Diego Cocca, durante el entrenamiento del pasado lunes Alberto Mingueza

Masa salarial y plusvalías del Real Valladolid frente a refuerzos y equipo

Reflexiones de pizarra ·

A día de hoy, el club blanquivioleta juega su partido clave en los despachos para reforzar varias posiciones de aquí al lunes

Javier Yepes

Martes, 28 de enero 2025, 21:07

Tras la derrota honrosa, que no agradable, frente al Real Madrid en la última jornada, las horas que van a transcurrir hasta el lunes 3 de febrero a las 23:59, momento en el cual se da por finalizado el plazo de contratación de jugadores, ... van a constituir el mayor foco de atención del aficionado blanquivioleta. Una atención compartida, como es lógico, con la suscitada por el partido frente al Villarreal este sábado día 1.

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Posiblemente transcurridas esas cuarenta y ocho horas cruciales entre partido y cierre de mercado, el socio tenga ya hecha una idea mucho más exacta de lo que va a ser el devenir inmediato de nuestro club, una vez conocido el doble resultado: el del encuentro y el no menos, si no más, de las altas definitivas.

De esta forma, y mientras no sean fehacientes las prometidas incorporaciones, la lista de convocados para el partido de Villarreal seguirá constituyendo una lamentable incógnita, al tiempo que un entretenido juego de cábalas por parte del seguidor.

En ese apartado imprescindible de altas y bajas, la idea de que hasta seis jugadores puedan o deban salir hay que someterla a la consideración de los que podrían sustituirles. Es cierto que tanto Machis como Kenedy están fuera de la órbita de entrenador y club. Tan cierto como que Amath o Sylla están por debajo del nivel deseado y que algo parecido ocurre con Cömert y Genk amén de que en algunos casos su deseo es marcharse.

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Sin embargo, y comenzando por una defensa decapitada por sistema desde el fin de temporada pasado, resulta curioso ver cómo hasta cuatro jugadores han causado baja. A saber: Tárrega, Escudero, Boyomo y finalmente Juma Bah. Algo que se ha intentado paliar con Cömert y Cenk. No es casualidad pues la debilidad defensiva mostrada.

Así pues la presencia de al menos un lateral izquierdo de fuste que de aire a Pérez y Rosa, ambos diestros, se antoja tan fundamental como un par de centrales que complementen con garantías el puesto.

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Del mismo modo y dadas las bajas de Monchu y Kike en el centro del campo, es obligada la presencia de una pareja de volantes organizadores, el 8 clásico, con buen manejo de pelota; todo ello pensando en que solo quedan Amallah, Juric, y Martín en liza… junto a la posición de Iván Sánchez y Anuar.

Y por completar la idea, en ataque faltan jugadores de banda, pero de los de verdad; de aquellos que puedan sustituir a Moro en sus prestaciones. Y ahí Biuk podría ser interesante.

¿Y como hemos llegado a esta situación? Esa pregunta que sigue siendo la del millón, no es por saber como ha ocurrido, sino por el número de veces que nos la hemos formulado, y de la cual no tenemos una respuesta clara.

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Que la secretaría técnica anterior comandada por Fran Sánchez, dejó un monumental fiasco con las compras de Machís y Kenedy es evidente. No por sus antecedentes deportivos importantes, sino porque sus costes contractuales eran inasumibles.

Y de la que comanda en la actualidad Domingo Catoira, con una comisión asociada, al parecer, los 'logros' están recientes. El desacierto en la continuidad de Paulo Pezzolano, aún antes de ascender con el equipo, ha sido tardíamente arreglado con la llegada de Diego Martín Cocca; lo visto hasta ahora da fe de ello.

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A día de hoy, el Real Valladolid juega su partido clave en los despachos. En ellos, se intenta cuadrar el circulo de la masa salarial y la plusvalía, pretendiendo dar solución a lo económico. Mientras, Cocca a modo de Quijote, espera con la intangible ayuda de la secretaría técnica, poder reforzar posiciones y equipo. Esperemos que le encuentren jugadores. ¡A ver si le van a traer molinos….!

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