Gustavo Henrique, un plus de fuerza para la zaga del Real Valladolid

Se pedía con insistencia que el Real Valladolid oteara el mercado para hacerse, por lo menos, con un central más y las súplicas han acabado por surtir efecto. Si bien es cierto que la llegada de Boyomo y la subida desde el filial de David Torres han aumentado la nómina de centrales, el sangrado intenso de las bajas de este mercado en la línea defensiva preocupaba sobremanera, y con razón, a los aficionados del Real Valladolid. Una herida que pretenden sanar con la incorporación de Gustavo Henrique, futbolista de 30 años de edad que llega traspasado desde el Fenerbahçe.

Nacido hace 30 años en São Paulo, Brasil, Gustavo Henrique se ha convertido en el elegido para seguir puliendo una línea defensiva vallisoletana que ha sufrido muchas bajas tras la temporada 22-23. Su camino como futbolista comenzó muy pronto, incorporándose a las categorías inferiores del Esporte Clube Vitória, en Bahía, desde donde dio el salto con apenas 14 años a Santos, que requirió sus servicios tras destacar como zaguero en las dos campañas anteriores, después de que en sus inicios se desempeñara como centrocampista. Ese cambio posicional le facilitó destacar en la zaga por su altura, su dominio de los duelos aéreos y su presencia ofensiva en área contraria. Una pieza demoledora desde lo físico que fue ganando peso en Brasil hasta su llegada en 2020 a Flamengo, tras disputar más de 200 partidos en Santos.

Allí se encontraría con Jorge Jesus, uno de sus grandes valedores que, en 2022, requirió personalmente para su proyecto en el Fenerbahçe turco tras la salida de Kim Min-jae. Una aventura que no acabó positivamente, pues a pesar de la confianza de su entrenador, no supo mostrar demasiadas virtudes en una zaga que varió con soltura entre la línea de tres o de cuatro piezas, ocupando casi siempre la posición de central en perfil zurdo. El viaje definitivo a una línea de cuatro más estable le quitó el sitio en favor del húngaro Szalai y Gustavo Henrique pasó a no contar demasiado para los planes del técnico luso, que no logró sacar de él lo esperado en el fútbol turco.

Todo este viaje es el que ha llevado la carrera de Gustavo Henrique hasta las orillas del Pisuerga, a pesar de que las características que lo elevaron en Santos no acabaron por ser útiles en el fútbol europeo, con una temporada de más a menos en la que estuvo sin participar con el equipo desde marzo. Y, sin embargo, parece que sus virtudes físicas han convencido a Pezzolano y Catoira para poder pescar en Turquía un central para mejorar las prestaciones de una defensa en cuadro que ya ha tenido dificultades en apenas dos jornadas. En una liga como la Segunda División española conviene no ir corto de entrega ni de fuerza, por lo que se entiende que se quiera dar ese impulso desde lo físico al equipo con un jugador que tiene mucho por demostrar aún en el viejo continente.

Tras la llegada de De la Hoz y Juric, era vital seguir aumentando los efectivos en defensa, pues más allá de las dos llegadas atrás, las opciones de Pezzolano para la presente campaña siguen siendo algo limitadas para encarar una temporada que se presume larga. Dentro de lo que puede ser la configuración de la defensa tras la llegada de Gustavo Henrique, podemos asumir que suya será la responsabilidad de aportar ese plus físico a la línea defensiva, con la duda de Boyomo, que, aunque ha generado opiniones diversas en sus primeras apariciones, debería ser el elemento diferencial por intensidad y por capacidad asociativa desde atrás. A priori encaja más el francés en lo esperado dentro del fútbol de Pezzolano, pues las virtudes del ex defensa del Fenerbahçe no pasan por dar seguridad con espacio a la espalda ni esgrimir una salida de balón pulcra.

El brasileño, por tanto, a priori llega para ser una pieza de plantilla que, aunque puede partir de inicio, parece destinada a dotar de un recurso al técnico para sumar en intensidad, fuerza, garra y para dar esos centímetros necesarios en las disputas aéreas, así como para generar algo de peligro en situaciones ofensivas, siendo un central con capacidad de remate en acciones a balón parado que no se debe despreciar. Veremos si lo suficiente para desplazar a alguno de los compañeros en la zaga o para esperar su oportunidad desde el banquillo. Sumará también experiencia, tras un recorrido florido en diversas realidades incluso dentro de Brasil, formando en dibujos diferentes y adaptándose a diferentes roles, eso sí, siempre en la defensa.

Con las dudas que generó en Turquía y la necesidad que tiene el Real Valladolid en defensa, Gustavo Henrique está en un punto clave de su carrera para alimentar las críticas o acabar por demostrar que está al nivel competitivo esperado antes de su llegada a Estambul. De su capacidad para adaptarse al club pucelano y hacerse con el rol que tendrá Pezzolano reservado para él dependerá en gran medida que el precio pagado a Fenerbahçe esté bien invertido. El tiempo dirá que se pueda aprovechar su fichaje para encarar un objetivo que sin mejorar en la defensa parece mucho más lejano.

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