El trabajo de Pablo, el cemento pezolano o… ¡las diez de últimas!

Pasado su debut frente al Mallorca y en Zorrilla, el siguiente episodio será de visitante y tendrá Villarreal como destino, es decir, uno de los equipos importantes de nuestro fútbol en un momento bueno de juego. Algo que le va a dejar un mayor conocimiento de cómo se desenvuelve su equipo frente a uno superior en la actualidad.

Mientras tanto, ya ha visto que tiene una buena plantilla, quizás descompensada en línea defensiva, capaz de arreglarse y competir lo necesario para salir del complicado sitio clasificatorio en el que nos encontramos.

También ha podido comprobar que dispone de una plantilla dispuesta a reaccionar ante un marcador adverso. Y que esa reacción llega tanto de la mano del carácter ganador del futbolista como de los cambios realizados. Y ya metidos en cambios, habrá comprobado como Lucas Rosa, jugador de futuro como lateral diestro se vulgariza en la otra banda. Y que, como activo de club hay que cuidar evitándole fracasar de antemano con posiciones inadecuadas.

De igual manera, al nuevo míster le habrá sorprendido gratamente la calidad en conjunto de todos sus volantes y muy en especial, porque acabó confiando en ellos, de Kike Pérez, Iván Sánchez, Monchu, Mesa y Amallah.

De Pérez ya ha comprobado que tiene un porvenir espectacular como volante de recorrido y llegada; algo inconstante, por la influencia de agentes externos, pero con un futuro óptimo. Junto a Fresneda y Plata los valores mas en alza en el mercado.

De todo esto y mucho más (tiene gente a su alrededor, Álvaro Rubio como valor mas significado), ya le han puesto al día. Sin embargo, como la principal misión es escuchar a todos y luego hacer solo lo que él crea conveniente, será el día a día, -¡y en muy pocos días! - quien le otorgue el criterio y la responsabilidad final. Estamos en las diez últimas jornadas del campeonato y esto no puede ya esperar.

En ese ordenar, mandar y corregir, como rezaba el viejo manual del entrenador, que hay que realizar en el campo, deberá esforzarse en plasmar las ideas que, antes y en el vestuario, ha explicado en su 'pizarra'.

Esa que, a día de hoy, ha sido sustituida por las tablets y sus bigs datas, sobre propios y contrarios, para que entre todos quede claro a la plantilla que para jugar y competir en condiciones de éxito ellos son los más importantes. ¡Los únicos, diría yo!

Y sobre ello, generarles la motivación e ilusión lógicas que emanan del convencimiento. Si el jugador está motivado, ilusionado y convencido de que lo que hace es lo que le va a llevar al éxito, le tienes ganado. De lo contrario, mal asunto.

Pablo Pezzolano (perdón por haberte castellanizado el nombre), les hará apretar los dientes en las marcas a los defensas para no conceder ni ventaja posicional ni provecho en el 'cuerpeo' al delantero de turno.

Un uruguayo ni reblandece ni afloja jamás en la marca del adversario, y si es preciso usar las 'canilleras' en los entrenos, pues se hace. Todo, menos hacer ver al contrario que el marcador es débil.

Me recuerda mi amigo Chema Casado que Joaquín Díaz habla del 'cemento pezolano' aquí fabricado, como posible origen del vocablo Pucela. Yo creo, compañero Pablo, que le vas a tener que meter algo del mismo a este equipo para fortalecerle, al menos defensivamente.

A partir de ahí, con una buena forma de defender como base, construirás un buen equipo. Estoy convencido. Seguimos hablando. ¡Ánimo y suerte!