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Ahora que cada partido viene siendo un calco del anterior en lo que a resultado se refiere y que ese mismo cliché nos vale para ... revelar fotos de idénticos fallos defensivos anteriores, se hace necesario conocer el porqué de esa abundancia en desaciertos de medio campo hacia atrás. Y creo que parte de la respuesta la venia a explicar Francisco Maturana cuando afirmaba, sin género de duda alguno, que «el día que no se entrena la línea, no sale la línea».
Algo tan sencillo, y a la par tan contundente, como aquello de que «fútbol es fútbol», que yo bien cambiaría por «trabajo ser trabajo».
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¿Como no creer en el aspecto humano del error individual? ¡Imposible, por supuesto! Tanto como el no creer que cuantas más repeticiones se hacen de una acción es mucho menor el margen de error.
Es por eso que dudo, tras ver a Javi Sánchez y Aidoo mirando balón y olvidando contrario y referencia, que se automatice semanalmente ese gesto tan sencillo y que tantas acciones de remate evitaría; algo tan elemental como que sin conseguirlo la ruina está instalada.
A mí, me gustaría saber si tanto el video como la data ('big' o 'small') captan estas cosas y las cuantifican de modo que lleguen a ser relevantes y dignas de tener en cuenta.
Por ello, no me vale eso de los errores individuales o el salir frios y despistados, porque como profesionales esas cosas ni son admisibles como excusa, ni sirven como argumento para construir un relato mínimamente decente que pueda resultar creíble.
Si es más cierta, por otra parte, la idea contumaz de sacar jugada la pelota desde el comienzo de cada encuentro; algo que trae como resultado el no sacar la misma, menos aún el jugarla, y sí por contra el que el rival se adueñe desde el minuto inicial de tu espacio, y, por tanto, de tu posible juego, con resultado de gol. O sea, que salimos con gol en contra y partido cuesta arriba. Algo, por otra parte, fácil de observar. Y si algo me resulta contumaz, tanto como mi insistencia, es ver y comparar rendimiento de los jugadores que ocupan posiciones de banda, porque ahí el concepto de pierna y rendimiento sí que están lamentablemente cambiados.
Si Moro, Iván Sánchez y un renacido Machis son lo más florido en juego ofensivo, no entiendo porque no juegan todos de salida y además en su lugar natural. Pensar que Machis te da más en derecha y Moro en izquierda o que Iván Sánchez solo puede sustituir a uno de ambos para irse a su NO sitio lógico, solo acarrea las consecuencias conocidas.
Algo que, de modo contrario, se subsanó con Stanko Juric hasta convertirle en titular del eje de la línea medular... ¡Y mira que ha costado!
En este fútbol impostado y mentiroso, de jerga falaz donde «competir» –sinónimo de pelear– se come a «jugar» como expresión máxima del espectáculo, y donde las rotaciones en los equipos que no juegan en otra competición oficial que no sea la semanal, se convierten en imprescindibles, la lógica ha muerto.
Y con ella, cosas tan trascendentales como son la fidelidad a una idea de juego y a quienes la promueven con sus acciones en el terreno. La dignidad solo resucita con el trabajo.
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