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La polémica por el rediseño del escudo del Real Valladolid aún humea. El emblema que el club adoptó el 20 de julio de 2022 sigue causando rechazo en muchos aficionados del Pucela, aunque otros ya se han acostumbrado a él. En cualquier caso, la ... directiva blanquivioleta es consciente de que las críticas no se han apagado un año y tres meses después de anunciar la polémica decisión y trabaja con la idea de retocar el nuevo diseño para superar la división existente. «Somos muy respetuosos con las muchas opiniones en contra que hay como lo somos también con las que hay a favor. Es un asunto que aún no ha acabado y que, obviamente, vamos a tratar con todo el cariño que un símbolo merece. No es que no se haya hecho con cariño sino que se va a seguir haciendo con todo el cariño el desarrollo de toda esta implantación», apuntó el director del Gabinete de Presidencia del Real Valladolid, David Espinar, durante la lección inaugural del curso en la Facultad de Comercio de la Universidad de Valladolid.
Espinar recordó que las ventas de camisetas del Real Valladolid con el nuevo escudo se han disparado. Y ofreció cifras. «No sé si es a raíz de eso, pero ha coincidido con eso. De vender 3.800 camisetas hemos pasado a vender 8.200 en una temporada. Y en ventas, de 630.000 euros hemos superado el 1.100.000 de euros en cuanto a 'merchandising'». A pesar de todo, incidió en la idea de que el proceso para rediseñar el emblema no ha concluido.
El director del Gabinete de Presidencia blanquivioleta impartió una conferencia bajo el título 'La economía del fútbol', en un acto académico en el que intervinieron el decano de la Facultad de Comercio, José Antonio Salvador Insúa; el vicerrector de Patrimonio e Infraestrucutas de la Universidad de Valladolid, Julio Grijalba; y la directora general de Comercio y Consumo de la Junta de Castilla y León, María Pettit.
La lección inaugural de Espinar partió de las cifras globales que mueve el mundo del fútbol hasta llegar a algunos casos particulares del Real Valladolid. El consejero blanquivioleta empezó por recordar a los asistentes que la industria del mundo del balompié es diferente a todo, «ya que depende de los futbolistas» que son los que marcan el «devenir de los clubes» por muy bien que se hagan las cosas en otros departamentos. Espinar recurrió a una encuesta que él mismo efectuó en LinkedIn entre sus seguidores para definir con una palabra el mundo del fútbol. «La que fue más elegida con diferencia fue pasión», revel´o.
El director del gabinete de Presidencia del Real Valladolid recordó que el mundo fútbol se ha ido transformando durante las últimas décadas, gracias al control financiero y la conversión de la mayoría de clubes españoles en sociedades anónimas deportivas en los años noventa. Además, señaló que LaLiga se enfrenta a la competencia de otros campeonatos, como la Premier League inglesa, la Bundesliga alemana, pero también de otros deportes, como la NBA, e incluso el mundo de los videojuegos. «Hay una dispersión de la atención que el fútbol también tiene que contemplar a nivel de gestión. ¿Los fans del fútbol son leales o infieles? Esta industria también se tiene que hacer esa reflexión», deslizó. Espinar también repasó la «irrupción de la mujer» en el mundo del fútbol, con el gran éxito de la consecución del título en el último Mundial femenino.
Ya con números, David Espinar recurrió a un estudio de la consultora Deloitte del año 2008, que estimaba entonces que la industria del fútbol movía 500.000 millones de euros a escala mundial. «Eso era casi el 10% del Producto Interior Bruto mundial. Si el fútbol fuese un país estaría entre las mayores economías del mundo. A nivel de riqueza, estaba por encima que el PIB de los 25 países más pobres del mundo juntos. Y sólo contamos los ingresos de las cinco grandes ligas. Si hablamos de personas, la FIFA estimó en 2007 que 270 millones de personas estaban relacionadas con el fútbol, sin contar los aficionados. Sería la quinta nación de la tierra en cuanto a población. En España, más de una cuarta parte de las cuatro millones de licencias deportivas que hay son del fútbol. Y de los 76.000 clubes que hay en este país, casi dos tercios son clubes de fútbol».
Espinar recalcó que casi el 84% del presupuesto del Real Valladolid en la temporada 2021-2022 llegó a través de los derechos de televisión. «No somos una cosa extraordinaria. Hay clubes en la Liga española que dependen en más del 90% de los derechos televisivos». «LaLiga española va teniendo un incremento de dinero en este apartado y eso hace que podamos ir compitiendo, dignamente, aunque no de tú a tú, con la Premier inglesa, que tiene mucha atracción sobre gran parte del mundo», agregó. Igualmente, subrayó el impacto que ha tenido la irrupción de Arabia Saudí en el fútbol mundial, que ha colocado a Asia como el segundo gran mercado mundial detrás de Europa.
Ya en el plano particular del Real Valladolid, el consejero blanquivioleta remarcó que el club pucelano ha ido batiendo récord de abonados en los últimos años. «Esto es por la pasión de los aficionados. Hay que tener pasión para, tras descender el curso pasado, estar a punto de batir el récord de la entidad. Este año tenemos 21.950 abonados (la mejor cifra del Real Valladolid en Segunda) y llegaremos a 22.000 seguramente. El año pasado fueron 23.313, el récord histórico. En el Real Valladolid ya no damos pases, las invitaciones se reducen y vendemos pocas entradas. Eso es porque tenemos una masa social bestial. Damos 595 entradas a la afición rival como marca la ley, unas 1.000 a los patrocinadores y casi no tenemos sitio para vender entradas. Eso es muy importante para un club como el Real Valladolid».
David Espinar detalló los salarios que se manejan en el fútbol, empezando los 319.000 euros anuales que cobran los árbitros con menos emolumentos en Primera División y los 135.000 euros que se perciben los colegiados en Segunda. «Los futbolistas, en Primera, tienen un salario mínimo de 182.000. No todos ganan millones. En Segunda División, algo más de 91.000 euros, según convenio colectivo».
El director de Gabinete de Presidencia insistió en los puntos positivos y mejoras acometidas en el Real Valladolid tras la llegada de Ronaldo Nazário a la presidencia hace cinco años. «Hemos invertido más de diez millones en dos instalaciones municipales, como son el estadio y los Campos Anexos. Y estamos intentando sacar adelante el proyecto de Ciudad Deportiva. Tenemos una reunión en breve con el Ayuntamiento para avanzar en este proyecto. En la pandemia, rechazamos el test para los jugadores porque había personas que lo necesitaban más. No hicimos ningún ERTE entonces y renovamos a nuestros abonados de manera gratuita. Desarrollamos proyectos para ayudar a pymes y autónomos. No hemos subido los precios en cinco temporadas. Tenemos un canal de comunicación con los abonados, que ha contestado más de 7.000 correos. Hemos doblado el personal en el club y pasamos de 250 trabajadores. Contamos con sección femenina, baloncesto y Liga Genuine. Hemos pasado de 500.000 seguidores a cinco millones. Tenemos convenios de colaboración con más de 50 clubes y no sólo de Castilla y León. Hemos renovado la Fundación Real Valladolid, con un programa escolar y de voluntariado. Tenemos una 'fan zone' los días de partido con más de 6.000 asistentes. Hemos firmado un convenio colectivo y un plan de igualdad con nuestros trabajadores, aumentado patrocinios. Hemos disuelto una estructura paralela, que era el Deportivo Valladolid, que restaba recursos a nuestra cantera, a la que hemos incorporado tres nuevos equipos femeninos. Contamos con muchos internacionales en el fútbol formativo. Y estamos a punto de terminar la primera memoria de sostenibilidad del club», desgranó.
David Espinar finalizó su intervención ante un salón de actos repleto de estudiantes de Comercio con un mensaje: «Nuestra misión es hacer a los clubes y a las empresas mejores clubes y mejores empresas. Y a las personas, mejores personas». Alguno de los estudiantes acudió a la lección inaugural con un polo oficial del Real Valladolid... y el escudo antiguo bien visible en el pecho.
«No es un caso real porque acaba en tragedia. Pero puede ser real. No le ha sucedido al Real Valladolid, pero a otros clubes sí les ha pasado algo parecido», advirtió de inicio David Espinar. El director de Gabinete de Presidencia blanquivioleta relató de manera muy expositiva la 'historia de un fichaje' y los condicionantes que tiene. «Habréis leído que el Real Valladolid ha vendido 30 millones de euros en traspasos este verano. Y es verdad. Pero también es verdad que ese dinero no se puede reinvertir porque hay unas limitaciones y una serie de razonamientos en un fichaje que tal ves todos nos conozcáis», comenzó.
Espinar desarrolló el ejemplo hipotético: «Nosotros compramos hace un año a un jugador por 800.000 euros y le hicimos cuatro años de contrato. Lo amortizamos en cuatro veces: el primer año, 200.000 euros. El valor neto contable de ese jugador, hoy, que ya ha pasado el primer año es de 600.000 euros. Pero nos llega una oferta que nos ofrece un millón de euros por el jugador. Decidimos venderlo. En cuenta de resultados, tenemos que restar esos 600.000 euros del valor neto contable del millón que nos va a entrar. Por lo tanto, nos quedan 400.000 euros», comenzó el consejero del Real Valladolid.
«Sin embargo, en el fútbol no se paga como en el supermercado. Si haces un fichaje y a ese jugador le haces un contrato de cuatro años, lo normal es que pagues el traspaso en cuatro veces. Por lo tanto, nosotros vamos a ingresar el primer plazo de 250.000 euros. Pero queremos el dinero, el millón, la panoja. ¿Cómo lo hacemos? Pedimos un crédito, hacemos una operación de adelanto financiero. Y nos entra el millón entero. Eso tiene unos gastos de 100.000 euros en comisiones, pero tenemos ya el millón en el bolsillo», continuó Espinar. «Luego están los agentes o intermediarios. Si solo hay uno, y toquemos madera que sólo sea uno, porque a veces hay un agente del futbolista, otro del club que vende y otro del club que compra, agencias de intermediación que se añaden a la operación… pero contemos que sólo hay uno y que nos cobra 100.000 euros de comisión. Además, la FIFA dice que el 5% del traspaso debe ir a los clubes donde se formó, en concepto de formación y solidaridad. Por lo tanto, tenemos que dar otros 50.000 euros a la FIFA. Pero es que además, no éramos dueños de la totalidad del jugador, sino sólo del 70% porque el 30% era de su anterior club. Esto es muy normal. Hay jugadores incluso que son dueños del 10% de ellos mismos, una cosa de locos. Por lo tanto, tenemos que dar 300.000 euros al club del que venía el futbolista anteriormente. ¿Qué ocurre? Que si a ese millón que nosotros hemos sacado, 200.000 euros más de lo que habíamos pagado por él, le restamos todo lo que os he estado explicando, nos da que perdemos 150.000 euros. Vendiendo por 200.000 euros más», finalizó Espinar.
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