Es verdad que el hecho de que el Elche haya ganado la semana pasada y que últimamente sea un equipo algo más competitivo y que da una mejor imagen hará que vayamos al Martínez Valero con la mosca tras la oreja. El caso es que me preocupa porque creo que es el partido que puede ser el punto de inflexión. Como sigo pensando que hay equipo para algo más que luchar por la permanencia, vernos fuera de esos puestos con cierta ventaja a estas alturas de temporada creo que puede hacer que seamos más eficaces. No tengo duda de que la necesidad por marcar fue lo que hizo que Plano o Plata por ejemplo fallaran el pasado domingo tres ocasiones bastante claras.
Ahora el debate es saber cuántos puntos harán falta para salvarse. Es de Perogrullo decir que a estas alturas es imposible saberlo. Según la media a estas alturas quizá se necesiten treinta y nueve o cuarenta puntos. Pero quizá el Elche empiece a ganar como hizo el Alcorcón la temporada pasada en segunda y hagan falta menos o quizá la liga esté decidida antes y Barça o Madrid se dejen puntos en partidos insospechados. Además hay tantos equipos metidos en el ajo que cada jornada cuando veamos un empate tendremos que alegrarnos porque es un punto que se pierde. Así que más allá de lograr pronto esos cuarenta puntos soñados, vamos a intentar sumar partido a partido sin más pretensión que sumar puntos.
Espero que el míster haga ver a los jugadores lo importante de este partido y de acabar bien esta temporada. Hay que afianzar muchas cosas y siempre todo pasa porque entre la pelotita en la portería. Por eso hay que estar más centrados en ganar que en poner la excusa del calor si se pierde. Y si no se gana, que sea como en Sevilla contra el Betis y no como el partido de Vigo. De la primera forma es muy posible que ganes más partidos que de la segunda
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