Real Valladolid

El fallo grosero de Mario Martín y la reacción de vestuario grande

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Martín, que ya fue expulsado el día del Celta de Vigo en su estreno como titular como blanquivioleta, en el choque de este viernes en Mendizorroza ha viviso quizá su partido más duro como profesional. No se habían disputado ni cinco minutos en el estadio vitoriano, cuando una perdida inocente del cabecero, se convirtió en una asistencia de libro para el ex del Pucela Toni Martínez, que aprovechó el regalo para lanzar y batir a Karl Hein.

La acción, impropia de la Primera División, dejó a Mario Martín abatido en el césped, con las manos en la cara y al borde de las lágrimas, al darse cuenta de lo delicado del gol, y lo que podía significar para un equipo al borde de un ataque de nervios cada vez que tenía que sacar el balón desde atrás.

Su fallo, que sí marcó en lo anímico al equipo, con minutos muy malos en el estadio vasco, también tuvo una lectura positiva por la reacción de sus compañeros.

Martín, muy tocado, no había terminado de ver como Hein encajaba el gol y ya tenía la mano de apoyo de Raúl Moro y los aplausos de Javi Sánchez, con medio banquillo del Pucela levantado animando al futbolista de 20 años. Reacción de vestuario grande ante el enésimo fallo en la salida del balón. En una característica en la que Paulo Pezzolano ha insistido en la previa del choque, y que ha marcado el inicio liguero del Pucela, y que ha significado la pérdida ya de muchos puntos.