Raúl Moro, en la segunda parte ante el Rayo Vallecano Rodrigo Jiménez
Reflexiones de pizarra

Foto fija en el Real Valladolid

Raúl Moro debe ser siempre de la partida y no debe abandonar el césped mientras dure su condición física

Javier Yepes

Martes, 8 de octubre 2024, 19:43

Las consecuencias de la visita del Rayo Vallecano, derrota e imagen al unísono, han generado entre los seguidores del club, también entre quienes no los ... son, un desasosiego lógico.

Publicidad

Algo que ha llevado a que en la calle surja la doble pregunta: ¿qué le pasa al Pucela?, ¿cual es la imagen que ofrece este Real Valladolid? Y ahí mi respuesta es doblemente clara; le pasan demasiadas cosas y casi ninguna buena, lo que nos lleva a ofrecer una imagen repetitiva en los últimos partidos. Somos pues, una foto fija. Sin más.

Plantilla, equipo, secretaria técnica, dirección deportiva y, lo que es más grave, estamento dirigente con el presidente a la cabeza, han entrado en bucle. Ni saben, ni responden.

Porque responder no es declarar intenciones intrascendentes o salir retratado chillándole al árbitro en el túnel de vestuarios. Eso es tan fácil como ineficaz, amén de dejar tu crédito y el del club, que es lo más grave, en entredicho.

Sin embargo, como el propósito de este espacio es el análisis técnico de lo que ofrece el equipo cada jornada, vamos a entrar en esa consideración, básicamente porque si de esta situación hay que salir, no duden que solo los futbolistas con su esfuerzo y habilidades, junto al trabajo del cuerpo técnico, pueden lograrlo; los demás somos espectadores.

Publicidad

Llevamos contemplando, apenas transcurridas las tres primeras jornadas, que el equipo presenta unos serios problemas en cada una de las tres líneas, siendo sin duda más grave el que ofrecía una defensa blanda, mal posicionada y con un tremendo boquete en sus posiciones centrales. Algo que el propio técnico, como es natural, conoce a ciencia cierta.

Hemos suspirado y enfadado tremendamente por la ausencia de Boyomo, máxime cuando su presencia nos dejó entrever que era el hombre imprescindible en esa línea por su fortaleza y jerarquía. Algo que es ya pasado y que ni puede ni debe distraernos de la principal tarea de reconstrucción de una línea derribada.

Publicidad

Decía Pacho Maturana que «el día que no se entrena la línea no sale la línea»; y resultaba real. Yo ignoro el trabajo realizado en ese sentido y le presupongo hecho; no obstante, y de la misma manera, contemplo como se varía la alineación de los dos centrales con demasiada frecuencia y como ello repercute negativamente.

No acierto a ver movimientos conjuntos de esa línea con los cuatro hombres próximos y pendientes cada uno de la espalda del compañero para corregir errores posicionales; no observo perfiles posicionales ni en pelota parada ni en movimiento, ni marcajes férreos ante el hombre próximo.

Publicidad

El equipo es blando conceptualmente y muy poco agresivo, faltando ese punto canchero que el míster, por procedencia, tan bien conoce; algo que se hace imprescindible para no sucumbir. Y esa falta de disputa se traslada a posiciones más adelantadas igualmente, como es el caso del medio campo, donde hay que aunar pelea y juego a partes iguales.

Si no disputamos en igualdad, derribamos cuando es necesario mientras sabemos guardar la pelota para jugarla con ventaja, pues estamos muertos… como actualmente lo estamos. Algo que en esta parcela debe conjugarse con gente que tenga manejo y experiencia, calidad y arrojo, así como la personalidad para saberse sumar al ataque sin descubrir su zona.

Publicidad

Y en ataque, tres consideraciones. La primera: que Moro sea siempre de la partida por razones obvias de necesidad y categoría, y que mientras dure su condición física no abandone el terreno de juego. La segunda, que alterne posición de '9' entre Marcos André y Latasa al tiempo que va dando entrada a Arnu porque ahí está el futuro mas inmediato, y posiblemente la solución. La tercera, que olvide la pierna cambiada de los extremos; después ya, si eso…. lo vemos.

Entrenar y entrenar y entrenar… y volver a entrenar; y a lo mejor, hasta sumamos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad