El eterno debate de la portería en el Real Valladolid

La dupla Masip-Roberto es, probablemente, la de más calidad que ha tenido el Real Valladolid en muchos años en la portería. Ambos serían titulares seguros en casi cualquier equipo de Primera División, con más motivo en Segunda. Lo son hasta el punto de que en la Dirección Deportiva blanquivioleta había una razonable seguridad de que alguno de los dos saldría hacia un equipo de superior categoría una vez consumado el descenso. No fue así, ante la sorpresa del club, y por eso hubo que buscar una salida rápida para el bueno de José Antonio Caro, que es el portero de futuro por el que había apostado Fran Sánchez.

Pero aunque de Caro se espera mucho por su valentía, su personalidad, su juego de pies y su indudable capacidad de ir mejorando, no es superior por ahora ni a Roberto ni a Masip. El puesto de guardameta, por tanto, era el que menos preocupaba al club cuando comenzó la Liga. Y menos cuando Pacheta se inclinó por Roberto y Masip ni dijo una palabra más alta que otra, aceptó con deportividad y compañerismo la situación y se dedicó a esperar su oportunidad. Algo natural por otra parte, porque la situación que el de Sabadell ha vivido ahora en el Pucela la estuvo soportando muchos años en el Nou Camp.

¿Por qué, entonces, decidió Pacheta darle la titularidad al catalán en el partido ante el Oviedo? Alberto Lario, entrenador de porteros del Betis de Valladolid, da con la tecla: la relajación. Ante el Huesca Roberto no detuvo un solo balón y no fue el portero que salva puntos del comienzo de la competición. El entrenador ha pedido a sus porteros concentración los 90 minutos, que sean decisivos. La forma de jugar del Real Valladolid reclama un portero que sea a la vez líbero y capaz de parar un balón de gol aunque sea la única parada que haga en todo el encuentro.

Roberto, es cierto, no ha dicho nada sobre su nueva situación en el equipo. Los porteros suelen encajar mal pasar de titular a suplente porque son conscientes de lo mucho que cuesta luego recuperar el más específico de los puestos que hay en un equipo de fútbol. Pacheta le explicó sus razones y el madrileño las ha entendido y aceptado. Sabe que ahora le toca, como hizo Masip hasta ahora, ayudar al límite en los entrenamientos y sumar y sumar para el grupo.

El debate sigue abierto.