Ilusionante comienzo... o la «otra foto» de los campeones del 84

Me parece justo y necesario el reconocimiento en la efeméride del evento, tanto por sus protagonistas como por el mensaje que deja para las nuevas generaciones de jugadores y aficionados.

Vaya pues mi agradecimiento sincero para aquellos que han sabido valorar en su justa medida, ¡poniéndola en escena!, la gesta de esa ocasión.

Qué para las actuales hornadas de jóvenes aficionados quede en la retina la imagen de un Pepe Moré, el gran capitán, levantando esa copa 40 años después con todos sus compañeros y técnicos de entonces en la «otra foto de los campeones».

Dicho lo cual, y al hilo de ese comienzo interesante, resaltar dos aspectos cruciales. El primero, ver como a Pablo Pezzolano se le consideró en la justa medida de su cometido, dando por terminada una agria relación que a nada bueno nos estaba conduciendo, y en la cual el charrúa ha añadido, de forma inteligente, su parte para cerrar el asunto.

Lo segundo, y ciñéndonos al juego, comprobar cómo ayer compareció en Zorrilla un equipo aguerrido, bien posicionado y con la lección aprendida de quiénes somos y lo que debemos hacer.

Salvo la presencia de Eray Comert, en una posición que ni es la suya, ni mucho menos la ideal para el equipo, los diez restantes me parecieron la formación ideal que ahora mismo puede presentar el equipo.

Y si entramos, como no puede ser de otra forma, en valoraciones individuales sobre los nuevos jugadores blanquivioletas, lo primero será considerar como interesante la aportación del portero estonio que este año pisará Zorrilla. Karl Hein une a sus 193 centímetros de estatura unas prometedoras condiciones que esperemos ver refrendadas.

Protegido por un bloque defensivo tan lógico como eficiente, el único pero es ver desaparecer tan pronto del terreno de juego a Javi Sánchez; algo que viene siendo recurrente desde hace meses.

No cabe duda de que Kike Pérez y Selim Amallah han vuelto mejor aún de lo que se fueron, en lo que a capacidad de juego y peso específico en el equipo se refiere.

La presencia de Stanko Juric, reforzando el trabajo de ambos mientras otorga la pausa defensiva necesaria, a ojos vista, resulta imprescindible para el equipo.

Me parece muy buena noticia para el juego de conjunto, el que Pezzolano quiera dotar de juego exterior al equipo y se aplique a ello colocando dos extremos natos en banda en busca de un rematador que bien pudiera ser Latasa.

Algo que ayer quedó patente con Raúl Moro y Amath N'Diaye, con el único pero de no haber intentado un cambio ocasional de bandas al comprobar como en el segundo periodo Raúl no desbordaba. Buenas sensaciones las de un Pucela ubicado, peleón y con destellos interesantísimos de jugadores olvidados.