Un entrenamiento en blanco para el Real Valladolid

Un entrenamiento duro, exigente, eso no cambió, pero sin duda diferente. A la plantilla le cayó la nevada en plena sesión de entrenamiento. El césped se fue tiñendo poco a poco hasta los campos de los Anexos quedaron cubiertos de blanco. Y como es lógico, las redes sociales inmortalizaron la sesión. «¡Ni la nieve nos para!», era el mensaje, acompañado de imágenes mientras se ejercitaban los jugadores. Algunos más acostumbrados que otros, como Larin. El canadiense se va adaptando cada vez más a la ciudad y la nieve también ayuda.

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Continuaron con el trabajo pero al final hubo espacio para las bromas en la que no podía faltar esa guerra de bolas de nieve, y los muñecos, porque a pesar de la trascendencia del encuentro del domingo frente al Celta de Vigo, el humor no está reñido con la concentración. Y eso ayuda a crear buen ambiente.