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Juan Iglesias es un futbolista que escapa del típico esnobismo que invade los vestuarios de LaLiga. Vive ajeno a la burbuja. El vallisoletano es un ... tipo afable, sencillo, que destila humildad y que tiene los pies en la tierra. Sus bromas son una seña de identidad en el vestuario del Getafe. Siempre de buen rollo. En una entrevista reciente, Luis Milla, por ejemplo, le identificaba como el mejor compañero, el más bromista y con el que se iría de vacaciones. Su carrera es un verdadero ejemplo de superación y de constancia, de ver siempre el lado positivo de las cosas y no bajar nunca los brazos. Abandonar es de cobardes y Juanito ha sudado cada minuto que ha disputado en la élite. Con año y medio de contrato en vigor con el cuadro azulón, está en su prime, que diría la muchachada. Es titular indiscutible y la vida le sonríe. «Soy una persona alegre y feliz. Lo que intento es transmitírselo a los demás, ayudar a todo el mundo y que todo el mundo esté feliz, porque creo que eso es bueno para el equipo, y es lo que intento transmitir en el día a día. Esa faceta de bromista es muy mía, yo soy así», confiesa.
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El éxito de Juan Iglesias tiene nombre y apellido. José Bordalás. El técnico es el principal artífice de su carrera deportiva. Le dio la oportunidad de debutar en Primera y con él a los mandos el vallisoletano ha crecido de una forma exponencial. Su pasado como delantero en las categorías inferiores del Real Valladolid y su capacidad de sacrificio le convierten en un lateral que presenta altas capacidades para atacar y defender con un enorme equilibrio futbolístico. «A Bordalás le debo prácticamente todo», afirma. «Soy una persona que trabaja mucho, que se cuida mucho y se sacrifica al máximo, pero al final si esa oportunidad y esa continuidad no te la da alguien es complicado llegar y mantenerse ahí. El míster siempre me ha exigido mucho y eso me ha ayudado a crecer y a consolidarme», añade. Aunque el Real Valladolid le cerró la puerta de una forma poco elegante, Iglesias no guarda rencor. «Fue un momento difícil. Llevaba once años en el club, había jugado en todas las categorías inferiores y me dijeron que me buscara equipo a un día del cierre del mercado», recuerda. ¿Volvería algún día al conjunto blanquivioleta? «Nunca se sabe. Estoy feliz en el Getafe y mi objetivo es seguir creciendo y estar muchos años aquí, pero en el fútbol no se puede cerrar ninguna puerta y menos la del Real Valladolid».
En la plantilla blanquivioleta, Juan Iglesias tiene «un hermano». Es Marcos André, con el que coincidió en el Logroñés, el club donde el vallisoletano recuperó la ilusión después del palo que significó su salida de la entidad castellana. El conjunto riojano se convirtió en su trampolín hacia la zona noble del fútbol patrio. «De mi época ya no hay nadie en el club. Solo mantengo contacto permanente con Marcos, que es uno más de mi familia y con el que hablo habitualmente. Lo está pasando mal porque es su segunda etapa en Valladolid, él lo considera como su casa y lo está pasando mal por el equipo y por la ciudad», reconoce.
Aunque es feliz en el Getafe, Iglesias no pierde de vista la pésima trayectoria que viene describiendo esta temporada el Real Valladolid. «Están en una situación difícil. Cuando veo los partidos, hablo con los amigos que están allí y te sale un sentimiento de 'qué mierda que el equipo esté así'. Es una pena que con la ciudad que es y la afición que tiene el Pucela esté en esa situación tan complicada. Sé que es difícil que pueda darse, pero ojalá que el Pucela pueda salvarse», explica. ¿Realmente es factible? «En el fútbol pasan muchas cosas. Nosotros hace un par de temporadas tuvimos una situación muy complicada y conseguimos sacarlo adelante. Es verdad que tienen muy pocos puntos y quedan pocas jornadas, pero hasta que sea matemático deben ir partido a partido y sacar todos los puntos que puedan».
El excanterano del Real Valladolid pisará Zorrilla por segunda vez en su carrera deportiva. «Siempre es muy especial jugar allí», indica. «Somos conscientes de que nos espera un partido muy duro. De hecho, estamos concienciados de que será el partido más difícil de la temporada. No podemos confiarnos porque el Valladolid sea último o tenga pocos puntos porque van a salir, como nosotros, a por todas y a ganar», analiza el futbolista azulón.
El método Bordalás no tiene muchos fans en el balompié nacional, pero los resultados no engañan y el Getafe, con una plantilla muy justa y una pretemporada en la que el técnico tuvo que hacer malabarismos para confeccionar los onces iniciales, vive plácidamente fuera del descenso. Juan Iglesias defiende con determinación el estilo de su entrenador. «El fútbol es de etiquetas. Te etiquetan y luego cuesta mucho quitártela. Cada temporada demostramos, en casa y fuera, que los resultados no llegan por practicar otro tipo de fútbol. Yo no critico el juego de los demás y los equipos cuando van ganando, todos, hacen un juego más lento y cuando van perdiendo intentan hacerlo más rápido para remontar. El objetivo de todos es sumar los tres puntos. Nosotros afrontamos cada partido para competir y ganar. No hacemos caso a los comentarios de fuera ni a las etiquetas porque suelen venir de gente que no termina de entender bien el fútbol», concluye.
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