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Anuar pugna por un balón con Pathé Ciss. R. Jiménez
La propia naturaleza de Pezzolano
Caminando sobre el alambre

La propia naturaleza de Pezzolano

«Probado todo lo probable, la vuelta de Anuar propiciará un nuevo catálogo de alternativas»

Joaquín Robledo

Valladolid

Sábado, 5 de octubre 2024, 23:15

A estas alturas, nadie desconoce la fábula del escorpión y la rana. De su desenlace nos enseñaron a extraer un efecto aleccionador referido a la maldad intrínseca de algunas personas:se nos advierte de su incapacidad para obrar idóneamente pese a que su malicioso desempeño ... incube funestas consecuencias incluso para ellas mismas. Sin embargo, de esta parábola cabe recolectar una reflexión más orientada a la aplicación particular de la enseñanza sobre la condición humana en general: conviene asumir la incapacidad de renegar de los imperativos de nuestra propia naturaleza, nos cuesta horrores cambiar y –por más que luego abjuremos, maldigamos la decisión tomada o (nos) insistamos en que esta ha sido la última vez– respondemos de manera similar ante estímulos semejantes.

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