![Dos 'infartos' más en Zorrilla para sellar la permanencia del Pucela](https://s1.ppllstatics.com/realvalladolid/multimedia/201904/24/media/cortadas/fondonorte-k9KD-U8031856471jYE-624x385@El%20Norte.jpg)
![Dos 'infartos' más en Zorrilla para sellar la permanencia del Pucela](https://s1.ppllstatics.com/realvalladolid/multimedia/201904/24/media/cortadas/fondonorte-k9KD-U8031856471jYE-624x385@El%20Norte.jpg)
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Una vez recuperado el ritmo cardíaco de los días de oficina, el análisis vuelve a pisar tierra firme y a dibujar ahora un escenario mucho más optimista que hace un par de semanas cuando se veía el vaso medio vacío. Los nubarrones que se atisbaban entonces han virado hacia Cataluña y el cielo se ve ahora despejado sin rastro de una posible tormenta que pueda dar al traste con el paso dado ante el Girona. Aparcada la euforia que dejó la cuarta victoria en Zorrilla esta temporada, lo cierto es que el día después propone muchos más motivos que invitan al optimismo, sobre todo si los ponemos frente al espejo de otras plazas.
El primero de los motivos, y prioritario a estas alturas de año, tiene que ver con la dinámica.El segundo apuntaría al aspecto psicológico, y a un vestuario que ya ha recibido los golpes que ahora empiezan a sufrir en carne propia otros equipos. Y el tercero apunta directamente a un calendario más 'amable' que invita a hacer los deberes en Zorrilla para certificar la permanencia. Liberado de la mochila con la que parecía jugar el Valladolid como local partido tras partido, convincente en el juego pero no en el resultado, la dosis de confianza inyectada ante el Girona puede proporcionarle la inercia suficiente para afrontar los dos compromisos que aún le quedan en su estadio, primero ante el Athletic de Bilbao (domingo 5 de mayo) y por último ante el Valencia (fin de semana del día 19).
Tal y como se ha puesto la clasificación en las últimas semanas, y con lo caro que se cotiza sumar puntos para los equipos de la zona baja, dos victorias bastarían para salvar la categoría. En el camino se encontrará además con un Rayo que para esa fecha, segundo fin de semana de mayo, podría estar ya descendido.
Pese a lo que pueda parecer, las hojas del calendario no se parecen en nada a las que se oteaban en el mes de marzo. Entonces la vista se desviaba a Vigo o Villarreal, mientras que ahora las miradas apuntan directamente a un equipo en caída libre como el Girona, ya en puesto de descenso. Con seis derrotas consecutivas a la espalda, los catalanes deben medirse en las dos próximas jornadas a Sevilla y Getafe. El Levante, que reaccionó ayer con contundencia, se verá las caras por su parte con Barcelona y Atlético, además de jugar dos partidos con rivales directos (Rayo y Girona).
36 son los puntos con los que terminó el Valladolid en su última campaña en Primera División, uno más de los que tiene a fecha de hoy a falta de cuatro jornadas. En aquella temporada, 2013/14, el equipo de JIM llegó a la jornada 34ª con 33 puntos, uno por encima de la frontera del descenso, y solo fue capaz de sumar tres más por lo que terminó perdiendo la categoría tras caer en sus dos últimos partidos ante Betis (4-3) y Granada (0-1).
En este sentido es el Rayo de Paco Jémez el que se lleva la palma en este tramo final, ya que cerrará la liga jugando tres finales –en caso de llegar vivo– ante Levante, Valladolid y Celta. Sus perspectivas no son muy halagüeñas toda vez que antes de llegar a ese punto, jugará ante Sevilla (hoy) y Real Madrid (el domingo) sin su máximo realizador y uno de los principales baluartes, Raúl de Tomás.
Precisamente vallecanos y gerundenses defienden el dudoso honor de ser dos de los tres equipos que más derrotas han encadenado a lo largo del campeonato. El Rayo enlazó hasta siete, y el Girona certificó en Zorrilla la sexta derrota consecutiva (el tercer equipo es el Espanyol, con seis).
Si de auténtica final se calificaba hace unos días la visita del Girona a Valladolid, el calendario le reserva un partido con mayúsculas a Levante y Girona, que se verán en Montilivi en la penúltima jornada.
Los partidos subrayados en rojo para el Real Valladolid volverán en el mes de mayo con la visita de un Athletic de Bilbao que todavía alberga esperanzas de alcanzar plaza europea la próxima temporada. Antes, su visita al Wanda Metropolitano se cuenta entre los partidos 'prescindibles' tanto por el nivel del rival como por su pugna por la segunda plaza del campeonato. En este sentido, también el conjunto blanquivioleta ha empezado a echar mano de ese otro fútbol que tanto echaba en falta el técnico en el campo en las últimas semanas, y perderá ante el Atlético de Madrid a Kiko Olivas al forzar la quinta tarjeta amarilla el pasado martes.
De este modo el central malagueño, uno de los que se encuentra en mejor estado de forma en este tramo final de campeonato, llegaría limpio a las tres últimas jornadas. Ese mismo caso se dio hace varias jornadas en el Celta con Iago Aspas, que cumplió sanción en el Wanda Metropolitano para no perderse el esprint final de temporada. Llegados a este punto todo suma y tiene su trascendencia, más en un bloque escaso de recursos después de tanta lesión, y la lista de apercibidos se encuentra a cero.
Míchel, con 8 tarjetas amarillas, es el que más cerca está de sufrir sanción, con Keko (3) también a dos de cumplir ciclo. Enes Ünal y Óscar Plano aparecen en un segundo término con 7 cartulinas.
Sin embargo el aliado que ahora parece el calendario se puede volver en contra y darse la vuelta como un calcetín en un suspiro a la vista de lo que ha costado conseguir una victoria en Zorrilla –tres meses desde la penúltima ante el Celta–. Pensar ahora que repentinamente se van a conseguir tres de manera consecutiva –cuando ha logrado cuatro este año como local– entra en el terreno de lo posible pero también en el de un optimismo exacerbado.
El calendario, por lo tanto, lo hacen bueno o malo las dinámicas de los equipos. Y la de este Valladolid, sin ser notable, sí está en estos momentos en mejor línea que la de rivales directos como, por ejemplo, el Girona. Un club, el catalán, que ayer ratificó su confianza en el técnico Eusebio Sacristán para lo que queda de temporada.
También en este aspecto 'puntúa' el Valladolid, ya que de los siete equipos que están en plena carrera por la permanencia es uno de los que ha sabido mantener la paciencia con su técnico. Celta hasta en dos ocasiones, Villarreal, Rayo, y Huesca se han visto obligados a mover su banquillo.
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