Secciones
Servicios
Destacamos
Ramón Martínez Gómez (Argañán, Salamanca, 1947), ex director deportivo de Real Valladolid, FC Barcelona, Celta y Real Madrid, inaugura su faceta de escritor con el primer volumen de 'La legión extranjera blanquivioleta', un ambiciosa trilogía que glosa la trayectoria de los jugadores foráneos que ... pasaron por el Real Valladolid hasta 1988. En este libro inaugural, Martínez no se detiene únicamente en los 18 primeros extranjeros en la historia de la entidad: la propia historia del Real Valladolid y del fútbol en general se entremezclan en una lectura imprescindible para cualquier seguidor del Pucela... y de este deporte maravilloso.
El libro se presenta mañana en el Teatro Calderón, desde las 19:00 horas, con la presencia de Jorge Valdano.
–¿En qué momento exacto comenzó a gestarse esta trilogía?
–Fue hace tiempo. Antes de llegar a la edad de jubilación normal, cuando pensaba que me jubilaría. La idea era escribir algo relacionado con el Real Valladolid cuando terminase mi actividad profesional. Se lo comenté a José Miguel Ortega. Me dijo que la historia ya estaba escrita, que podía hacerlo mejor o peor, pero que sería repetir lo mismo, así que me propuso buscar un tema concreto. Él mismo me planteó lo de 'la legión extranjera'. Le dije que lo pensaría. En mis ratos libres me ponía a hacer listas de extranjeros, buscar documentación, hacer dosieres de los jugadores… Escribía desordenadamente de uno, de otro. Y me fue gustando porque empecé a tener recuerdos de mi infancia. Le llamé y le dije que lo iba a intentar. Y empecé, hacia ya varios años, sin prisa.
–Contaba usted con una ventaja: sólo había nueve futbolistas extranjeros del Real Valladolid que no había visto jugar…
–Sí. Yo fui por primera vez al fútbol en la temporada 1953-1954 y no dejé de ir nunca más. Efectivamente, sólo a los nueve primeros no les vi jugar. Al resto, sí.
–Hay una fecha clave para Ramón Martínez: el 13 de septiembre de 1953. Ese día se jugó un Real Valladolid-Deportivo de La Coruña y ahí empieza la pasión por el fútbol…
–Sí, yo vine a Valladolid precisamente ese verano, cuando cumplí seis años. A los dos meses comenzaba la liga. Mi padre me llevó al fútbol por primera vez ese día y ya fuimos todas las semanas. Íbamos a ver al primer equipo y, la semana siguiente, a ver al Europa Delicias. No dejé de ir nunca más. Ahí se fue fraguando un amor por el fútbol y un amor por el Real Valladolid.
–¿Tiene recuerdos de aquel primer partido?
–Lo único que recuerdo es que se hablaba mucho durante la semana de un jugador llamado Zubieta. Le pregunté a mi padre quién era Zubieta mientras subíamos al campo y supongo que me lo explicó. Luego, se siguió hablando de Zubieta porque en un choque con él se partió la pierna un jugador del Real Valladolid nada más empezar el partido. De aquella época, con seis años, algunos recuerdos son nítidos y otros más borrosos.
–Usted no nació en Valladolid, en contra de lo que mucha gente piensa.
–No, yo nací en un pueblo de Salamanca, Villar de Argañán, cerca de Ciudad de Rodrigo, en el que viví solamente 40 días. A los 40 días mis padres se trasladaron a otro pueblo de Galicia, Arcucelos, en Orense. Y de ahí, a los seis años ya llegué a Valladolid. Todos mis recuerdos de infancia son de Valladolid.
–Volviendo al libro, el primer volumen estaba ya prácticamente terminado cuando hubo que añadir a Agustín Foyaca y Guillermo Langarica…
–Sí, sí. Me llamó José Miguel Ortega porque lo había visto en una de esas webs que hay ahora, que a veces tienen fallos pero también aciertos. Nadie había caído en que Foyaca era extranjero. El Real Valladolid había nacido de la fusión de dos clubes, Real Unión Deportiva y Club Deportivo Español, y conformó la primera plantilla con jugadores de estos dos equipos y algunos fichajes. Uno de los que pasó de Real Unión Deportiva, Foyaca, había nacido en Cuba. Eso no se había tenido en cuenta. Tuve la suerte de encontrar a una nieta suya en Gijón que me facilitó mucha información. Lo mismo sucedió con Langarica, que había jugado cuatro partidos en la temporada 1940-1941, del que no había información. Era argentino y también encontré a un nieto suyo en Vitoria que me facilitó muchos datos para escribir algo de él.
–Foyaca se convertía de esa manera en el primer extranjero del Real Valladolid…
–Sí, y además había participado en un partido histórico, perteneciendo a la Real Unión Deportiva, que fue el que se jugó ante el Colo-Colo de Chile, en el que falleció el chileno David Arellano.
–¿Qué ha sido lo más complicado para usted a la ahora de afrontar este proyecto sobre la 'legión extranjera' del Real Valladolid?
–El primer volumen, por la distancia de años que hay hasta la época actual. Cuando empecé a escribirlo, sólo vivían tres de los 18 futbolistas que aparecen en él. Beke y Sztancsik, dos húngaros que llegaron en 1958, y Bagnera, que llegó en 1959 en la 'Operación Saso'. Pude hablar con dos. No hubo manera con Sztancsik, que vive en Miami y debe de tener problemas de salud. Del resto, contacté con familiares, amigos, jugadores nacionales que compartieron vestuario con ellos… He sacado toda la información para que haya una veracidad absoluta. Si he tenido que estar una semana para contrastar un dato, lo he hecho.
–En este primer volumen se recogen 18 futbolistas, pero se entrecruza también la historia general del Real Valladolid y del propio fútbol mundial. En el texto aparecen, entre otros muchos, Pelé, Di Stéfano y hasta alguna mención a Vicente Cantatore como defensa central…
–Partiendo de los jugadores extranjeros del Real Valladolid, yo incursiono dentro de la historia del Real Valladolid y la evolución del fútbol en general, cuando considero que viene a cuento.
–Eso enriquece el libro y va más allá de lo que podría esperar el lector.
–Cuando empecé no sabía cómo lo iba a hacer. ¿Una relación de los más de 200 extranjeros que han venido al Real Valladolid hasta el día de hoy? Lo pensé y me gustó más hacerlo de esta otra forma. Luego, en el tercer volumen, tal vez incluya un cuadro con todos los extranjeros hasta la fecha.
–El nombre que cierra este primer libro es el de Julio Benítez, el mejor extranjero en la historia del Real Valladolid para usted…
–Es el único jugador en mi vida por el que se me hacían largas las semanas esperando el domingo para verle jugar. Julio Benítez era un jugador excepcional... pero a nivel mundial. Sólo estuvo un año aquí, no podía estar más. Cuando yo iba al fútbol, sabía que no iba a verle al año siguiente. Vino con 18 años. Luego le fichó el Zaragoza, también estuvo un año, y le firmó el Barcelona con 20 años. Fue la figura del Barcelona durante siete años hasta que falleció muy joven.
–Usted intentaba colarse en los entrenamientos para verlo cuando llegó junto con los otros extranjeros de la 'Operación Saso'…
–Sí, fuimos al primer entrenamiento, como todos los niños. No nos dejaron entrar y nos quedamos esperando a que terminara para verles de cerca y tocarles. Había muchas dudas con respecto a la 'Operación Saso'. Era la primera vez en la historia que un entrenador de un club iba a Sudamérica a fichar y traía de una tacada a cinco jugadores. Las dudas quedaron disipadas en el primer amistoso que se jugó. La gente se dio cuenta de que todos eran buenos. Es la mejor y más grande operación de fichajes que ha hecho el Real Valladolid en su historia. Eran cuatro jugadores buenos y uno fuera de serie. Y se ganó dinero, ya que el traspaso de Benítez al año siguiente al Zaragoza pagó toda la operación y hasta sobró.
–En el libro recorre la idea de que el Real Valladolid, a lo largo de su historia, ha tenido que afrontar siempre estrecheces económicas. Hay cosas que no cambian…
–Es así. En el Real Valladolid no había nunca dinero, sino telarañas. Es algo histórico.
–Este primer volumen abarca de 1928 hasta 1959. La trilogía acabará en 1988. ¿Por qué decidió acotarlo hasta este año?
–Luego resultaba muy complicado por la 'Ley Bosman'. Las plantillas de los equipos pueden ya tener veinte jugadores nuevos cada año y ser los veinte extranjeros. Si hay 52 en los primeros sesenta años, creo que ahora el Real Valladolid va por el 215… Fíjese en la cantidad que ha habido en 35 años más. Lo termino en 1988, el momento en el que salí por primera vez del club para ir al Barcelona. El segundo tomo finalizará con Mario Jacquet y el tercero empezará con Osvaldo Cortés, el primer fichaje que hubo con Gonzalo Alonso como presidente y terminará con Mágico González, Jorge Aravena, Óscar Wirth, Cabrera y Bernardo, que vino cedido por el Real Madrid y que había nacido en Bélgica.
–Con el paso de las páginas, habrá más lectores que vieron jugar a esos extranjeros, lo que les despertará recuerdos…
–Los primeros cuatro jugadores del segundo tomo también serán del principio de la década de los sesenta, pero luego ya viene Aramayo, que aunque nació en España se fue a Argentina de niño y jugó allí. El criterio de libro son jugadores nacidos fuera, pero en el caso de Aramayo, como empezó en Argentina, en Estudiantes de la Plata, también figurará. Los demás son ya más recientes: Leguizamón, Fraçao, Amarillo, Calandria, Drenks, Aníbal, Osvaldo Santos, Plácido, Mario Jacquet… Mucha más gente los habrá visto jugar, sí.
–El primer volumen es ya muy rico en fotografías, muchas inéditas.
–Yo tengo fotografías que conservo desde niño. En el libro aparece una foto de Beke felicitando las Navidades de 1959, que guardo desde entonces. Siempre he conservado muchas cosas del club y también he escrito textos que he mantenido guardados. Y he procurado siempre hacerme con fotografías históricas: la imagen que sale en todos los lugares de la Copa de la Liga, con Moré alzando el trofeo, yo la conseguí de un diario vasco, supongo que sería 'El Correo'. Aquí no se encontraba. Se la regalé a todo el mundo y ahí está. En el partido famoso de Barcelona con el Español en la Copa, cuando estábamos en Segunda y nos interesaba reservar futbolistas para el ascenso a Primera, fuimos con juveniles, reservas y jugadores del Promesas… y se ganó. Esa foto histórica también la conseguí de un fotógrafo de Barcelona. Como el debut de Óscar Wirth en Sevilla como defensa central: que se fiche a un portero y se estrene como defensa es un caso que no se da en la historia del fútbol.. Y es una imagen que logré de un fotógrafo de Sevilla. He comprado fotografías y tengo muchas. En este primer volumen, de 1928 a 1959, era más complicado, pero hay bastantes y muchas son inéditas. Para los dos libros que faltan tengo bastante material.
–El libro lo prologa Jorge Valdano. ¿Qué le ha comentado?
–Me ha dicho que le ha gustado mucho, sí.
–Usted cuenta en el primer volumen que cada vez que ha presenciado la salida al campo del Real Valladolid se le pone la piel de gallina. ¿Le sigue pasando?
–Generalmente, no suelo estar en Valladolid. Por motivos profesionales no he vivido aquí. Y vengo muchas semanas a Valladolid, pero los sábados por la mañana suelo regresar a Madrid. No hemos coincidido en muchos partidos, pero, efectivamente, si estoy en el campo, me sucede. Y ahora mismo me da envidia sana ver el campo abarrotado siempre, bonito, lindo… Eso es emocionante para cualquiera que sienta el club. En nuestra época no había tantos socios… y ni una sola persona con la camiseta del Real Valladolid en la grada. Eso es una novedad que me da envidia sana.
–¿Qué fechas hay previstas para los dos próximos libros de 'La legión extranjera blanquivioleta'?
–Calculo que pueden salir de año en año. Sobre noviembre del año próximo y sobre noviembre de 2025. Después, seguramente haré un libro con fotografías del club, pero es un tema que aún debo estudiar.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.