Iván Sánchez pone la clase en el estreno triunfal del Real Valladolid

Dentro de lo caóticos que resultan los primeros partidos de cada curso (cada vez más madrugadores), el partido de Iván resultó un soplo de aire fresco y vino a poner algo de cordura y sensatez al juego de ataque del Valladolid. Suyas fueron las dos asistencias en ambos goles, por la derecha y a pierna cambiada. Clase y talento para poner orden.

No tuvo demasiado trabajo y dentro de lo poco que tuvo, estuvo lastrado a los ojos del aficionado por la primera acción de peligro del Sporting que terminó en gol (posteriormente anulado por mano de Djuka) y en la que se le vio impreciso. Salió al bulto, en una jugada impropia de un portero de su calidad y trayectoria.

Sin demasiado brillo, y todavía lejos de su mejor versión, pero suficiente para cumplir y proteger la banda derecha de un rival que apenas inquietó. Tampoco estuvo fino en la acción del gol anulado, aunque el margen de mejora –ya lo ha demostrado– es muy grande.

Está claro que no es el central titular de un equipo que aspira al ascenso, y por ahí debe trabajar mucho el técnico. Transmite inseguridad al resto del equipo, que es lo peor que se puede decir de un jugador en su posición. Mucho por mejorar. El canterano del Madrid (21 años) está aún muy verde.

Fue la nota más decepcionante, tal vez, del partido inaugural. Se esperaba un jugador imperial en línea defensiva que diera consistencia y se le vio fuera de sitio, titueante en sus decisiones y en las antípodas de lo que ofreció hace un año en Albacete. El crecimiento del Pucela pasa por el suyo propio.

De no haber sido por el último cuarto de hora de partido, su nota sería de notable, pero la irrupción de Hassan en el tramo final y la imposibilidad de hacer más cambios le penalizaron. Necesitó de la ayuda de Kenedy y, aún así, la movilidad del jugador del Sporting supuso una pesadilla para él.

Ahí hay mediocentro para rato, y el suyo sí es un refuerzo de esos que necesita todo equipo que aspire al ascenso de categoría. Siempre bien colocado, aporta una solidez en el centro del campo que transmite tranquilidad al resto. Además, ha formado buen tándem con Monchu.

Está en su salsa y se le nota todo el trabajo que ha llevado a cabo en esta pretemporada tan convulsa. Es de los pocos que transmite liderazgo en el campo. Si además, añade llegada como en el gol ante el Sporting, poco más se le puede pedir. Si tiene continuidad será la mejor noticia para el equipo.

Estuvo por debajo de las expectativas generadas en pretemporada, en buena medida por su falta de tablas y experiencia en la categoría. Se le vio muy inocente, pecando de ingenuo en muchas de las acciones. La tarjeta que le llevó al banco, una de ellas. Comprensible tratándose de un debutante.

Empezó tímido, pero se fue entonando a medida que pasaron los minutos y suyas fueron algunas de las acciones que llevaron más peligro a la portería del Sporting. De hecho, si alguno de sus pases atrás tras llegar a líneaa de fondo hubiera acabado en gol, pelearía con Iván por el MVP del partido.

Mantiene la racha goleadora que ha sorprendido a propios y extraños en pretemporada, y es lo que cuenta en un delantero. El resto es subsanable con el paso de los partidos. Más en un jugador que viene del filial y que es debutante en la categoría. Es listo y está siempre dispuesto con la caña en el área pequeña.

Con lo que tiene entre manos, no se le puede pedir en el estreno... y si me apuran hasta septiembre. Después será otro cantar, pero de momento el reto es ganar al precio que sea. Estuvo rápido de reflejos con los cambios para evitar expulsiones (Boyomo) y no descompensar al equipo ni incurrir en alineaciones indebidas (jugadores del filial).

También jugaron:

Para ser centrocampista ofreció un buen rendimiento en la zaga, dando más tranquilidad incluso que la ofrecida por Boyomo. Se podría decir que fue el mejor central de los tres que jugaron pese a no ser su posición.

Ni se le vio tan mal como le vieron en su breve estancia en Grecia ni desde luego tan bien como apuntaba cuando llegó a Valladolid hace un año con la vitola de estrella. A caballo entre un punto y un otro, sí sorprendió su esfuerzo y compromiso a la hora de ayudar a Escudero con la salida de Hassan. Se le vieron cosas que desconocíamos hasta la fecha. Veremos si es flor de un día... o termina ofreciéndolas en otra plaza.

En una categoría como la Segunda, un solo toque suyo o un control orientado vale por todo un partido. El marroquí, con las maletas preparadas, dejó dos acciones para el recuerdo cuando ya no esté. Un lujo para este equipo... y para esta competición.

No tuvo muchas ocasiones para prodigarse pero, cuando lo hizo, cumplió dando continuidad a lo hecho por Luis Pérez en banda derecha. Un buen recambio en esa zona del campo para esta categoría.

Apenas diez minutos sobre el campo no dan para muchos lujos y en su caso, dispuso de dos balones que no llegaron a buen puerto. La de delantero es una posición a reforzar de forma urgente en estas dos próximas semanas de mercado.