Tras el severo correctivo recibido ayer en Ipurua, más importante por su forma que por la goleada en sí misma, tal parece que se impone detenerse a pensar muy seriamente sobre algunos de los aspectos técnicos que conforman las decisiones tomadas.
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Vaya por delante que ... en el fútbol lo trascendente es el cómo más que el cuanto; y en este caso el cómo se asocia al cambio de sistema para dejar a un lado lo demás.
El grave error de Pezzolano y su cuerpo técnico es sentir obligatorio un cambio de sistema cuando éste realmente no es obligado por ninguna circunstancia que justifique el capricho. Y la prueba irrefutable es el nuevo cambio para volver al sistema conocido nada más alcanzar el vestuario.
¿Cuál es el motivo real de tante vaivén táctico?
¿Por qué empezar con diez jugadores efectivos, uno siempre sin emparejamiento, para enfrentarnos a once del rival?
¿Por qué perder un futbolista de los tres centrales cuando el contrario no te ofrece referencias arriba y en el medio a quién marcar?
¿Por qué sacrificar a los laterales adelantándoles a una posición en la cual ni pueden atacar, porque no les llega la pelota, ni pueden defender, porque se «descuelgan» por delante de sus pares?
¿Por qué perder la referencia del media punta, obligando a un esfuerzo superior y a la pérdida de posición a los volantes, dejándoles en una zona de nadie?
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¿Por qué si se quiere tener tres centrales juntos en la frontal del área para cerrar espacios rivales, se sacan a Boyomo y a David a la línea de banda a modo de laterales al uso?
¿Por qué si hasta ahora nos venía dando resultado una línea de cuatro junta, con los extremos ayudando a los laterales y estos a su vez a los centrales, destruimos lo conseguido y nos echamos en brazos de lo ya conocido por perverso?
Demasiadas obviedades etiquetadas como preguntas y todas ellas de tan fácil respuesta como de difícil comprensión.
El Real Valladolid en esta Segunda División no puede cambiar su estilo ni jugar en función de qué rival se trate. Los jugadores así lo tienen que sentir. Si te marcan 5, te crean 10 y te llegan 20, no hay táctica que lo justifique.
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