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Jota (izquierda) y Guardiola celebran el 1-3, obra del extremo portugués. Antonio l. juárez

Un gran Real Valladolid se propulsa en Granada

Los goles de Plano, Marcos André y el debutante Jota otorgan al equipo de Sergio su segundo triunfo consecutivo

Arturo Posada

Valladolid

Domingo, 22 de noviembre 2020

El Real Valladolid de Sergio González talló en Granada una victoria de muchos quilates. Sostenido por su armazón defensivo, el equipo blanquivioleta destapó también sus esencias atacantes para tumbar a un rival que, hasta la fecha, no había perdido en su campo. El ... Pucela crece a lo grande con un segundo triunfo consecutivo que le permite salir de los puestos de descenso y rubricar con victoriosa caligrafía un crecimiento que ya es una realidad. Con una goleada a domicilio (tantos de Plano, Marcos André y el debutante Jota), este Real Valladolid es algo más que un bloque de hormigón.

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El equipo se sobrepuso a un inicio muy torcido. A las primeras de cambio, Sergi Guardiola vio el desmarque de Óscar Plano, con toda la pradera por delante ante la dimisión del lateral Foulquier. El extremo se plantó solo ante Rui Silva y sintió cómo caía la noche. Con varias opciones para ejecutar el gol, se encasquilló y mandó la pelota por la línea de fondo, sin que el meta del Granada tuviese que mover un músculo. El fallo desesperó a Sergio González: al Real Valladolid no le suele caer este maná y, desperdiciarlo de mala manera, es un lujo que, hasta ahora, no se podía permitir.

El partido avanzó por los terrenos del tacticismo. Los dos equipos se tantearon, con las líneas bien selladas y pocas opciones para florituras ofensivas. Luis Milla ejecutó un disparo lejano que atrapó Masip sin pestañear. Marcos André percutió en el área por la línea de fondo para efectuar una mala entrega. Las acciones atacantes tuvieron poca pulpa en esta fase del juego.

Sin mucho brillo, el encuentro entró en una secuencia más grisácea, interrumpido por el pelotazo fortuito que recibió en la cara Gonalons o el taco que se llevó Guardiola tatuado en la rodilla tras un choque con el mismo Gonalons en la acción subsiguiente. Sin ritmo, nadie encontraba el mando en el Nuevo Los Cármenes.

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Granada

Rui Silva; Foulquier, Germán, Domingos Duarte, Neva; Gonalons (Yangel Herrera, m.52), Montoro (Alberto Soro, m.79), Milla; Vico (Suárez, m.52), Molina (Soldado, m.52) y Machís.

1

-

3

Real Valladolid

Masip; Hervías (Javi Sánchez, m.76), Joaquín, Bruno, Nacho; Orellana (Janko, m.66), Alcaraz, Fede San Emeterio (Jota, m.76), Óscar Plano (Toni, m.76); Marcos André y Guardiola.

  • Goles: 0-1 (m.45+1), Óscar Plano. 0-2 (m.52), Marcos André. 1-2 (m.62), Domingos Duarte. 1-3 (m.89), Jota.

  • árbitro: Medié Jiménez (comité catalán). Amonestó a Gonalons, Neva, San Emeterio, Janko, Montoro, Jota, Luis Suárez.

  • otros datos: Nuevo Los Cármenes, décima jornada de Liga. Sin público en las gradas por la pandemia de covid-19.

Los minutos pasaban en medio de la intrascendencia. Fabián Orellana, que empezó con mucha gasolina pero se fue diluyendo, se cambió de banda con Óscar Plano en busca de nuevas oportunidades. Sin embargo, el Granada mantuvo el caparazón cerrado.

Las dos escuadras fiaban su suerte a un fallo del rival. Bruno se vio encimado por Darwin Machís y despejó mal. La pelota le golpeó en el brazo al delantero del Granada y, aunque lo tenía pegado al cuerpo, el colegiado señaló la mano y abortó el susto que podría haber generado el error del central.

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Todo resultaba muy espeso. Marcos André se encogió para rematar un envío de Orellana. Guardiola se anudó cuando remató ante Rui Silva y la ocasión se marchó al limbo. El Granada se encontró con el regalo de la zaga blanquivioleta, que dejó suelto al central Germán en el área pequeña. Afortunadamente para los intereses visitantes, su golpeo acabó fuera de forma milagrosa.

En medio del toma y daca, y cuando el reloj estaba a punto de marcar el final de la primera parte, Sergi Guardiola se sacó de la chistera un gran centro que Óscar Plano aprovechó con pillería para cabecear el 0-1. El extremo se sacudió a lo grande el fallo de los primeros minutos y Guardiola confirmó que tiene una brújula bien imantada para ejercer como fantástico asistente.

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Con la ventaja en el marcador, el Real Valladolid no se arredró. El Granada empezó a soplar más fuerte, con llegadas constantes al área de Masip, pero el Pucela mantuvo la consistencia sin necesidad de acularse. Los revoloteos de Marcos André por la zona de vanguardia dieron sus frutos: el brasileño se internó en el área, se deshizo magistralmente del marcaje de Domingos Duarte y demostró sus dotes de goleador con un zurdazo que perforó el guante de Rui Silva.

Con el 0-2, el cielo nazarí ya pintaba blanquivioleta. Diego Martínez refrescó toda la línea de ataque para dar entrada de una tacada a Yangel Herrera, Luis Suárez y Roberto Soldado. La provisión de pólvora dio alas al Granada, que se aprovechó de un córner mal defendido por la defensa pucelana para recortar distancias. La pelota pasó por las botas de Soldado y Foulquier con remates fallidos y le cayó a Domingos Duarte, sin lazo en el área pequeña. Al central portugués la bastó colocar la bota para marcar el 1-2 y dejar flotando la duda de si el Real Valladolid sería capaz de capear el temporal.

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Sergio también movió el banquillo, primero con la entrada de Janko y luego con la irrupción de la savia fresca de Toni Villa, Javi Sánchez y el debutante Jota Filipe. El Granada lo intentó por la renovada banda derecha del Pucela, pero se estrelló contra un muro. Jota, hiperactivo, le robó la merienda a Milla, se plantó ante Rui Silva y anotó su primer gol como blanquivioleta. El 1-3 causó una explosión de júbilo pucelano. El extremo portugués se revolcó por el césped y clavó repetidamente la cabeza en la hierba en su celebración. Todo el equipo lo festejó a lo grande. El Pucela de Sergio ya carbura. Y, después de los nubarrones pasados, hasta gana con holgura. Bravo.

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