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José Miguel Ortega
Lunes, 22 de mayo 2023, 18:59
1994. El Campeonato del Mundo de fútbol jugado en Estados Unidos sirvió, fundamentalmente, para dar a conocer a una nueva estrella mundial, un jovencísimo brasileño de apenas 18 años que fue la clave para que su selección conquistara el cuarto título y para que en una rápida operación el P.S.V. holandés ganase por la mano a otros clubs mucho más poderosos económica y deportivamente. Se llamaba Ronaldo Luis Nazário da Lima y pronto irrumpiría en el planeta balompédico con el sobrenombre de 'O Fenómeno'.
Atesoraba virtudes de la mayoría de las figuras conocidas hasta entonces, pero tenía un estilo diferente a todos, vertiginoso con el balón en los pies, hábil en el regate e implacable frente a la portería rival. La liga holandesa se le quedaba pequeña, pero el PSV quería rentabilizar la hábil decisión de haberlo fichado antes que cualquier otro club europeo, lo que motivó una polémica postura del delantero brasileño al declararse en rebeldía para facilitar su fichaje por el FC Barcelona que, en cualquier caso, tuvo que desembolsar una cifra record en aquella época para hacerse con sus servicios, 2.500 millones de pesetas.
Ronaldo, con 20 años de edad, se convirtió en el revulsivo del campeonato español, en la indiscutible figura de aquella temporada 1996-97 conquistando individualmente el Trofeo Pichichi con 34 goles en 37 partidos y aportando su talento para que el Barsa ganase la Copa del Rey, la Recopa de Europa y la Supercopa de España. Pero no la Liga, que fue para el Real Madrid con dos puntos de diferencia sobre el conjunto azulgrana.
Independientemente del formidable espectáculo que ofrecía en los terrenos de juego, Ronaldo fue en aquella su primera temporada en España un auténtico fenómeno social, con cientos de fans esperando en los aeropuertos, hoteles y estadios para ver de cerca a su ídolo, tocarle con sus propias manos y pedirle, si el tumulto lo permitía, un autógrafo.
Valladolid no fue una excepción en esa especie de locura colectiva que acompañaba al Barcelona cuando visitaba a sus rivales en la Liga. Hubo muchísima gente ansiosa de ver a 'O Fenómeno' en el aeropuerto de Villanubla, cuando la expedición catalana llegó la víspera del partido correspondiente a la 34 jornada liguera que iba a disputarse el 16 de abril de 1997.
Aunque los seguidores del Real Valladolid siempre son mayoritarios, en Zorrilla no faltan aficionados del Real Madrid o el Barcelona que festejan los goles visitantes para enfado de la hinchada blanquivioleta. Eso fue lo que ocurrió a los 5 minutos de partido cuando Ronaldo batió a César y puso por delante al equipo azulgrana, que se jugaba buena parte de sus opciones al título de liga.
En otras circunstancias el 0-1 hubiera sido letal, pero aquel Pucela entrenado por Vicente Cantatore no solo disponía de argumentos futbolísticos para remontar, sino que estaba dotado de una inquebrantable capacidad para no rendirse ante nadie. Mientras el Barcelona trataba de imponer su ritmo y hacerse con la posesión de la pelota, el equipo local iba creciendo en su juego y en sus ocasiones, hasta que al filo de la medio hora de la primera mitad, Fernando establecía el empate y dejaba abiertas las opciones de cara al segundo tiempo.
Es de suponer que en el descanso Bobby Robson y su ayudante José Mourinho trazarían los planes para volver a recuperar el mando en el partido y en el marcador, pero todo se vino abajo cuando Víctor marcó el segundo a los 46 minutos y el propio Víctor, que acabó siendo el máximo goleador blanquivioleta aquella temporada, establecía el 3-1 que pese a los cambios introducidos por el Barcelona sería definitivo.
Con más de 28.000 espectadores en las gradas y el arbitraje del andaluz Prados García, los protagonistas de aquel partido inolvidable por el triunfo local y por la presentación de 'O Fenómeno' en Zorrilla fueron, por el Real Valladolid: César; Juan Carlos, Peña, Santamaría, Marcos; Quevedo, Gutiérrez, Edu Manga; Benjamín (Soto 75'), Víctor (Peternac (79') y Fernando (Raúl Ibáñez 84'), y por el FC Barcelona: Vítor Baía; Couto, Abelardo, Nadal, Roger; Amor (Pizzi 59'), Guardiola, De la Peña (Giovanni 75'), Stoichkov (Amunike 75') y Ronaldo.
La excepcional calidad individual de Ronaldo Nazário no fue suficiente para evitar el triunfo del Valladolid, que le serviría para alcanzar su objetivo de volver a jugar en Europa, mientras que la derrota azulgrana también tuvo sus consecuencias, puesto que como hemos dicho el Barcelona perdió la Liga ante el Real Madrid por solo dos puntos.
No obstante, aquel revés no empañó una temporada brillante para el conjunto catalán, que ganó la Recopa de Europa, la Copa del Rey y la Supercopa de España, mientras que a nivel individual Ronaldo se alzó con el trofeo Pichichi, marcado 34 goles en 37 partidos y conquistó el Trofeo FIFA World Player.
Pero a pesar del balance positivo, el Barça no pudo retener a su estrella, que fichó por el Inter de Milán donde los éxitos se alternaron con lesiones graves de las que pudo recuperarse para darle al Real Madrid cinco temporadas extraordinarias, antes de poner fin a una carrera en la que, además de los títulos conquistados por sus equipos, individualmente logró dos Balones de Oro (1997 y 2002), una Bota de Oro (1997), tres FIFA World Player (1996, 1997 y 2002), Campeón del Mundo (1994 y 2002), Mejor Jugador de la Copa del Mundo (1998) y Máximo Goleador (2002).
Tras su retirada con 34 años, Ronaldo comenzó a madurar la idea de devolver al fútbol parte lo que éste le había dado a él y, a principios de septiembre de 2018, anunciaba la compra del Real Valladolid generando una expectación parecida a la que despertó su primera visita a la capital del Pisuerga veintiún años atrás, aquel 16 de abril de 1997 cuando el Pucela dio un paso de gigante para volver a jugar en Europa y el Barça dejó escapar con su derrota el título de Liga.
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