Fue una lástima no haber sabido aprovechar la ocasión presentada ayer en Zorrilla, tras jugar treinta y dos minutos en superioridad frente a un Español que se sintió herido y acusó la inferioridad tras la decisión.

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Volviendo a la vieja costumbre de los cambios de ... inicio, la principal novedad la constituyó ayer la presencia de Arnu, un chaval de la cantera, por el que suspiran muchos de los grandes equipos europeos, y que en estas últimas fechas ha renovado con el Real Valladolid.

Entiendo que el cuadro técnico quiera premiar su gesto, al tiempo que espero que lo de ayer no sea si no el inicio de una consolidación efectiva en el primer equipo, porque el chaval es muy bueno, créanme.

Algo de lo que habrá que hablar más profundamente para resaltar el magnífico trabajo llevado a cabo por los responsables de esa parcela tan delicada y trascendental.

Dato exótico aparte, es claro que salimos débiles e intimidados por un equipo españolista valiente y decidido, que tras comprobar la presencia de dos volantes en la posición de extremo y la de Raúl Moro en banquillo, entendió con claridad meridiana el mensaje para lanzarse a por el partido.

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Fue un primer tiempo plagado de interrupciones, imprecisiones y hombres por el suelo, en una pelea en la cual el balón era un estorbo porque el objetivo real era el hombre.

Baste decir que fue el minuto 46 quien contempló el primer y único disparo del equipo y que Monchu tuvo la culpa.

La eliminación de Moro de la banda derecha había arruinado durante un tiempo entero la posibilidad de ataque clarividente, dado que Anuar en el otro perfil se dejaba el tabique nasal, y casi la vida, defendiendo a un equipo ahogado posicionalmente y sin recurso alguno de salida por banda para montar contraataque.

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En esta tesitura, la lesión de Anuar vino a colocar a Lucas Rosa como segundo lateral por delante de Sergio Escudero en una decisión que la grada no aprobó por entender que Moro, que ya calentaba, era el hombre destinado a tal cometido.

Sin embargo, la sorpresa la constituyó la forma en la cual se produjeron los cambios, ya que Negredo era el sustituto natural de Arnu de inicio.

Que Moro precise la misma banda que en Anduva, lo pone de manifiesto sus prestaciones en cada lado. Los relevos de Lucas Rosa en la posición de lateral y la de Juric como volante defensivo me parecieron acertados por lógicos.

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Me llama la atención que estando en superioridad numérica, justo cuando más se necesita la veteranía y el dominio técnico, no se recurra a Iván Sánchez para que, si al entrenador le gusta como hombre de banda, no ocupe su banda natural.

El esfuerzo de los jugadores con un Zorrilla lleno a rebosar y un ambiente increíble no fueron suficientes. Al parecer «no somos competitivos»... ¡Venga ya!

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