Jugar con fuego
Pausa de hidratación ·
La selección de Scariolo ha desatado todas las dudas que había disipado en la preparaciónSecciones
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Pausa de hidratación ·
La selección de Scariolo ha desatado todas las dudas que había disipado en la preparaciónSi no estuviéramos ante esta generación, heredera de aquella que se proclamó campeona del Mundo hace ahora trece años y que ha dado síntomas evidentes de fiabilidad, nos habríamos quemado ya todos aquellos que nos han entrado las dudas a las primeras de cambio. Han ... saltado las alarmas, y con razón, después de que la España de Scariolo haya mostrado algo más que titubeos sobre el parqué en el Mundial de China. Uno quiere pensar que el italiano ha congelado todo el talento que acumula este grupo –lo ha demostrado en la misma preparación– y que el próximo viernes echará la llave al laboratorio al que ha llevado esta semana a la selección. La obsesión en el baloncesto moderno por el reparto de minutos tiene su cuota de riesgo, e igual que la dosis de esfuerzo que te has ahorrado ayer te puede salir bien mañana, también entra en la apuesta que te quemes por haber jugado con fuego.
Prefiero pensar que Puerto Rico ha sido la Gran Bretaña que nos dio un susto en 2009 antes de colgarnos el oro en el Eurobasket, y que Irán ha sido la Polonia que rozó el larguero en el Europeo de 2011 antes de subir a lo más alto del podio. La España de Ricky y Marc no es aquella de Pau y Navarro pero sí merece un voto de confianza antes de quemarla en la hoguera. Total, en dos días como quedan para el compromiso vital ante Italia hay horas suficientes para rescatar la baraja y solucionar su repentina ausencia en este campeonato jugando a la pocha, en su defecto al póquer.
En los cruces decisivos ya no se puede entrar en el laboratorio. Es obligado que el talento brote.
Fútbol
La Ponferradina ha fichado un jugador chino. O más bien se ha comprado un seguro. El que le ha servido la aseguradora AIA Group supuestamente para entrar en el mercado asiático. No importa si Gao Leilei, 130 minutos entre sus experiencias en Cornellá y Jumilla, se llega a vestir de corto. Al club del Toralín no le supone coste alguno. Viene gratis y no cobra, lo que viniendo del mundo del fútbol chirría casi tanto como la edad de la nueva adquisición. Con 39 años y un perfil más empresario que futbolístico, al parecer ha hecho tanto dinero en su país –no es el mejor jugador de China, sí el más famoso– que su altruísmo no le ha llegado repentinamente con la comarca minera. Retirado ya del fútbol una vez en 2011, decidió aislarse en la montaña para impartir educación física y construir dos colegios antes de volver a vestirse de corto en 2015. Por el camino emprendió un proyecto de escuela que ya suma 5.000 niños y que ahora pretende ampliar a la vista del laboratorio en que han convertido las categorías inferiores de la región de Murcia sus compatriotas Xu Genbao y Li Xiang.
El regreso ahora de Leilei esconde poco de fútbol y mucho de un negocio que en Ponferrada no terminan de ver. Se mueven entre dos aguas. No saben si encontrar en su desembarco una similitud con aquel contrato que firmó Tebas hace un año y medio para traer nueve futbolistas saudíes a cambio de dinero, entre ellos Nooh Al Mousa al Real Valladolid y Ali Al Namer al Numancia o por el contrario tomarse el fichaje como una excentricidad más de un jugador cuya trayectoria es todo un ejemplo de filantropía. «En Cornellá muchos días nos traía el desayuno, compraba calcetines para los jugadores, invitaba a la plantilla a barbacoas en su casa,...», explica Jordi Roger, su entrenador por entonces.
Mientras llueve o no un patrocinio, Leilei tiene un contrato de seis meses con opción de prórroga hasta julio de 2020. Apuesto a que no lloverá y lo prorrogará.
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