Monchu y Juric, la pareja estable del Real Valladolid

Ramón Rodríguez Jiménez 'Monchu' es un mallorquín de 24 años, moreno, barbudo y bajito, que atesora una calidad tremenda y un golpeo de pelota en ocasiones excelso. Tiene vocación de '8', por eso lo luce creo yo, y de vez en cuando, solo de vez en cuando, y viniendo a coincidir con órdenes del entrenador, se asoma a posiciones de '10' en busca de un gol que no suele obtener, porque lo suyo es el golpeo a media distancia, las estrategias a pelota parada o la llegada por sorpresa desde su verdadera posición de volante creador. Y ahí sí que los consigue, ¡ya lo creo!

Su procedencia barcelonista le ha dejado el poso del buen gusto por el manejo de la pelota, el juego inicial ordenado y cambiando de lado y al pie la pelota, nada más recibirla. Se asocia magníficamente con el otro volante y le da sentido y progresión al juego de forma natural y espontánea.

El volante creador parte de posiciones iniciales retrasadas y maneja el traslado de la pelota hasta los tres cuartos de campo contrario, haciendo partícipes a los jugadores posicionados tanto en las bandas como en el centro del terreno. Como decía Julio Lasa: «El medio volante derecho es el vértice del juego».

Aquí en Valladolid, Juan Antonio Ortega, Carlos Ramírez, Eusebio Sacristán o Rubén Baraja, por citar los ejemplos más destacados, sentaron cátedra de cómo juega el volante creador en una pareja de medios.

El fútbol nos enseña desde tiempo inmemorial que frente a un volante más creativo convive, por lógica compensación, otro volante más defensivo de características diferentes pero complementarias, y que sin la presencia de uno de ellos ni tiene sentido la dupla ni el juego está compensado.

Del mismo modo, la repetición de ambos o bien anula el juego creativo o bien se resiente hasta perder protagonismo el aspecto defensivo; en ambos casos el efecto es perverso para el desarrollo del juego. La gracia de esto estriba en que ambas facetas encarnadas en dos jugadores diferentes tengan presencia en el mismo equipo.

Y miren ustedes por donde, la gracia ha ido a presentarse en nuestro equipo con el fichaje del jugador más determinante hasta el momento para el funcionamiento de esa línea medular, y por ende para el juego del equipo. Me estoy refiriendo a Stanko Juric.

El croata, nacido en Split hace 27 años, ha venido a constituirse en esa lluvia fina y pertinaz que empapa pero no arrastra la tierra en tiempos de sequía consiguiendo que aquello se convierta en terreno fértil; una sequía de juego posicional y fundamentos tácticos en la que nos habíamos enredado de forma altamente peligrosa sin saber realmente a que atenernos.

De un plumazo, su sola presencia ha liquidado al tercer central, reforzando de paso y de forma exponencial, el trabajo de Boyomo y David Torres; de igual modo equilibra el trabajo defensivo en el medio del campo sin faltarle arrestos para sumarse al ataque con notable eficiencia, ya contrastada con goles y asistencias. Estamos pues, sin dudarlo, ante si no la mejor, una de las mejores duplas de volantes de la categoría.

Esas finas y delicadas labores de tabaco que se anunciaban en los estancos de antaño, hoy este mozo croata nos la provee a través de su expendeduría de juego ubicada en el Nuevo Estadio Zorrilla.

Razón Deportiva: Stanko Juric. Abre cada quince días y preferentemente en fin de semana. Pedidos de juego por encargo, dirigirse a Don 'Pablo' Pezzolano.