Direcciones opuestas: Conclusiones

Ignoro si los vaivenes del mercado han condicionado en gran medida el desarrollo de la política de fichajes, de igual manera que no coincido con el dato de que el fair play o el límite salarial hayan sido los condicionantes en exclusiva de la marcha de Monchu y Boyomo.

Sí me consta que los descartes previstos y no ejecutados, aquellos que no han encontrado acomodo en otros clubes, han lastrado de manera definitiva el panorama económico, y por tanto, el devenir final de los acontecimientos. Tanto como que, por no haber sabido vender, ceder o negociar con ellos una salida menos traumática económicamente, estamos donde estamos. Y aquí está el meollo de la cuestión.

De igual forma, el no haber previsto tirar de inicio de cuantos jugadores procedentes de la cantera fuese necesario para no tener que prescindir de los mejores, ha impedido que tomasen todo el protagonismo necesario para ser de hecho jugadores de Primera. Es claro que si el presupuesto nos da solo para dieciséis profesionales, pues el resto tienen que ser canteranos.

Aplaudo que de la necesidad hayamos hecho virtud con Chuky y el que de la ausencia de otro lateral zurdo aúpe, a base de tirar de ellos, a Raúl Chasco. Y al decir tirar, me refiero a darles dorsal y vitola de jugadores del primer equipo y anunciarlo públicamente, no teniéndoles en esa situación de 'dinámica de…' que en muchos casos esta produciendo un efecto perverso.

En esa famosa dinámica van incluidos la ficha de abajo y el entrenar de arriba cuando se les necesita; y ocurre que como el entrenador quiere tener un nutrido grupo de jugadores para entrenar, los que no juegan con el primer equipo en muchas ocasiones no van tampoco con el segundo.

Y la progresión, aspecto fundamental del trabajo con el primer equipo, se diluye de ipso facto al no poder jugar con el segundo. O sea, con ninguno. Algo que no puede ocurrir jamás, con un chico que se está formando.

Es sabido, y la trayectoria me lo ha demostrado, que los entrenadores nos solemos enamorar de los jugadores que no tenemos, de tal forma que al del primer equipo le atraen deportivamente los del Promesas y al del Promesas los del juvenil. Y así, sucesivamente.

En otra época , el pasar un chico de un equipo a otro llevaba implícito el conocimiento de la situación por parte del secretario técnico. Ahí morían tus caprichos ante su negativa, y sin tu exposición lógica y razonada de la necesidad.

Así pues, y volviendo a la realidad del hoy, tenemos tres laterales, uno de ellos Chasco, y pendientes de una futura incorporación. De igual manera que con los dos jugadores del Valencia, Javi Sánchez y David Torres componen las dos parejas de centrales. Y con ellos siete, más los tres porteros, entre los cuales espero encontrar a Aceves, sin dinámica y con estatus de jugador de la primera plantilla, hay que reinventarse y llegar a finales de año. Es cuestión de trabajo.

Del resto de la plantilla, me parece que lo que sobran son efectivos. Con Amallah en condiciones óptimas el medio campo gana muchos enteros y Juric junto a Kike y el marroquí, deben responder a la necesidad de sujetar, al tiempo que proyectan, al equipo desde esa parcela.

La llegada de Latasa deja al equipo con tres nueves más Arnu, la joya de esta cantera, en situación de espera; algo que de haberse planificado bien no ocurriría. De igual manera, las bandas están cubiertas de manera más que aceptable, con lo cual el equipo, de divisoria hacia delante está listo.

Ahora, lo que toca es no volverla a pifiar ninguna de las tres direcciones. La de la Avenida del Mundial 82, es la única que interesa.