La semana ha comenzado con fuerza para el Real Valladolid en los Campos Anexos. Después del largo fin de semana de descanso, la plantilla blanquivioleta volvió al trabajo con las baterías muy cargadas y ganas de dar la campanada en Mendizorroza el próximo viernes ante ... el Deportivo Alavés (21 horas). «Vamos a ganar, vamos a ganar», dijo un enérgico Pezzolano mientras subía al campo de entrenamiento y tras atender la petición de selfis de los aficionados presentes, que se prodigaron en ánimos hacia el entrenador y los jugadores tras la salida del vestuario.
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La presencia de Javi Sánchez con el resto del grupo durante gran parte de la sesión sirvió también para galvanizar los ánimos. El central madrileño ya está recuperado de la lesión en el sóleo que sufrió tras la tercera jornada de Liga. Su vuelta no sólo añadirá efectivos al eje de una zaga carcomida por las lesiones sino que aportará liderazgo y veteranía en una situación de crisis de resultados para el equipo. Con Cenk Özkacar aún en la enfermería, Javi Sánchez puede saltar de la lista de lesionados a la titularidad si Pezzolano así lo considera. El central trabajó durante buena parte del trabajo con el grupo sin problemas y se retiró minutos antes de que concluyese la sesión, según el plan previsto.
El mismo vigor que Pezzolano transmitió a los aficionados presentes al inicio de la sesión quedó patente con los jugadores en el verde. «Gente, con esta energía nosotros ganamos. Síganle metiendo energía. Con esta energía ganamos. Métanselo en la cabeza. Energía, energía, energía, energía. Ya estamos jugando el partido del viernes. El viernes ya es tarde. Ya estamos jugando ahora», arengó el técnico uruguayo a la plantilla sobre el césped de los Anexos.
Previamente, Paulo Pezzolano había mantenido una charla individual con Marcos André. Este tipo de reuniones personalizadas resultan habituales intramuros, pero en algunas ocasiones suceden a la vista de prensa y aficionados en las escasas sesiones a puerta abierta. Con un tono pausado, el entrenador trató de ajustar algunos conceptos del ataque con el futbolista brasileño, que permaneció muy concentrado durante toda la charla.
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Una torcedura de tobillo de Iván Sánchez al inicio del trabajo con balón en el campo 3 de los Anexos no tuvo mayores consecuencias y el centrocampista pudo continuar con el resto de los futbolistas presentes. En la sesión no estuvieron los internacionales Raúl Moro, Karl Hein, Darwin Machis y Eray Cömert, ni los lesionados César de la Hoz y el mencionado Cenk Özkacar.
Pezzolano hizo hincapié durante el entrenamiento en la necesidad de encontrar espacios en ataque y a ello enfocó el primero de los ejercicios, donde explicó a los futbolistas la necesidad de trabajar bien el pase entre líneas, con una postura bien perfilada para evitar problemas y ganar ventajas. Sortear la presión del Alavés buscando «espacios lejanos» fue uno de los primeros objetivos genéricos marcados para la semana. Los matices tácticos se irán ajustando en las tres sesiones restantes, aunque ya a puerta cerrada. Pezzolano explicó a la plantilla que, con un buen posicionamiento, resulta más fácil mirar más hacia arriba en busca de espacios en segunda línea por arriba y por abajo.
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Esa idea de permanecer «bien posicionados» estuvo presente durante todos los ejercicios colectivos con balón, en los campos 1 y 3 de entrenamiento. «Nos tenemos que posicionar bien y jugar más rápido. Si la tiene Chasco, antes de recibir el balón, yo ya veo lo que pasa y puedo decir 'dámela, Chasco'». El Real Valladolid cuenta con la baja de Lucas Rosa en el lateral izquierdo por acumulación de amarillas y el canterano Raúl Chasco es el recambio natural para suplirle, aunque Pezzolano dispone de otras alternativas que pueden incluir al 'multiusos' Anuar Mohamed en esa demarcación.
El entrenador blanquivioleta demandó también más fluidez en el juego de ataque, con una circulación más veloz del balón y celeridad para ejecutar las jugadas. De hecho, explicó a los futbolistas que muchas veces aparecen espacios entre líneas que se acaban cerrando si los jugadores se demoran. «Si lo veo antes, es más fácil», apuntó Pezzolano en una de las pausas para ajustar conceptos. El técnico no dudó en jalear las buenas acciones con frases de aprobación.
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Las ganas de revertir la crisis que vive el equipo (con tres derrotas consecutivas y sin ganar desde la primera jornada) resultan evidentes y ahí se encauzan todos los esfuerzos. Bruno Mazziotti, gerente global de fútbol del Real Valladolid, permaneció atento a las evoluciones de la sesión en un discreto segundo plano y tuvo ocasión de intercambiar impresiones con Pezzolano al término del trabajo sobre el césped. El reto de ganar al Alavés en su feudo es el objetivo marcado.
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