El idilio de Shon Weissman con el Real Valladolid

«Para mí lo más importante es la sintonía que existe entre club y afición. Me gusta esta conexión y ojalá podamos seguir así. Todo nos va bien ahora, pero cuando llegué el año pasado desde el primer momento ya me demostraron cariño y les estoy muy agradecido», dice Weissman, flamante ganador del premio Estrella Galicia al mejor jugador blanquivioleta del mes de diciembre.

El atacante israelí se quedó sin marcar en la última jornada en la victoria frente al Burgos CF después anotar en los tres triunfos anteriores. Sin embargo, es uno de los delanteros más voraces de la categoría y, con once tantos ligueros, solo está por detrás de Cristhian Stuani (15) y Rubén Castro (12) en la tabla de máximos realizadores. «Quiero marcar muchos más goles, todos los que pueda. Está claro que el primer objetivo que tenemos todos es subir. Después, quiero ser el máximo goleador de Segunda».

Los once goles de Weissman en Liga esta campaña han llegado sin lanzar un solo penalti. Ya se sabe que a este Real Valladolid los árbitros no le conceden ni una sola pena máxima a favor, a pesar de la vocación claramente ofensiva del equipo y el tiempo que pasa en las áreas contrarias. El israelí sonríe cuando se le pregunta si, llegado el momento, se encargaría él de lanzarlo. «Ojalá nos lo piten. Cristo marcó en el último partido en la jugada posterior a un posible penalti. Estoy muy feliz de que fuese así. Creo que sí podría tirarlo, pero primero necesitamos que nos señalen alguno a favor...».

Con el mercado de invierno abierto, Weissman tiene claro que seguirá en el Real Valladolid, a pesar del brillo que emite y de su producción goleadora. «No [me iré]. Estoy muy a gusto aquí en Valladolid, me gusta la afición. Quiero subir. Para esto estoy aquí. Estamos en el camino para lograr el objetivo».

Las últimas cuatro victorias consecutivas han disparado la moral en Zorrilla, han unido aún más a la plantilla blanquivioleta y han reforzado el mensaje táctico de José Rojo 'Pacheta', un entrenador con el que Weissman sintoniza a las mil maravillas. «Después de los triunfos siempre tienes más confianza. Estoy muy feliz con mi equipo, con el míster y con todos. Ojalá sigamos así. Pacheta es un entrenador que me gusta mucho. Es muy buena persona y muy buen técnico», subraya el israelí.

Weissman es un tipo que vive con el gol entre ceja y ceja. Y, aunque disfruta las victorias, lamenta en el plano personal los partidos en los que no logra materializar sus ocasiones, especialmente si son claras, como sucedió frente al Burgos CF la pasada jornada en Zorrilla. El delantero admite que la noche posterior no durmió, repitiendo en su mente las jugadas desaprovechadas. «Me sucede siempre que acabo un partido sin goles, pero estaba muy feliz con la victoria y con la afición».

Por eso, anda con ganas de desquitarse lo antes posible, una circunstancia que choca con el parón liguero de este fin de semana. «Yo lo que quiero es jugar. Ayer, hoy, mañana y pasado, si fuera posible», desliza. Además, confía en su capacidad para seguir anotando goles e incrementar los once logrados hasta el momento en la división de plata. «Quiero marcar en cada partido. Llevo once, sí, pero necesito más. Estoy muy feliz de estar arriba en la tabla de máximos goleadores. La idea es seguir ahí».

El Real Valladolid ha ganado sus dos últimos partidos por 1-0, un marcador exiguo teniendo en cuenta el despliegue ofensivo del equipo. Para Weissman, el «camino» está «bien» marcado, a pesar de que no resulta fácil «mantener el 1-0 hasta el final». «Creo que en los próximos partidos marcaremos más tantos y resolveremos antes las victorias».

El gran reto para este Pucela candidato al ascenso directo pasa por lograr ahora a domicilio el altísimo nivel que muestra en Zorrilla, convertido en un granero de triunfos. Weissman señala que quedan «nueve partidos en casa» y aspira a «ganar todos». «También tenemos que ganar lejos de Zorrilla. Fuera, en casa... Todos los que podamos».