La puesta en escena en el Real Valladolid

Un potencial que le han mermado de manera históricamente errónea con una planificación infame en lo que a hombres y negocio se refiere.

Ayer, la lesión de Luis Pérez terminó por imponer la realidad tozuda de que dos laterales eran insuficientes, y de que el único sustituto aún no había gozado de un minuto en liga.

No tiene peso específico, lamentablemente y a día de hoy, este Real Valladolid y los por qués son claros.

Una defensa escasa en efectivos de verdad, tanto en las bandas como en el centro, le han dejado mermado y excesivamente blando; y es que si me apuran, tan solo la proyección de Juma Bah, por lo demostrado e intuido en sus dos comparecencias, ofrece garantías reales en este instante.

El joven jugador, junto a ambos laterales, es la única garantía real de un proyecto defensivo en formación tras deshacer lo conseguido el pasado año.

La evolución positiva de David Torres y el porvenir inmediato de Raúl Chasco son los únicos complementos reales e inmediatos que poseemos. Lo visto en Cömert, tanto en el centro de la defensa como en el medio campo, no invitan al optimismo, y tanto Cenk como Javi Sánchez por sus lesiones ni son valorables ni se les espera.

Y esta es la tesitura en la que nos encontramos, sin más ambages ni rodeos, lo cuente quien lo cuente; y con estos bueyes tendremos que arar... ¡y sin salirnos del surco!

Si la primera mitad fue aceptable en lo que a equilibrio entre equipos se refiere, hay que situarlo en el haber de la dupla Pérez y Moro en banda derecha así como en unos Martín y Kike tan activos como alocados.

Cömert, intrascendente en esa parcela, terminaba por disipar las dudas, si es que alguien las tenía, de que esa no es precisamente su posición y sí por contra la de Stanko Juric.

El gol de Larin, perfecto de ejecución, sentenció el partido y sacó a escena los argumentos de nuestro entrenador.

Murieron los extremos como tales y mató el dibujo anterior para dar paso a esa decisión perversa de jugar con dos '9' próximos; algo que te hace perder un hombre necesario en medio campo para no entregar el balón y la iniciativa al rival.

La salida de Juric tardía y la doble decisión de sacar a Torres del campo y dejar a Cömert, no mejoraron defensivamente al equipo.

Sin embargo, y aunque el debut deMaroto y Chasco sean dos alegrías importantes, la realidad deja dudas deportivas y un ambiente muy enrarecido.

Urge mantener a Juma, recuperar a Amallah, mantener los atacantes y hacernos fuertes en el campo, o morir. Así de claro.