Secciones
Servicios
Destacamos
La vida resulta ahora muy diferente para Jordi Masip López (Sabadell, 1989). El cuarto portero que más partidos oficiales ha disputado con la camiseta del ... Real Valladolid (227) anunció la pasada semana su retirada como guardameta profesional tras una larga reflexión. «Tengo 36 años y creo que podría aguantar hasta los 38 o así porque físicamente me encuentro bien, pero llevo muchas temporadas y mentalmente uno se va agotando. La ilusión ya no es la misma. Y empezar un nuevo proyecto se me hacía cuesta arriba. Tenía opciones para jugar en Segunda, sobre todo, y algo del extranjero, pero ya me costaba dejar mi casa tras pasar todo el verano en Sabadell. Se me hacía duro pensar en mover a la familia, a los niños, para uno o dos años. más Pensé en el último ascenso que logramos con el Real Valladolid y que no era un mal punto para la retirada...».
Masip esperaba que el Pucela le renovaría tras el ascenso para afrontar su octava campaña como blanquivioleta. La realidad fue otra y, como dice el ya exportero, supuso «un palo» para él. «Había luchado toda la temporada para llevar al equipo a Primera y no poder defender luego eso es jodido... pero bueno, entiendo las decisiones que se toman y que he visto muchas veces en el fútbol con otros compañeros. Me tocó a mí y la respeto absolutamente».
Jordi Masip contempla ahora desde la distancia la agónica campaña del Real Valladolid en Primera y el castigo constante de la portería que él defendió hasta el pasado verano (Karl Hein, el nuevo portero blanquivioleta, acumula 63 goles en 28 jornadas). «Como aficionado sufro y también porque tengo compañeros ahí y pienso en los trabajadores del club que se esfuerzan para que todo salga bien. Yo ahora pienso de todo. Cómo habría sido si yo estuviera ahí y si habría podido colaborar para ayudar a que fuera de otra forma. Por otra parte dices, bueno, ahora estoy más tranquilo y no lo sufro desde dentro...».
En la mente de Masip se agolpan muchos recuerdos de las siete campañas que vivió en el estadio Zorrilla, con «momentos buenos y malos», como los tres ascensos y los dos descensos. «Si me tengo que quedar con alguno es con mi primer año allí. Tú me lo dirás como periodista, pero creo que nadie esperaba que acabaríamos subiendo. Fue increíble, algo precioso. Pasamos tres cuartos de temporada en la zona media y no nos metimos en puestos de 'play-off' hasta el final. La gente se empezó a enganchar y a venir al estadio, que se empezó a llenar. Fue increíble», rememora, en referencia al ascenso de 2018, logrado tras la llegada de Sergio González al banquillo en el tramo final.
«En los otros dos ascensos teníamos más la obligación de ascender tras haber bajado el curso anterior. Es verdad que el del pasado verano fue complicado por todo lo que vivimos durante la temporada, la gente enfrentada con el entrenador [Paulo Pezzolano], los cánticos en el estadio contra él, las lesiones que sufrimos... Al final, lo conseguimos de forma directa y faltando una jornada, algo que no me habría creído unos meses antes», añade.
Masip también rememora su etapa previa en el FC Barcelona, al que se le vinculó el pasado verano (el club azulgrana preguntó por su situación tras la lesión de Marc-André ter Stegen). «Tengo muchos recuerdos de mi etapa de formación allí y, posteriormente, en el primer equipo. Conseguimos todos los títulos posibles a nivel de club y formé parte de una plantilla que me trató superbién. Me sentí muy querido, uno más. El Barça y el Real Valladolid, más el Mercantil de Sabadell en la etapa de formación, son los clubes de mi vida».
De sus siete años como blanquivioleta, Masip acumula vivencias con otros porteros que también pasaron por Zorrilla. «He tenido buena relación con todos, pero José Antonio Caro me hacía reír mucho. Es un tío superdivertido. Con Roberto y con Asenjo tuve una gran relación y quise aprender mucho de ellos por la experiencia que tenían». Jordi Masip también guarda amistad con Isaac Becerra y con otros compañeros entre los que cita a Javi Moyano, Míchel Herrero, Alberto Guitián, Iván Sánchez o César de la Hoz.
Fallos y aciertos
A los porteros se les recuerdan más los fallos que las paradas y Masip no es una excepción. En el imaginario blanquivioleta aún perdura un error suyo ante el Valencia en la campaña 2022-2023. «Fue una desgracia y lo pasé realmente mal. Me supo fatal por los compañeros, el club y la afición. Es verdad que aún quedaban siete jornadas en la lucha por la salvación, pero era un buen momento para lograr puntos. Nadie quiere fallar y ese fallo fue una mierda. Pensaba que el balón iba fuera y quise dejarlo salir para perder un poco de tiempo. Pero se fue para dentro...».
Jordi Masip considera que jugó su mejor partido con el Real Valladolid ante el FCBarcelona en el Camp Nou en el curso 2018-2019. «Hice un montón de paradas y le detuve un penalti a Messi, aunque perdimos por 1-0 y de penalti. Lo recuerdo como un gran encuentro».
En su nueva vida, el exguardameta echa de menos «el día a día en el vestuario con los compañeros y las risas». Ahora tiene la idea de convertirse en «entrenador de porteros». «Quiero ayudar a que se formen de la mejor manera posible para que tengan una buena experiencia». ¿Podría volver Masip al Pucela en ese rol en el futuro? «Ojalá...», desliza con una sonrisa.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.