La historia de Tiago Araujo, el lateral que pudo ser y no fue para el Real Valladolid

El viaje de negocios de Tiago Araujo se convirtió en una visita pagada a la ciudad del Pisuerga, que acabó a los diez días de haber llegado. Todo cambió tras romperse el preacuerdo, entre la falta de concreción y una lesión que parecía haberlo complicado todo en el reconocimiento médico. Entre el desconocimiento y la necesidad, el aficionado apenas pudo paladear con la oportunidad más cercana de firmar un lateral zurdo durante el aciago verano de 2024, si dejamos a un lado el tibio acercamiento el último día de mercado a Thibault de Smet, frenado por LaLiga y el temido límite salarial.

Tras toda esta teleserie, Tiago Araujo, el lateral que no fue para el Valladolid, acabó en Bélgica, donde juega desde su llegada al KAA Gent. El equipo, entrenado por Wouter Vrancken, a día de hoy es tercero en la Pro League belga y tiene en la figura de Araujo un jugador de rotación. En su reto particular como nuevo jugador del Gent (previo pago de 1.3M€ al Estoril), el luso deberá superar al titular, Archie Brown, un lateral zurdo de calidad, que con sólo 22 años ha convencido de manera clara a su entrenador para ser de la partida en la primera parte de esta 24/25.

Desde su llegada a finales del mes de agosto, Araujo ha disputado sólo 133 minutos en el equipo belga, repartidos en 5 duelos, con sólo una titularidad en todos ellos, en el empate a uno ante el Saint-Truiden de la última jornada. El parón de selecciones no permitirá por el momento saber si sus primeros minutos como titular han convencido a Vrancken, pero lo que está claro es que de momento no ha caído de pie en el fútbol belga tras su fallido fichaje por el Real Valladolid.

Lo que está claro es que el perfil del futbolista a priori encaja algo mejor en la propuesta del equipo belga que en la que se hubiera encontrado en el Real Valladolid. Más allá de la falta de efectivos en esa zona, Pezzolano parece bastante convencido de utilizar un sistema con cierta asimetría, con un Luis Pérez más valiente en profundidad y un lateral zurdo que se junte por dentro, para darle libertad a Moro por delante y sumar un nuevo efectivo que apoye la asociación con los interiores e incluso que sume con llegadas a la frontal y sorprender en segundas jugadas. Un rol que, con las dificultades esperadas por jugar a banda cambiada, está cubriendo, hasta ahora correctamente, Lucas Rosa.

Y es que Tiago Araujo, más allá de las razones que provocaran su vuelta a Portugal sin contrato con el Pucela, no encajaba demasiado bien en la posibilidad de sumarse a esa idea como un lateral interiorizado. Casi un extremo, el lateral luso siempre sumó más en su trayectoria como el clásico lateral de llegada a línea de fondo, con capacidad para buscar el centro o encontrar el espacio para amenazar la portería rival. En el Gent, sin ir más lejos, ha jugado como carrilero en un dibujo de 1-5-2-3, desempeñando un papel ofensivo mucho más desenfadado y cerca de la cal de lo que parecía buscar en verano el equipo de Pezzolano para encarar la temporada y, a todas luces, más cercano al perfil de juego en el que Tiago Araujo pueda sentirse más cómodo en el césped.