El juego por las bandas destaca en la pretemporada del Real Valladolid

Más allá de los resultados en estos partidos veraniegos, Paulo Pezzolano da más importancia a otras cuestiones, como la carga física, las cuestiones tácticas y las psicológicas, aspectos que resultan claves para el entrenador uruguayo en estas semanas de trabajo.

Lo mejor del Real Valladolid en este partido frente al conjunto burgalés estuvo en la primera parte. Generó muchas ocasiones de gol, hasta el punto de convertir a Cantero, el portero del Burgos, en el mejor jugador de su equipo. Al descanso se pudo ir con una cómoda renta a su favor. Aún así, terminó la primera parte con el gol de Luis Pérez. El lateral ha empezado con fuerza esta pretemporada.

El Real Valladolid descargó bien el juego por las bandas, con Tunde (tuvo una clara ocasión en la que se lució el guardameta Cantero) y sobre todo Raúl Moro, muy incisivo por su banda, aunque otro de los nombres propios fue el del canterano Chuki, muy activo en los minutos que estuvo en el campo. Participó de inicio, en lugar de Monchu.

Lo que más llamó la atención fue el gesto deportivo que tuvo Pezzolano. A falta de pocos minutos, el jugador burgalés Atienza se lesionó y el Burgos, que ya había hecho todos los cambios, se quedaba con 10 en el campo. Pezzolano retiró a Arnu que había salido tras el descanso para igualar fuerzas. «Se quedaron con uno menos y para mí hubiera sido más fácil que Arnu hubiera tenido sus minutos y siguiera jugando, pero creo que nosotros representamos a la institución y hay valores y a mí me sabía mal jugar contra 10», comentó el técnico.

Añadió Pezzolano que «Arnu viene trabajando y entrenado muy bien y me sabe mal por él, pero ya lo hablé con él. Necesitaba más minutos en otros jugadores y tampoco quería hacer un desastre táctico. Lo justo era acabar 10 contra 10. A pesar de no acabar en el campo, intenté que Arnu pateara el primer penalti, pero no estaba en las reglas».

En el otro lado de la balanza, el Pucela tiene que mejorar en los ajustes defensivos y también la puntería. Ha marcado seis goles, sí, pero ha encajado tres, dos frente a la Segoviana y uno frente al Burgos, rivales de inferior categoría.

Hubo más nombres. De nuevo Cömert volvió a jugar por delante de los centrales, y con los cambios también tuvo sus minutos como central: «Es un jugador que en el medio nos da equilibrio, piensa y es táctico. No es tan fluido con balón como otros pivotes de otras características, pero me gusta su manera de manejar ahí. Tiene mucha comunicación en ese eje. Le estoy dando minutos ahí y le puse luego de zaguero también, pero en cualquier partido lo podemos ver de lateral porque ya lo ha hecho. Es ver opciones diferentes y hay que ir trabajándolo».

Otro nombre. Amallah. Estuvo mejor que en Segovia y al técnico se le preguntó sobre el jugador marroquí. «Va evolucionando. Hay que recordar que es un jugador que viene con pocos minutos en el año pasado y viene tocado psicológicamente por haber jugado poco y él quería jugar más porque tiene calidad para hacerlo. Viene de sufrir mucho el año pasado así que tenemos que levantarlo psicológicamente y físicamente, que entre en la dinámica que queremos. Lo acabo de hablar con él, me gustó mucho más, pero sabemos que nos puede dar mucho más; es un jugador diferencial y tenemos que lograr que nos de su 100%».