenk, que tuvo que retirarse lesionado a los doce minutos de partido, y después con David Torres, formando una defensa inédita, más propia precisamente del filial que del primer equipo.

Fue uno de los destacados del partido hasta que tuvo que retirarse en el minuto 78 de partido con molestias físicas. Además de su poderío en el juego aéreo, demostró que tiene buen golpeo de balón, con desplazamientos en largo y cambios de juego hacia la banda de Moro.

Su ascenso ha sido meteórico y ha pasado de ayudar en la panadería familiar en Sierra Leona, y a darle patadas al balón entre panes y panes, a ser titular en Primera División con el Real Valladolid. Hace poco estaba jugando por las calles y campos de Sierra Leona, uno de los países menos desarrollados del mundo, en el que el fútbol es uno de los principales deportes, mientras ayudaba a su familia en el negocio familiar. Y ahora ya es un jugador de Primera División.

Durante un tiempo, ayudó a su padre en la panadería en la que trabaja, le traía los cereales para hornear. Y también ayudaba a su madre a cocinar y vender en el marcado. «Es una locura», comentó el jugador en el canal del Real Valladolid Pucela Play. Empezó jugando en las calles hasta que alguien le vio y empezó a competir y a jugar en Sierra Leona. Le llamaron para jugar en la Premier League de su país. «Era complicado, no tenía ni botas. Era realmente estresante», recuerda Juma.

Pachu Martínez, que realiza labores de scouting para el Real Valladolid, viajó para verle en persona y algo debió de ver en este joven jugador que terminó viniendo al conjunto pucelano. Nunca, ni en los mejores sueños, habría imaginado debutar en la Primera División española. «No sabría cómo expresar mis sentimientos, estaba muy emocionado;lo mejor que he sentido nunca, increíble», comentó el jugador,

Y recuerda con emoción cuando Pezzolano y el cuerpo técnico le llamaron para entrenar con el primer equipo, «Fue increíble estar con ellos, sé que el míster confía en mí y por eso me puso ayer. Quiero darlo todo para devolverle la confianza y ayudar al equipo», manifestó. Tampoco olvidará cuando entró al vestuario y vio su nombre en el once inicial para enfrentarse a la Real Sociedad. «El corazón se me aceleró, no podía creerlo. Y cuando salí al campo y estaban los aficionados coreando mi nombre... fue increíble, me llegó al corazón, Y cuando volví al vestuario estaba feliz de ver a tanta gente».

Son muchos los recuerdos que se agolpan en su mente. «Escuchar el himno fue increíble; solo quería jugar y ayudar a este gran equipo. Estoy muy feliz de estar aquí», manifestó en el canal del Real Valladolid y añadió que era muy especial saber que su madre le estaba viendo jugar por televisión. «Que mi madre me vea jugar por televisión es un sueño, me hace feliz, mi familia está feliz. Es increíble, estoy muy emocionado y feliz, realmente feliz», para terminar con un rotundo «Aúpa Pucela» en español.

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