«Me gusta el estilo asociativo, pero vertical, de ataque y llegadas»

–¿Cómo está viviendo esta nueva etapa después de su retirada?

–Realmente bien, la verdad. Me retiré a los 33, tengo ahora 39 y he empezado a entrenar hace tres años. Me tomé un tiempo tranquilo y relajado y ahora me empieza a gustar lo de entrenar. De momento estoy con niños pequeños y muy contento, me gusta mucho.

–¿Tiene planes de dar un paso adelante en el mundo de los banquillos?

–Sí, ahora mismo dispongo del primer nivel y a ver si puedo sacarme el nacional próximamente para poder entrenar a equipos de cualquier categoría.

–¿Es usted de los que ven mucho fútbol?

–Pues sí, veo mucho, me gusta y además veo partidos de todo tipo. No solo Real Madrid, Barcelona, sino que veo todo tipo de partidos.

–¿Al Real Valladolid le está viendo?

–Sí, le estoy viendo.

–¿Y qué sensaciones le transmite?

–Está bien, pero se le están yendo puntos. La derrota contra el Cádiz es de las que pueden doler un poquito, pero es el principio y queda mucho.

–Usted ha tenido muchos y muy buenos entrenadores en su carrera, ¿alguno de ellos lo toma como referencia para su próxima etapa?

–De los que me han entrenado, como referencia me quedo sobre todo con Ernesto Valverde. Es con el que mejor me he entendido y al que he visto como entrenador aportar más soluciones a los que estábamos dentro del campo. También Miroslav Djukic, que era muy buen entrenador, explicaba muy bien y hacía entender muy bien la filosofía de juego que tenía. Creo que son los dos mejores entrenadores que he tenido.

–Juguemos a imaginarnos al futuro Óscar entrenador, ¿cuál sería su modelo de juego?

–Realmente creo que el modelo lo marcan los jugadores que tengas en la plantilla. Por ejemplo, el año pasado mis chavales eran un equipo de mucho toque, de jugar mucho el balón, pero esta temporada tengo otro tipo de jugadores, muy rápidos arriba, no son jugadores de tanto tocar y nos adaptamos a jugar de diferente manera siendo mucho más verticales. Personalmente me gusta el estilo asociativo, de toque, pero siempre siendo vertical, de mucho ataque y muchas llegadas a la portería rival.

–¿Si el entrenador tiene un modelo muy marcado debe imponerlo?

–Creo que es importante mezclar, pero si tienes determinados jugadores el entrenador tiene que adaptarse a ellos y explotar sus mejores condiciones en beneficio del equipo, por encima de lo que tú pienses como entrenador y a lo que quieras jugar.

–El perfil de algunos futbolistas como los centrales o el delantero centro ¿pueden marcar el estilo de juego?

–Sí, totalmente. Si tienes, por ejemplo, un delantero capaz de quedarse con el balón tienes que jugar mucho más directo y si tienes puntas rápidos, habilidosos, tienes que jugar de una forma más asociativa, más en profundidad y todo te lo marcan los jugadores.

–¿Cuál sería su sistema de cabecera?

–Ahora se ha perdido bastante la posición de media punta en la que yo jugaba…

–Me acaba de leer el pensamiento…

–Ahora se juega mucho más con 4-3-3 o incluso tres centrales, y en 4-4-2 con dos puntas muy claros. A mi me gusta siempre que juegue un media punta libre, pero es verdad que hay que adaptarse a lo que se juega en cada momento y sobre todo ver las variantes. A lo mejor yo quiero jugar con un 4-2-3-1 y tengo jugadores para ello o para un 4-1-4-1, que es un sistema que me gusta muchísimo, y con ellos puedo hacer frente a un 4-3-3, pero todo depende de los jugadores que tengas y sus características.

–¿Por qué cree que está desapareciendo el clásico '10'?

–El media punta clásico va desapareciendo porque actualmente en los equipos de fútbol se exige muchísimo trabajo a los once futbolistas y nadie puede quedarse un poco descolgado en la faceta defensiva. A lo mejor Messi, todavía. Antes podía haber alguno, pero ahora todos tienen que correr igual.

–El apartado físico lo está igualando todo mucho, ¿el futbolista además de ser muy bueno debe ser casi un atleta?

–No, ahora es un atleta y si eres bueno técnicamente mucho mejor. En el fútbol actual predomina más el atleta que el jugador técnico, pero están por encima los que unen ambas cosas.

–¿Le da la sensación de que el fútbol está convirtiéndose en un deporte muy rígido, en el que se predomina lo táctico y queda poco espacio para la improvisación?

–Sí, por supuesto. Ahora no vemos tantos perfiles creativos si no que aparecen jugadores como Tchouameni, Camavinga, Kessié, que son jugadores muy buenos con balón y además son muy potentes, muy fuertes pero que tienen menos imaginación que los típicos 'ochos' o 'dieces' que jugaban muy bien de medios centros. Eso se está perdiendo mucho.

–Ahora los cuerpos técnicos conocen a la perfección a cada rival y se analiza cada detalle, pero ¿cree que se da más importancia a contrarrestar al rival que a proponer?

–Es mucho más difícil proponer que esperar, eso está claro, pero es que a día de hoy los entrenadores saben que si pierden tres partidos se van a la calle y hay poca paciencia si no hay resultados. Es muy difícil confiar en un grupo y mantenerlo si no llegan resultados. Me acuerdo mucho de Paco Jémez. Sus equipos siempre proponían, pero no terminaba de obtener resultados nunca. Eres valiente, juegas muy bien, pero si no hay resultados no hay continuidad y es una pena.

–Y este tipo de entrenadores más propositivos, ¿son capaces de hacer lo contrario?

–Por lo que veo creo que es difícil que cuando tienen ese espíritu digan ahora espero, me quedo en mi campo…yo creo que si alguna vez tengo la ocasión sí que sería capaz. Mi idea es ofensiva y de toque, pero si veo que así no se consiguen resultados no tendría problema en cambiar. Por ejemplo y a mi modo de entender, te diría que el Atlético de Madrid tiene jugadores para jugar muy bien al fútbol y para ser un equipo mucho más atractivo, pero ¿cuántos años lleva con Simeone?, y siempre sacando buenos resultados a pesar de hacer un fútbol poco vistoso. Un fútbol de defender, metidos atrás y aprovechar las que tienen arriba porque, además, tienen calidad. Al final todas las formas de jugar son muy válidas y tienen mucho mérito.

–Más allá de poner a los once mejores en cada momento, ¿el entrenador debe actuar también de psicólogo?

–Por supuesto que sí. Cada jugador es diferente, cada uno de su padre y de su madre, quizás unos más extrovertidos, otros más de risas, y tiene que saber como es cada uno. Otros fallan dos pases y agachan la cabeza y al revés, están los que fallan todo y siguen creyéndose dioses. Al final hay que gestionar a cada uno de forma individual y estar detrás de ellos para que estén en el sitio que tú quieres.

–Y es una labor muy importante…

–Casi te diría que más que la de alinear. Al final gestionar los comportamientos, hacer entender que los entrenamientos son muy importantes para el día del partido y todas estas cosas son muy importantes y son en las que hay que estar muy encima de los futbolistas.

–¿El futbolista profesional es egoísta?

– Sí, siempre, todos. En el buen sentido principalmente porque quieres jugar todos los minutos y quieres ser protagonista y eso solo se consigue si el equipo es protagonista.

–Para un entrenador, ¿el futbolista polivalente cómo es de importante?

–Muchas veces nos dicen este futbolista puede jugar aquí, aquí y allí y al final no juega en ningún lado. Creo que cada jugador puede tener dos puestos y más allá de esos dos puestos es muy complicado dar buen rendimiento. El futbolista puede tener dos puestos buenos en los que jugar de verdad e incluso te diría que muchos solo uno. Son muy pocos los jugadores que pueden jugar bien en varias posiciones.

–El nuevo fútbol post pandemia ha traído consigo la posibilidad de realizar cinco cambios y vemos que en muchos casos parece que se realizan de forma obligada, ¿para el entrenador es mejor?

–Yo creo que es mejor. Tienes esa opción y si quieres los haces y sino no. La mayoría de entrenadores los aprovecha y cambia a los cinco jugadores que puede para dar descanso o cambiar el equipo. Cada uno tiene su manera de verlo y hay que saber entender si el equipo ese día los necesita todos o necesita tres o cuatro. A la hora de cambiar cosas el entrenador tiene más opciones.

–¿Qué opina del VAR?

–No me gusta. Me parece un arbitraje más justo, pero sigue dejando mucho espacio a la interpretación de los que lo ven en la sala. No terminan de ponerse de acuerdo en penaltis, manos, expulsiones…Es cierto que es más justo y se anulan goles por escasos centímetros, pero eso tampoco es fútbol y esa labor la hacían los líneas. ¿Para que quieres ahora un línea? No te hacen falta, dejan acabar y luego se revisa y tienen muy pocas funciones. A mi me gustaba más lo de antes, aunque fuera un poquito menos justo. Creo que se pierde un poco la esencia del fútbol.

–¿Actualmente hay algún entrenador en el que tenga más puesto el foco?

–No especialmente. Te diré que en España hay buenísimos entrenadores. Me gusta mucho Unai Emery porque domina todos los tipos de fútbol y maneja todos los registros. Me parece un entrenador muy completo.

–¿Y en clave futbolista?

–A mi me encanta Joao Felix, pero no termina de explotar. Va a parecer que tengo algo en contra del Atleti, pero nada más lejos de la realidad. Me parece que no está en el equipo adecuado para romper y que destacaría mucho más en otros equipos con otro modelo de juego. Me parece uno de los mejores jugadores del mundo.

–Hace tiempo que en el Real Valladolid no se consolida un jugador de ataque llegado desde la cantera. Están cerquita del primer equipo los Arroyo, Chuki, Slavy, ¿qué consejo les daría?

–Que curren mucho, que sean muy humildes porque es la única manera de llegar y que tengan desparpajo cuando salgan a jugar. Que no se encajonen en el sistema que muchas veces les ordenan, sino que tengan ese desparpajo para poder ser ellos mismos. Al final tienen que mostrar sus cualidades si quieren llegar.

–Una última pregunta que quiero hacer a todos los protagonistas de esta serie de capítulos. Cuando un equipo pierde se escucha mucho aquello de 'no ha competido', pero, ¿qué es para usted competir?

–Entiendo que siendo un equipo en teoría inferior hagas todo lo posible para que el equipo superior tenga muy complicado ganarte. Esta semana hemos estado en Girona con los chavales y nos ganó el FC Barcelona que era un equipo superior física y técnicamente, pero les costó muchísimo ganarnos. Eso es mérito de los niños y del cuerpo técnico que conseguimos hacerles ver que podían ganar el partido. No lo conseguimos, pero competimos muy bien.