Defender, y no errar, para así poder ganar

En ese cúmulo de circunstancias entra el tan traido como erróneo concepto actual de «sacarla jugada desde atrás».

Y yo me pregunto: ¿sacarla jugada es no golpear en largo y por fuera sacando el balón, y de paso al equipo, para instalarnos en campo contrario y empezar en modo autoritario?

A día de hoy está mal visto golpear la pelota y se valora más el pase arriesgado y el juego hacia atrás que conduce a situaciones absurdas de riesgo extremo, y consecuencias fatales. Para ganar, tienes que aprovechar tus oportunidades y otorgárselas a tus mejores hombres en esos menesteres.

Por ello no es casualidad que Kenedy, Moro y Sylla enhebrasen la mejor jugada de contraataque que finalizó en gol.

Por ello, cuando Sylla cae lesionado y Moro entra en la ducha, las opciones se limitan a cualquier pelota parada o acierto individual, porque el colectivo no está ya en juego.

Si tu portero te salva en una acción aislada, no puedes devolver el favor al contrario regalándole la pena máxima.

No seré yo quien reproche al mismo jugador que el otro día nos da el triunfo desde esa distancia, sino más bien a quien tras verle tocado en la primera mitad no le conceda el relevo necesario y le permite llegar a ese instante.

Un gasto innecesario con el que podría haber corrido Iván Sánchez en esa zona para que un Lucas Rosa más diestro y rápido en esa banda hubiese podido resolver la papeleta.

Ese mismo Iván, que con un cañón enguantado en la pierna izquierda apenas abandona el pequeño huerto de su banda para dedicarse acorde a su calidad, y si así se le demandase, a mejorar el juego del equipo.

Esperar a resolver el partido con un '5' haciendo de '9' es un brindis a un sol que nuestros errores ya antes eclipsaron.