Robert Kenedy Nunes do Nascimento

Su aparición en Zorrilla tras ser rechazada la cesión por Olympiacos ya presagiaba, no hacía falta más que verle correr y desenvolverse en el terreno de juego, que en el momento en el cual alcanzase la forma idónea iba a ser pieza importante.

No sé si el motivo de su pretendida cesión al equipo heleno era económica o deportiva y si era el futbolista o bien el club quien no quería quedarse. En todo caso, superadas lesiones y recuperado el tono físico, ya solo restaba que el ánimo, ese estado que tanto nos condiciona a las personas, adquiriese el óptimo deseado. Y en este caso, mucho más aún.

Tal parece que la personalidad del jugador brasileño es tendente a la autoexigencia elevada, y que el no haber obtenido ni los goles ni los minutos deseados le han condicionado en exceso hasta provocarle momentos de desconexión con el equipo y su juego dentro del propio partido.

Algo que espero y deseo fervientemente –mi devoción por lo brasileño futbolístico es notoria– se haya subsanado una vez conseguidas esas dos significativas dianas en Santander, y que han terminado por poner su nombre al triunfo del equipo. Pero ¿quién es Rober Kenedy y cuál puede y debe ser su papel en el equipo?

Como jugador dotado de una condición técnica exquisita y pienso –lo aseguro con conocimiento de causa– que de una condición física de base muy notable, este futbolista conforma el trío de ases junto a Iván Sánchez y Monchu en lo que a la calidad técnica individual se refiere. Son jugadores diferenciales.

Se le ha tachado de individualista, poco solidario con el compañero al estar en posesión de la pelota, en algunos momentos y de aislarse en ocasiones del juego. Nada que ver con la realidad, al menos en mi criterio. Y me explico.

Cuando ha tenido que intervenir en la posición de '11', es decir, en la banda izquierda, y dada la extraña ubicación en medio campo adjudicada por el cuerpo técnico a Sergio Escudero, ha sido generoso en el esfuerzo ayudando al marcaje del extremo contrario de ese lado. Algo que desgasta al futbolista y resta posibilidad de penetración ofensiva por ese lado.

Con el balón en el pie es llamativo su extraordinario manejo y el gran repertorio de recursos técnicos que posee para no perder la pelota y progresar con ella. Un seguro a la hora de dominar el tiempo de juego y la pausa necesaria del mismo.

Llegados a este punto, la única cuestión pendiente es saber donde, cuando y cuanto tiene que intervenir en el equipo y en mi opinión la respuesta es simple:

– El donde es claro: en la doble posición de '10' como tercer volante u '11' como extremo tirado atrás, siempre y cuando el 10 fuese para Iván Sánchez.

– El cuando es necesario: desde el comienzo.

– El cuanto es obvio: hasta que aguante, que no tardará en ser los noventa minutos.

Robert Kenedy Nunes do Nascimento (8-2-1996), natural de Santa Rita do Sapucai, estado de Minas Gerais con capital en Belo Horizonte, es ese mozo brasileño que porta el dorsal 24 de una elástica blanquivioleta que no esconde, sino tapa, un ingente rosario de tatoos explicativos de convicciones y creencias.

El mismo que con su pierna izquierda dibujó dos misiles en El Sardinero con impacto en la red contraria y registro de victoria in extremis en el marcador. ¡Bienvenido chaval!