Luis García Bravo, director general corporativo del Real Valladolid
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Luis García Bravo, director general corporativo del Real Valladolid
«Nos gusta más un marco de colaboración con las administraciones que de injerencia»Luis García Bravo es el nuevo hombre fuerte del Real Valladolid. Nacido en Burgos en 1982 («aunque siempre he vivido en Miranda de Ebro», ... matiza), este licenciado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Carlos III de Madrid lleva ahora las riendas del área corporativa del club.
–¿Cómo ha sido el último mes para usted tras la dimisión de Matthieu Fenaert?
–He asumido la confianza que la propiedad ha depositado en mí. Llevo en el club cuatro años y medio desarrollando funciones de dirección financiera y recursos humanos. La propiedad ha confiado en mí y yo lo asumo primero con gratitud y después como un reto profesional bonito. Estoy con muchas ganas y ambición. Además, me rodea el gran equipo de profesionales que hay en el club a todos los niveles.
–¿Cómo se le planteó que asumiera este nuevo cargo de director general corporativo?
–Fue una comunicación conjunta por parte de la propiedad y del consejero delegado [Matthieu Fenaert ]-
–¿Qué es lo más importante que debe afrontar ahora?
–Estamos muy enfocados en lo deportivo. En estas últimas semanas hemos trabajado mucho para recuperar la competitividad y la exigencia que habíamos perdido en algunas fases de la temporada. Ése era el primer objetivo. Pedimos calma para que el cuerpo técnico y los jugadores pudieran trabajar con la suficiente calidad para hacer un buen trabajo. Estoy satisfecho porque el cuerpo técnico me ha transmitido que se ha conseguido ese ambiente. También estamos relativamente satisfechos porque hemos recuperado la competitividad. Es verdad que no han llegado los resultados positivos y es el siguiente paso que perseguimos para devolver el apoyo que nos brinda la afición.
–¿Usted tiene responsabilidad sobre la parcela deportiva o sólo sobre la corporativa? ¿Quién tomaría decisiones que afectasen a la parte futbolística?
–Aunque sea una dirección general más enfocada a lo corporativo, las decisiones se toman de manera consensuada con la propiedad.
–¿Cómo se puede planificar ahora la próxima temporada en medio de la incertidumbre institucional? ¿En qué se trabaja ahora?
–Por un lado, estamos muy enfocados en el día a día, en el corto plazo. Nos preocupa cada semana. Llevamos un camino del que estamos relativamente satisfechos, pero es verdad que por la fase que estamos, en el último trimestre del ejercicio, nos enfocamos ya en la próxima temporada, pensando en el medio y largo plazo. Lo enfocamos desde la tranquilidad para hacer un análisis y evaluación de esta temporada, autocrítica en los aspectos que corresponda y planificar. Es un trabajo interno que haremos de forma discreta. Cuando se haya completado ese análisis transversal, se tomarán las decisiones oportunas.
–Es decir, que ahora no se podría asegurar quién será el entrenador o el responsable deportivo la próxima temporada…
–Es el momento de analizar factores y variables, de forma profesional y con discreción. Cuando se tomen las decisiones, se anunciarán.
–Habla de que se ha logrado calma interna. Sin embargo, externamente hay de todo menos calma. La relación está muy deteriorada con la masa social.
–En el club comprendemos y compartimos la frustración de la afición. Digo que la compartimos porque su frustración no es excluyente de la que podemos sentir aquí, desde los trabajadores del club hasta los jugadores pasando por el cuerpo técnico, cuando los resultados no han salido. En algunos momentos sentíamos que teníamos que pedir perdón y así lo hemos hecho. A partir de ahí, debemos canalizar esa frustración para convertirla en energía y revertir la situación y los resultados. Creo que hemos avanzado en ese sentido.
–La planificación de la próxima campaña se hará ya pensando en Segunda…
–La clasificación es la que es. Lo ve cualquiera. No nos vamos a autoengañar. Por eso ponemos el foco en la exigencia máxima cada semana y en cada partido. Porque recuperar las sensaciones y la buena dinámica con resultados será positivo a corto, medio y largo plazo.
–¿Tiene contacto frecuente con el presidente, Ronaldo Nazário? ¿Está atento al día del club? ¿Es real la imagen que tenemos de él como un presidente apartado de la entidad?
–Ronaldo es el propietario del club y como propietario marca las directrices y las pautas que debemos seguir. Aquí hay un equipo gestor en el que ha delegado y con el que tiene relación constante. El propietario conoce el día a día del club y cuando requerimos de él, el propietario está para colaborar como uno más. El primer interesado es él. La comunicación es fluida y constante.
–Es el propietario, pero también el presidente. Y un presidente no ejecutivo en el día a día. ¿No cree que debería haber alguien con ese cargo para mejorar el funcionamiento interno?
–El organigrama está ajustado a la estructura del club. Aquí hay excelentes profesionales en todas las áreas, corporativas y deportivas. La gestión operativa diaria está perfectamente cubierta. Tenemos y sentimos el apoyo de la propiedad. En ese sentido, no veo inconveniente.
–¿En qué punto está la venta del Real Valladolid?
–Es un mensaje recurrente de los últimos meses e incluso años. Se habla siempre de potenciales ventas, inversores… La realidad es que, ya desde mi etapa profesional previa en LaLiga, hay con mucha recurrencia inversores de muchos perfiles que se acercan a LaLiga o a los clubes con potencial interés. Eso es bueno. Cuando empecé a trabajar en LaLiga en 2015 esto no ocurría porque el sector no estaba saneado. En mi última etapa allí, ocurría muy frecuentemente. Que haya inversores interesados es positivo porque habla bien del trabajo que se está haciendo. A partir de ahí, este no es un tema que esté en nuestro día a día. Nosotros trabajamos pensando también en el medio y largo plazo. La propiedad así nos lo exige: mirar hacia el futuro para una mejora constante y que el club siga creciendo.
–¿Cómo ha afectado internamente el anuncio de Ronaldo de que no optará finalmente a la presidencia de la Confederación Brasileña de Fútbol?
–No cambia el día a día para nosotros. Velamos por el corto, medio y largo plazo, que no es poco. No es una circunstancia que modifique nada.
–¿Qué opinión le merece la moción del grupo municipal socialista para que el Ayuntamiento lidere la captación de posibles compradores del Real Valladolid?
–Trabajamos con todas las instituciones y administraciones. Es la forma de velar por los intereses de club y afición. Siempre vamos a mostrar colaboración, gobierne quien gobierne. Es verdad que nos gusta más un marco de colaboración que de injerencia. Las puertas del club están abiertas para quien quiera ayudar o tenga propuestas.
–Pedro Herrero, portavoz socialista, dijo: «El club está en malas manos, no hay nadie al volante»…
-Como digo, preferimos un ámbito más de colaboración con las administraciones, como venimos demostrando en temporadas pasadas. Es el entorno en el que nos movemos.
–¿Cómo ve, personalmente, que se pueda concretar una venta próxima del Real Valladolid?
–Creo que el escenario no ha cambiado. Siempre habrá intereses potenciales y eso habla bien. No está encima de la mesa ni en nuestro día a día.
–¿Por qué está el Real Valladolid en una situación deportiva de tanta debilidad? ¿A qué causas obedece?
–La Primera División es una categoría muy exigente, donde cuesta mucho obtener cada punto. Ha habido fases de LaLiga donde no hemos sido lo suficientemente competitivos. También es verdad que en esta categoría los clubes están cada vez más polarizados. Los grandes son más grandes, hay más diferencias. Existe una desigualdad en el reparto de ingresos audiovisuales entre el primero y el último, con un ratio de 3,5 a 1, la mayor diferencia de las grandes ligas europeas. Eso condiciona mucho a los clubes. Los que no somos grandes, tenemos las armas que tenemos para llegar a nuestros objetivos.
–Sí, pero este curso, el Real Valladolid está incluso descolgado del resto de equipos que luchan por salvarse en la zona baja. ¿Por qué? ¿Se debe a la limitación impuesta por LaLiga para fichar en verano?
–La propiedad realizó una ampliación de capital entonces para añadir mayor competitividad deportiva. La realidad es que ha habido fases de la temporada en la que no hemos competido bien o todo lo que exige la categoría. Es el reflejo de donde estamos.
–¿Se hipotecó el club demasiado la pasada temporada, incorporando cedidos con opciones de compra obligatoria en jugadores que ni siquiera han contado para este año y que han salido, como Biuk o Meseguer?
–En cada momento se toman decisiones deportivas. Entonces, se consideró que eran las oportunas y correctas. No veo que eso sea determinante para la situación actual.
–¿Cómo se puede explicar a los abonados que el Real Valladolid es un club que siempre está obligado a vender?
–Volvemos a la idea de los ingresos audiovisuales, que representan el mayor porcentaje sobre la cifra de negocio de los clubes. Hay un reparto desigual. Nosotros competimos no sólo en el mercado nacional, sino también en el internacional. La forma que tenemos los clubes, salvo los grandes, de equilibrar nuestros presupuestos y de acortar el espacio entre los de arriba y el resto es vía traspasos. No es ninguna novedad. Así ha ocurrido históricamente. Tenemos que hacerlo, igual que lo hacen otros clubes.
–Los aficionados se preguntan dónde está el dinero de los traspasos, aunque lo cierto es que este curso el club ha fichado a varios jugadores en propiedad por los que ha tenido que desembolsar dinero. ¿Se equilibran unos con otros?
–Como el resto, somos un club transparente y publicamos las cuentas anuales, los estados financieros intermedios, diferentes indicadores financieros que nos exige LaLiga… El club ha saneado su situación financiera en los últimos años porque partíamos de una deuda concursal elevada. También ha habido una mejora de la infraestructuras y un crecimiento en la estructura como exige el entorno actual. El club hace ese equilibrio entre lo económico y lo deportivo.
–Vemos que el club ha empezado a enviar cartas semanales a los abonados y trata de mejorar el comité consultivo del aficionado. ¿La idea es que la relación sea más fluida con los seguidores?
–Hemos identificado que en algunos momentos quizá no hemos comunicado como deberíamos o con la recurrencia que deberíamos. Así nos lo ha trasladado parte de la afición. Hemos abierto más canales complementarios. Estamos convencidos de que hacemos un buen trabajo y nuestro afán es que el aficionado esté próximo a lo que se realiza en el club y que conozca más del día a día. Potenciamos el comité consultivo del aficionado, antes con una convocatoria trimestral y ahora hemos propuesto que sea bimensual.
–¿Han tenido respuesta sobre la queja-reflexión que lanzaron desde club por el último arbitraje ante el Celta?
–Lo que hicimos fue transmitirlo a la Federación, vía el Comité Técnico de Árbitros, y nos han contestado que nos darán respuesta a esta reflexión porque entendemos que es mejor vivir sobre certidumbres que sobre otras situaciones más confusas.
–¿Qué fue del proyecto de Ciudad Deportiva y remodelación del estadio que prometió el Ayuntamiento? ¿En qué punto está?
–Siempre tenemos un afán colaborativo con las instituciones, en este caso con el Ayuntamiento. Tanto en el anterior proyecto como en el actual, nosotros hemos hecho nuestro trabajo. Estamos preparados. La idea de la Ciudad Deportiva venía de tiempo atrás y el acuerdo CVC-Liga no hizo más que refrendar el proyecto que ya tenía el club. Estamos listos, disponemos de los fondos y hay que esperar a los plazos legales correspondientes. Nos gustaría que fuera cuanto antes porque la Ciudad Deportiva es un salto cualitativo para el club.
–¿Hay previstas reuniones con el Ayuntamiento?
–La comunicación es constante con el Ayuntamiento, en los diferentes equipos de trabajo tanto de una parte como de otra. Se sigue avanzando y es cuestión de ir cumpliendo los plazos.
–Antes hablaba de las diferencias entre los clubes de LaLiga. ¿Por qué cada vez son más acusadas?
–La economía en general, no sólo la del sector, tiene unos gastos crecientes. Estamos en un entorno inflacionario en los últimos años. Por otra parte, los ingresos audiovisuales, que tuvieron un momento disruptivo con la venta centralizada en 2015, no crecen 'sine die'. Se mantienen planos. Si los costes suben y los ingresos se mantienen, llegamos a la situación en la que estamos los clubes. Por otra parte, el reparto en 2015 se podía ver como oportuno y correcto, pero quizá habría que revisarlo para que estuviera más alineado con las otras ligas europeas.
–¿Qué mensaje se puede lanzar a la afición en este momento con vistas al próximo proyecto en Segunda?
–Para nosotros, la seña de la identidad es la afición. Así nos lo han refrendado en los últimos años, donde hemos ido batiendo el récord de abonados hasta llegar a los 24.000 con lista de espera. El objetivo y la ambición del club no es otro que el de fidelizar y tener cerca a la afición. Queremos transmitir un proyecto de futuro donde todos estamos alineados. Coyunturalmente, no estamos atravesando la mejor situación en lo deportivo, es evidente, pero hay un proyecto de futuro y queremos y tenemos que contar con la afición. El club no tiene otro objetivo, desde la propiedad a los que estamos aquí, que hacer un proyecto mejor y seguir creciendo.
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