Iván Sánchez se queja en el suelo tras un golpe de un jugador del Espanyol. Carlos Gil-Roig
El análisis

Iván Sánchez o la clave del juego del Real Valladolid

«Me hubiera gustado ver a Meseguer intercambiando posición con el jienense para que entre Kenedy, Monchu, Juric y él hubieran formado una línea de cuatro»

Domingo, 15 de octubre 2023, 00:22

Habida cuenta de las bajas que ayer tenía el equipo entre lesiones e internacionalidades, vaya por delante que la alineación que presentó el Real Valladolid me pareció coherente y lógica, en lo que a hombres y posiciones se refiere, al tiempo que valiente el planteamiento ... que Pezzolano dibujó para enfrentarse a uno de los teóricos aspirantes a conseguir el ascenso directo.

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No obstante, existe un pero importante en una demarcación que a mí personalmente me rechina y que no es otro que ver a Iván Sánchez constreñido en la línea de cal de la banda opuesta a su 'pierna buena'.

Si lo pensamos con detenimiento, el adversario ya sabe que para que Iván continúe el juego tiene que regatear hacia atrás y hacia adentro en lugar de poderlo realizar hacia afuera y adelante para eliminar rival.

Visto de otra manera, amén de perderle como extremo, prescindimos de un volante de fantasía, por su calidad y manejo de pelota, amén de por el sentido que le da al juego en continuidad y finalización. Así pues, perdemos potencial claramente con su ubicación.

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Y fue precisamente ahí, en el desborde por fuera, donde el equipo perdió el fuste atacante necesario -llámenlo penetración con centro y remate- y encontrarán un magnífico Mamadou Sylla tan poseedor de conceptos atacantes como huérfano de envíos desde los costados en condiciones de remate.

Me hubiera gustado ver a Meseguer, por no variar alineación, intercambiando posición con Iván para que entre Kenedy y él, con Monchu y Juric, ambos cada vez mas protagonistas, hubieran formado una línea de cuatro que liberase a Iván a posición de diez.

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Ese movimiento de libertad en tres cuartos de Iván, mientras acercaba posición a Sylla, podía haber sido determinante de cara al último suspiro de la jugada en ataque.

En una línea de cuatro con dos volantes de recorrido y manejo por fuera, liberar un diez de calidad que asista al centro delantero puede resultar el valor añadido de ataque.

Si lo pensamos detenidamente el Espanyol aprovechó dos fallos defensivos y se acostó en la comodidad de un medio campo peleón que se bastó.

En fútbol si regalas en tu portería y no marcas acabas perdiendo. Ayer quedó patente.

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