Goleada agónica del Real Valladolid para pasar de ronda en la Copa

El interino Rubio recurrió de inicio a un once eminentemente copero, con la gran novedad de Darwin Machis en el once, un futbolista que había perdido todo protagonismo con Paulo Pezzolano en los últimos tiempos y que acabó pidiendo el cambio en el 55. El interino técnico blanquivioleta recurrió al canterano Raúl Chasco en la banda izquierda (muy flojo) y a Lucas Rosa por la derecha, como ya sucedió en la primera ronda frente al Astur, en una línea defensiva de cuatro con David Torres y el capitán Javi Sánchez en la medular. Un sólido César de la Hoz se asomó al centro del campo junto a Mario Martín, con Anuar por la derecha y Machis por la izquierda. Meseguer ocupó posición de enganche por detrás de Latasa, al que la Copa le permite el sustento de los goles que se le niegan en Liga.

El Real Valladolid salió al césped del Adolfo Suárez con seriedad inicial, conocedor de que la Copa no permite florituras ante rivales de menor entidad, sí, pero que siempre salen a morder al equipo de mayor categoría. Los primeros compases permitieron constatar que Machis se iba a encargar de todas las jugadas a balón parado y que las acciones ofensivas buscarían a Latasa de manera continuada.

El Real Valladolid se hizo inicialmente con el control del balón, con mucho toque, rápida circulación y vocación de llegar al área de Álvaro. Sin embargo, el Real Ávila, dirigido por el técnico vallisoletano Miguel de la Fuente, se plantó bien sobre la hierba para buscar el blindaje, sin renunciar al despliegue hacia la portería de André Ferreira. Un disparo de Mario Rivas que atajó el guardameta blanquivioleta ofreció uno de estos destellos locales. El Real Valladolid desplegó por momentos un 4-1-4-1, con De la Hoz como pivote por delante de la defensa y Mario Martín y Meseguer más liberados hacia arriba.

Una internada de Latasa amenazó con causar un estropicio al Ávila en una jugada que prolongó Meseguer con un taconazo y que acabó rematando Anuar ante la llegada de Doumbia. El Pucela amenazaba con fuego real y no tardó en clavar el cuchillo en una acción en la que se vieron algunas costuras abulenses. Darwin Machis colocó un centro muy combado hacia el área de Álvaro que cazó David Torres, reconvertido circunstancialmente en jugador de ataque. El central tuvo la clarividencia necesaria para asistir a Latasa, que remató el 0-1 a placer ante la deserción de la zaga del Real Ávila, que pareció defenderse a cámara lenta.

Juanmi Latasa celebró su tercer gol como blanquivioleta (todos en Copa del Rey), una situación que necesita trasladar urgentemente a la competición liguera.

El Real Ávila no se descompuso con el gol en contra y Mario Rivas soltó un disparo muy duro que repelió André Ferreira. El Real Valladolid siguió entregado a la presión, sin hacer concesiones, ante un rival cada vez más endurecido. Alpha le soltó un manotazo a Meseguer y Doumbia vio una amarilla. Machis quiso sumarse a la fiesta de los disparos y probó a Álvaro con un lanzamiento muy lejano que el portero local atajó sin problemas.

El Real Valladolid bajó sus prestaciones defensivas y empezó a cometer errores. Javi Sánchez se ovilló en un despeje antes de frenar un disparo de Toper tras una internada de Alpha. Con el césped cada vez más levantado, el Real Valladolid quedó a expensas del Real Ávila en los últimos minutos de la primera parte. Ferreira sacó la pierna de manera un tanto arriesgada en un disparo lateral de Alberto Martín un minuto antes de que Chasco despejase mal y estuviese a punto de marcar en propia puerta. Mario ganó un remate alto que silbó por encima de la portería de Ferreira en una acción que retrató algunos fallos de marca en los saques de esquina.

Ese empuje abulense se multiplicó tras el paso por vestuarios y un doble cambio acometido por Miguel de la Fuente que se revelaría clave. La entrada de Adri Carrión dio al Ávila la mordiente necesaria para pegar un par de sopapos que dejaron al Pucela al borde del KO. Un error en el pase de Ferreira, al que siguieron fallos de marcaje de Lucas Rosa y David Torres permitieron al Ávila empatar el choque con un tanto de Carrión. El 2-1 no tardó en llegar con el mismo protagonista tras dos remates en el área (el primero repelido por Ferreira), con Raúl Chasco fuera de sitio.

El público del Adolfo Suárez enloqueció al ver a su equipo, de Segunda RFEF, someter a un rival de Primera División, por mucho que arrastre una crisis. Rubio ejecutó un triple cambio con las entradas de Kike Pérez, Marcos André y Luis Pérez. El refresco le sentó de perlas al Pucela, con un Kike muy implicado y Marcos André afilando el colmillo. El brasileño aprovechó los fallidos rechaces de la zaga local en un córner para empatar la contienda y dar el aire necesario a un Pucela asfixiado.

La eliminatoria llegó a una prórroga incierta, en la que el Ávila comenzó a pagar su derroche físico. El Real Valladolid merodeó por el área de Álvaro:Amath se plantó ante el portero local, pero tiró mal la vaselina. Los minutos transcurrían hacia la tanda de penaltis, hasta que Marcos André acabó con la agonía, con un gol redentor en el que tuvo la compañía de Latasa. El 2-3 quebró al Ávila, que aún vio cómo Kike Pérez marcaba el 2-4 final, con la colaboración involuntaria de Adilson. El Pucela acabó goleando en la prórroga y con el alivio del triunfo, pero corrió el riesgo de descarrilar ante un rival de Segunda RFEF. Marcos André salvó los muebles con sus goles.