Gabri Veiga desarma al Real Valladolid

El que brilló durante todo el partido fue Gabri Veiga, derrochó detalles de calidad y salió del terreno de juego ovacionado por su afición. Se encargó de asistir a Seferovic en el primer tanto, con un cabezazo al segundo palo prolongando un centro desde la derecha.

Además fue el autor de los otros dos goles del Celta, sumando ocho en su casillero personal en lo que va de temporada. Su primer tanto fue fruto de una jugada combinativa con Aspas, el canterano recibió un esférico dentro del área y batió a Asenjo por abajo. Su segundo gol vino precedido de un rechace del portero y un balón que se quedó muerto en el área pequeña, Veiga intuyó a la perfección donde iba a caer la pelota y la empujó a la red para poner el 3-0 definitivo.

Fueron dos goles de Veiga, pero la cifra podía haber sido más voluminosa. El juego ofensivo del Celta se basó en jugadas combinativas, que generalmente pasaban por las botas de Aspas y de Veiga. Al inicio de la segunda mitad, Veiga dio un susto con claros gestos de dolor y tocándose el muslo derecho, pero finalmente logró continuar en el terreno de juego hasta el minuto 73.

Cada vez que el centrocampista se hacía con el balón, lograba zafarse de los defensores blanquivioletas para generar peligro en el área de Asenjo. A parte de su llegada de segunda línea, Veiga es un futbolista con un físico prometedor para sus apenas 20 años e implicado con el equipo gallego en las labores defensivas.

La perla de la cantera del Celta se posiciona entre los jugadores nacidos en este milenio que más goles (8) y asistencias (3) ha fabricado esta temporada en Europa.