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En el plazo de diez días su vida dio un vuelco radical, con su despedida en el campo en el partido ante el Valencia en un extremo (día 18 de mayo) y la detención en su domicilio (día 28) en el otro.
- En veinte ... días ha pasado de despedirse del fútbol entre vítores a dormir dos días en el calabozo, sufrir un juicio paralelo y vivir una auténtica pesadilla en el plano personal. ¿Cómo se afronta a nivel mental?
- Ha sido bastante duro para mi y para mi familia. Después de la despedida y el camino que se me abría por delante en el plano profesional teníamos muchas ilusiones y de repente se presenta en tu casa la policía y te arresta por algo que no has hecho y no tienes nada que ver. Luego hay algo que ha sido muy grave, que es la difamación que ha habido porque en ningún momento he tenido presunción de inocencia. Mucha gente se ha portado bien, pero muchos medios se han comportado de manera sensacionalista y sin ningún rigor.
- Después del shock, ¿cuál es el peor momento?
- Aquí en mi casa cuando viene la policía sí que estuve bastante desubicado porque no sabía qué pasaba y no entendía nada, y tuve un par de momentos malos, pero luego cuando ya me dijeron por qué estaba detenido, he estado bastante tranquilo. Estoy nervioso y no me gusta la situación, evidentemente, pero he estado tranquilo porque sé que soy inocente y no tienen nada contra mí. De hecho, la primera noche aquí en Valladolid me quedo dormido y me despiertan para tomarme las huellas, hacerme las fotos y tomarme el ADN. Y cuando voy a Zaragoza me duermo. Cuando eres inocente y sabes que no has hecho nada, ayuda a llevarlo mejor.
- Hay dos escenarios que a cualquiera le ponen los pelos de punta. Uno, salir esposado de tu propia casa.
- No se entiende este trato conmigo, lógicamente en ese momento no sabes el trato con otros detenidos, y luego ves que a algunos que según la policía están más arriba en la trama salen sin esposar, y yo sí, a otros se les mete el coche en el parking de su casa para que salgan y no les vea nadie esposados por la calle, cuando a mí no a pesar de facilitarles todo.
- Y el segundo dormir en los calabozos, en su caso dos días.
- Conseguí dormir pero pasan muchas cosas por tu cabeza. Se piensa mucho, conociendo todo el circo mediático que se estaba montando y te preguntas qué he hecho yo para estar aquí.
- ¿Vuelve a repasar uno aquel café incriminatorio?
- No le doy muchas vueltas a eso porque no hay nada. Le doy vueltas a cómo estaría mi madre, mi mujer, sobre todo mis abuelos que ya tienen una edad y es un golpe muy duro para ellos. En lo que más pensaba es en la gente que está fuera.
- ¿Duerme solo?
- Hay otra gente en otras celdas pero sí, duermo solo.
- ¿Merecería la pena pasar este trago por encubrir a alguien por esa cantidad?
-No te lo puedo decir porque no estoy encubriendo a nadie. Si lo hiciera lo valoraría, pero como no tengo ni idea de todo esto. Ni por esa ni por ninguna cantidad, no hay necesidad de hacer esas cosas.
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