Iván Cédric, el goleador «tranquilo» amante de la buena música

En el teléfono móvil de Cédric se acumulan mensajes de felicitación, pero él mantiene los pies en el suelo y la cabeza fría. «Lo llevo con tranquilidad y con la mayor normalidad posible. Tenemos otro partido importante ante el Real Oviedo. Ojalá se repita».

Cédric se hinchó a meter goles en la pretemporada (seis dianas) y ha marcado en las dos únicas victorias del Pucela en Liga (ante el Sporting por 2-0 y frente al Cartagena por 1-0). De los cuatro goles del equipo, dos llevan su firma. Aunque empezó la competición como titular, Paulo Pezzolano le utiliza ahora como revulsivo desde el banquillo. «A todos nos gustaría tener más minutos, pero lo más importante es el equipo. Si el míster considera que debo aportar más en los minutos finales, pues jugaré los minutos finales. Si otro día piensa que debo jugar de inicio, pues intentaré aportar desde el comienzo. Ante el Cartagena salí pensando que iba a tener una y que la iba a meter. Y la metí», explica el delantero, que posee ficha del filial.

A sus 21 años, Cédric ha observado con mucha madurez la crisis de resultados que ha atravesado el conjunto blanquivioleta. «Las cosas pueden no salir bien en algunos momentos, pero al final acabas teniendo la recompensa. Es verdad que la última victoria nos ha quitado un peso de encima, pero todos los jugadores son muy profesionales y saben que esas cosas pasan y que hay que levantar cabeza cuanto antes para tirar hacia adelante. Ahora jugamos contra el Real Oviedo y debemos afrontar todos los partidos como si fueran el último. En Segunda, no hay rivales fáciles. No podemos fiarnos de los resultados del Oviedo. Debemos salir allí al 200% para lograr los tres puntos».

Los primeros recuerdos de Iván Cédric incluyen una pelota de fútbol. «Sí, siempre he tenido el balón a mi lado», apunta durante una entrevista con El Norte de Castilla. «Empecé a jugar muy pronto en Móstoles. Lo hacía el cole, lo típico de los recreos. Mis compañeros me decían siempre que me tenía que apuntar a un club porque se me daba muy bien. Al final, no tardé mucho en inscribirme. Hice las pruebas, estuve media hora o así, y me cogieron en el Móstoles. Tendría seis o siete años. Allí estuve hasta cadetes. Luego, pasé por Los Yébenes hasta que llegué al Alcorcón con los juveniles. Estuve un año cedido en el Toledo y luego vine ya a Pucela».

Iván Cédric Bikoue siempre ha jugado como delantero centro. Como dice, él buscaba «meter goles» una y otra vez. Desde pequeño demostró su capacidad para perforar porterías. «Todos los años he hecho buenos números», relata. El entorno familiar le ayudó a prosperar. Sus padres, Benjamín Jean-Paul y María, habían llegado a España por caminos separados desde Camerún para cursar estudios universitarios (ADE en el caso del padre;hostelería en el caso de la madre). En Madrid se conocieron y de aquella relación nacieron tres hijos, una mujer y dos varones: Francine, Christian e Iván Cédric, el más pequeño. El matrimonio enfoca de manera diferente el éxito de Cédric:«Mi padre es más cauto; mi madre lo vive con más emoción porque estamos muy apegados. Mi padre intenta mantener la tranquilidad y me dice que tenga que paciencia y que siga trabajando porque el gol lo tengo».

El pequeño Cédric tenía como gran ídolo a Samuel Eto'o. «Pero también me fijaba en Ronaldo y Torres.Y, un poco más adelante, en Falcao y Diego Costa». Ronaldo Nazário, actual presidente del Real Valladolid, le felicitó tras el 'hat trick' que logró ante el Rayo Vallecano en el último Trofeo Ciudad de Valladolid. «Estuvimos hablando y me dio algunos consejos... Yo los intento seguir».

En el verano de 2022, el Real Valladolid llamó a la puerta de Iván Cédric para formar parte del Promesas y el delantero no se lo pensó. «Había varios equipos interesados. Yo estaba con un entrenador personal. En ese momento me encontraba en Albacete con Boyomo. Me llamó mi agente, me habló del Real Valladolid, esa misma tarde bajé a Madrid y al día siguiente estaba firmando. Fue todo muy rápido. Lo que más tardó fue la negociación entre el Real Valladolid y el Alcorcón».

El pasado mes de junio, Cédric recibió la convocatoria de Camerún para jugar la Copa África de Naciones sub 23. Sin embargo, la selección camerunesa no llegó a disputar esa competición porque la CAF reinstauró la plaza de Gabón, inicialmente excluida por irregularidades en la documentación de un futbolista. «Me jodió porque yo ya estaba allí. Gabón estaba fuera. No tuvo sentido lo que pasó, pero al menos estuve entrenándome con ellos».

Vacaciones en Duala

Iván Cédric posee la doble nacionalidad española y camerunesa y mantiene fuertes vínculos con el país centroafricano. «Siempre viajo allí en vacaciones. Tengo familia y amigos. Estoy muy apegado a Duala, el gran centro económico del país, aunque la capital sea Yaundé. Al Real Valladolid lo siguen bastante allí, más ahora que estamos Boyomo y yo, internacionales por Camerún. Además, el año pasado estuvo Hongla en el Pucela».

En su tiempo libre, Cédric trata de evadirse de la presión que genera la vida de un futbolista de élite. «Me gusta desconectar. Paso tiempo con mi pareja. Estoy con la familia y amigos. Disfrutar del entorno. Y también escuchar música... casi todo el día vivo con música. Desde reguetón a música francesa y de Camerún. En realidad me gusta toda la buena música, sé reconocerla, aunque no sean mis estilos 'a priori'».

Iván Cédric espera «crecer y mejorar» esta campaña en el Real Valladolid y, por supuesto, «ayudar al equipo en todo lo que pueda». «Todos sabemos cuál es el objetivo colectivo», dice en referencia al ascenso a Primera División. Él confía en aportar más goles decisivos... sin perder la perspectiva.