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Shon Weissman celebra uno de sus dos goles ante Osasuna con un gesto religioso del judaísmo. Real Valladolid
La huella de Shon Weissman

La huella de Shon Weissman

Impacto ·

El delantero israelí ha logrado el primer doblete y el gol más tempranero del Real Valladolid esta temporada, y amplía hasta diez el número de futbolistas del Pucela que ya han marcado este curso

Arturo Posada

Valladolid

Domingo, 13 de diciembre 2020, 09:01

Shon Weissman llegó al Real Valladolid con la expectación que despertaban los 37 goles logrados con el Wolfsberger austriaco la pasada campaña entre Liga, Copa y Europa League.

El 'hype' que suscitó su fichaje fue el más intenso del mercado en el 'planeta Pucela', pero en Zorrilla, por unas u otras causas, ha tardado trece jornadas en mostrar su filo.

Eso sí, la explosión ha resultado grandiosa: dos golazos ante Osasuna que permitieron al equipo blanquivioleta hacerse con los tres puntos en una cita clave.

Weissman se mostró en todo su esplendor.

Otros nueve futbolistas del Real Valladolid habían marcado antes que él esta campaña (incluido un central como Bruno González), pero nadie había logrado un doblete esta temporada. El último en conseguirlo fue Enes Ünal en el empate a dos ante el Leganés en Zorrilla del curso pasado.

El delantero israelí firmó también el gol blanquivioleta más tempranero de la presente Liga.

Cuando el reloj marcaba 6 minutos y 18 segundos su disparo con la derecha, tras un control orientado con giro a pase de Óscar Plano, se coló en la portería de Sergio Herrera.

Hasta entonces el gol de penalti de Fabián Orellana ante el Ahletic, el minuto 19, aparecía como el tanto blanquivioleta más precoz en un equipo que ha logrado el resto de sus goles superada la media hora de los partidos. El Pucela no suele madrugar para abrir el marcador.

Cuando anotó su primer tanto, Weissman extendió las manos y se dirigió a la cámara de televisión situada en el fondo sur, donde, en tiempos prepandémicos, el público de Zorrilla habría festejado con él su estreno goleador.

«Estoy aquí», dijo gestualmente mientras jugadores como Marcos André, Nacho Martínez, Saidy Janko, Roque Mesa y Alcaraz acudían para abrazarle entre sonrisas. El israelí también lo celebró con un gesto religioso propio del judaísmo, concretamente del 'Shema', el rezo más esencial de este culto.

Se colocó la mano sobre la cara para recitar una pequeña plegaria al tiempo que tiraba del cuello posterior de la camiseta: «Escucha Israel, el Señor es tu dios, el Señor es Uno».

Weissman se presentó en LaLiga con el primero de sus festejos goleadores.

Y no iba a ser el último.

Días antes, su fichaje por cuatro millones de euros (récord en el Real Valladolid), empezaba a cuestionarse. En los ocho partidos con su concurso, solo había mostrado un rendimiento discreto.

¿Tendrá impacto Weissman aquí?

¿Acabará encajando en el esquema de juego blanquivioleta?

¿Cuánto tardará en estrenarse con la camiseta del Pucela?

Sergio González le picó en su amor propio en la rueda de prensa previa al partido de Osasuna cuando señaló que debía seguir el ejemplo de su compañero Marcos André y «tirar la puerta». Luego, el entrenador lo aúpo a la titularidad en un 4-4-2 de vocación creativa.

Y Weissman tiró la puerta, vaya si la tiró.

Si el primer gol desató la alegría en los aficionados que seguían el partido por televisión, el segundo tanto del israelí permitió al Real Valladolid culminar una gran remontada ante Osasuna y llevarse la victoria por 3-2.

Esta vez, el envío le llegó de la bota de Pablo Hervías, sustituto del lesionado Janko. Weissman giró el cuello con fuerza y puso el balón junto al segundo palo, lejos de los guantes de Herrera.

Otra vez la celebración: los brazos abiertos; los brazos cruzados; el 'aquí estoy yo'; los achuchones de los compañeros; la plegaria con la cara tapada y el cuello posterior de la camiseta estirado; un corazón y un gesto para señalar el escudo del Real Valladolid; la alegría a raudales.

Escucha, Israel.

Escucha, España.

En todo el partido, Weissman solo ejecutó cuatro remates al área, con gran efectividad.

El primero fue el gol inicial.

En el segundo se sacó un taconazo a centro de Nacho que salió desviado y al que también aspiraba Óscar Plano, mejor perfilado: «Háblame, háblame», le dijo Weissman a Plano con gestos. El tercero fue el tanto de la remontada. El cuarto, un cabezazo tras una falta botada por Hervías al área que detuvo Sergio Herrera.

Weissman entró en contacto con el balón en 22 ocasiones y su mapa de calor muestra mucha actividad en el área rival.

Los dos tantos ante Osasuna le colocan como el delantero del Real Valladolid que mejor ha aprovechado sus minutos en el campo en lo que a goles marcados se refiere. La media matemática señala que ha anotado cada 198 minutos. Marcos André, el máximo realizador del equipo con tres dianas, ha anotado de media un tanto cada 227 minutos y Sergi Guardiola solo suma un gol en los 785 minutos que ha permanecido en el césped esta temporada. El extremo Jota Filipe posee la mejor media: ha marcado un gol en 96 minutos.

La esperada explosión de Weissman fue celebrada en el vestuario blanquivioleta. El defensa central Bruno González lo expresó ante las cámaras de Movistar +: «Los que tienen gol, tienen gol. No había tenido muchas oportunidades... o no le habían entrado. Contra el Real Madrid dispuso de una clara y se la sacó el portero. Al final, juegue quien juegue, arriba no se nota porque todos aprietan. Eso es bueno para el nivel de la plantilla y complica las cosas al míster. Shon va a estar contento y nosotros por él porque es un gran chico y está trabajando muy duro».

El delantero israelí ya ha dejado sus primeras huellas en Zorrilla.

המשך כך, ויסמן

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