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Acaba de regresar de una merecidas vacaciones que arrancaron después de que el 2 de septiembre se cerrara el mercado de fichajes, la época más dura en las oficinas de los clubes. Cerrada la tercera plantilla de la era Gómez, el director deportivo del Real ... Valladolid analiza todo lo acontecido en los últimos meses.
-Cuando llegó a Valladolid aseguró que construía un proyecto para ascender en tres años y se consiguió a la primera. El año pasado la salvación se logró con una jornada de antelación. ¿Qué horizonte se propone atravesar esta vez?
-El objetivo es tener los pies en el suelo. Volvemos a ser uno de los presupuestos más bajos y para afianzar el proyecto hay que salvarse.
-Entonces, ¿están en el mismo punto que hace un año?
-Ha habido un crecimiento, pero no bestial. Si echamos la mirada atrás, de cómo estábamos en junio de 2017 a cómo estamos ahora… Todos los años se ha ido a mejor.
-¿Desde el club se pretende no generar expectativas que puedan confundir a plantilla y afición?
-Se intenta ser realista. No ser miedoso ni vender humo diciendo que tenemos que aspirar a Europa. La realidad es que somos el segundo tope salarial más bajo.
-Con ese condicionante, ¿está contento con la plantilla?
-Siempre uno quiere hacer más, pero teniendo en cuenta contra los clubes y los presupuestos que hemos competido, estoy satisfecho.
-El año pasado aseguró que el mercado había sido muy duro. ¿Este lo ha sido menos?
-Lo más difícil ha sido combatir las expectativas sobre un salto enorme de calidad que no podíamos dar porque hemos intentado reforzar la confianza de nuestros jugadores reconociéndoles su trabajo. Luego empezamos por lo que fue nuestro talón de Aquiles reforzando la delantera con Sandro y convenciendo al Villarreal para que viniera Ünal. A partir de ahí tuvimos que pelear otra vez, sabedores de que poseíamos más o menos las mismas armas. El club ha hecho una apuesta fuerte que hay que valorar porque tener a Sandro, Guardiola y Ünal es un esfuerzo económico muy importante.
-Para traer al canario tendrían que trabajar mucho; se le suponen muchas novias.
-Sí pero hay veces que por mi forma de ser me pego todo el año trabajando por un futbolista que a lo mejor llega diez meses después. Reuniones con agentes, contacto con los jugadores… Sandro me gustaba desde hacía mucho, no solo de mi época en Valladolid; sus agentes lo sabían y conseguimos convencerle.
-¿Algún jugador que estaba prácticamente firmado ha terminado escapándose?
-Sí, claro, son situaciones de mercado. Cuando no tienes un gran músculo económico debes intentar convencerles con otra serie de condiciones. Dentro de esa negociación, si se mete un club y le da el triple… Estás muerto. Ocurrió en una demarcación específica y con un club que además juega en Europa.
-De Frutos y Javi Sánchez, igual que Aguado, no han entrado en ninguna convocatoria. ¿Cómo los ve?
-Lo importante es que tengan materia prima y ellos la poseen. Toni y Anuar en Segunda tardaron en entrar siete u ocho semanas. No me preocupa porque ellos están trabajando con ilusión y son honestos.
-Pero es una apuesta fuerte traer a jugadores de Segunda B.
-Sergio trabaja muy muy bien con los jóvenes. No solo aquí sino también en su etapa en el Espanyol con Lucas Vázquez, Asensio, Duarte… Sabe sacarles a todos los mejor.
-Ahí está la oportunidad que le dio a Salisu poniéndolo de inicio en el primer partido de liga.
-El mejor entrenador de cantera es siempre el del primer equipo porque es el que da continuidad al trabajo. Sergio es valiente para poner a los jóvenes y eso me gusta, quizá fue una de las razones por las que lo firmamos. Si hay un jugador joven que está mejor que el veterano, pone al joven.
-Aquí está Andriy Lunin, muy joven y campeón del mundo sub 20. ¿Se percibe presión desde la prensa de Madrid o del entorno del jugador para que tenga minutos?
-Tenemos que tener en cuenta cómo es el aparato mediático, pero es verdad que Lunin es el mejor portero sub 20 del mundo y tiene unas cualidades enormes. Estoy seguro de que cuando juegue lo va a hacer muy bien porque es muy bueno y lo vamos a entrenar. Tiene nivel de sobra para jugar en Primera.
-¿A comienzos de año decía que era momento de que el Real Valladolid definiera qué tipo de club quería ser. ¿Cuál ha sido el resultado de ese análisis?
-A día de hoy, y es una de las razones por las que estoy contento, intentamos que haya talento en las categorías inferiores. Ojeamos por toda España para traer al filial lo que consideramos que es mejor y hemos creado el departamento de Ciencias del Deporte para trabajar con los canteranos que vienen desde pequeñitos. Tenemos que tener talento joven pero solo debemos poner en el primer equipo al que haya tirado la puerta y hay que tener en cuenta que debemos educar. Precisamente, ha habido mucha polémica con el tema de Miguel y creo que lo estamos llevando muy bien. Uno tiene que hacer cosas que parece no comprender pero que sabemos que es lo mejor para el jugador.
-Y ahora llegan sus goles.
Las dos pretemporadas anteriores las hizo con el primer equipo y las primeras vueltas estuvo regular. En esta decidimos asentarlo en el filial y que hiciera como Waldo: tirar la puerta, y está en ese camino. Es difícil de entender a nivel mediático, pero entendemos que era la forma de que progrese y está en el camino adecuado. La clave está en la madurez, en que se asiente y no se le suba a la cabeza, que no viva como un futbolista de un millón de euros sino como una persona humilde, rodeado de su familia.
-El club ha apostado por reducir su límite salarial para pagar todo lo que debía a Hacienda intentado a la vez seguir siendo competitivo. ¿No es un ejercicio muy arriesgado de equilibrismo?
-La Dirección Deportiva debe acatar las decisiones del Consejo de Administración. No puedo quedarme en una esquina lamentándome, sino adaptarme rápido y asumir decisiones durante una parte del verano para reforzar posiciones que quizá pueden ir en detrimento de otra demarcación. Por ejemplo, los esfuerzos que hemos hecho por tener arriba lo que tenemos quizá implican otro tipo de acciones en determinadas posiciones, pero para eso estamos. Se trata de sobrevivir y hacerlo con mentalidad positiva.
-¿Se ha apostado por el futuro en el Promesas?
-Se ha apostado por el talento, empezando desde el banquillo. Nuestra idea era tener una plantilla corta y tirar del filial, de talentos jóvenes que en otra época no vendrían pero ahora sí porque les ofrecemos otro tipo de proyecto. Hemos elevado la exigencia para que cuando se tire de ellos estén al nivel.
-Pero la plantilla no es tan corta como se esperaba.
-No, por las circunstancias. Luismi tendría que haber salido cedido pero sufrió un retraso de un mes en su recuperación y hay jugadores que en una situación de duda han decidido quedarse aunque hubiera sido mejor que hubieran tenido minutos. Luego se da la circunstancia de que hay un 'overbooking' de profesionales que a jóvenes como El Hacen, que tiene nivel de sobra para jugar de Segunda, le han hecho tapón.
-En la Dirección Deportiva, en verano hubo una crisis con la oferta que recibió usted del Levante y la salida de Jesús Sánchez Japón y Ángel Luis Catalina. ¿Cómo ha quedado organizada?
-Lo que he hecho ha sido incrementar el nivel de especialistas por ligas. Hemos fichado técnicos con experiencia en determinados mercados que me interesan mucho como el sudamericano y el centroeuropeo y hemos promocionado a los nuestros. Luego, Andrés Fernández se ha convertido en una persona con peso específico a mi lado, aunque ya lo tenía y esa es una de las razones por las que él también decidió seguir. Yo a lo largo de mi carrera profesional siempre me he dedicado al 'scouting', así que hay cosas que el año pasado no hacía y que me hacen ilusión; entre todos estamos haciendo una buena batida, acompañados por el departamento de Big Data al que le hemos incorporando un área de inteligencia del dato.
-¿Quién es el enlace ahora con la plantilla?
-Siempre he sido yo. Antes y ahora. Hay personas que me ayudan en el día a día y que asumen algunos roles, pero yo nunca he necesitado a ningún intermediario. Tengo una relación muy buena con los jugadores y el cuerpo técnico, soy su jefe y cada vez que considero que tengo que hablar con un jugador lo he hecho directamente. A día de hoy está Andrés Fernández conmigo, nos ha echado una mano Javi Torres… Tenemos en la cabeza hacer una incorporación más.
-¿Hay alguna novedad respecto a su contrato?
-Ninguna. Termina en junio y yo me dedico a hacer mi labor bien y si por lo que sea el club decide que no sea yo, dejarle al que llegue un trabajo hecho. Lo importante ahora es renovar al entrenador porque es el eje sobre el que debe girar el proyecto. Como ya dije, no puedo hacerme una oferta a mí mismo. Tanto yo como todos los técnicos de la Dirección Deportiva cumplimos contrato. Son unas quince o veinte personas y eso es algo que se tiene que tener en cuenta, pero no hay prisa porque son gente honrada, muy trabajadora, humilde y comprometida.
-No le influye en el día a día.
-No. En el Sevilla iba a año a año y también me da libertad, porque si no estás contento te vas (risas). Sí es verdad que hay quince o veinte familias que saben que acabamos contrato y ahora no, pero a lo mejor a partir de enero sí hay que ponerse serio con ese tema.
-Hablaba de Sergio como la clave del proyecto, ¿recibirá pronto una oferta?
-Seguro, antes de diez días habrá avances claros para el acuerdo. En Valencia [el día 31 de agosto el Real Valladolid jugó allí] estuve reunido con su agente intentando darle forma a lo que ellos tienen en la cabeza y ya estuvimos dándole vueltas en el club. Vamos a buscar puntos de acuerdo y de equilibrio.
-¿La salida de Carlos Suárez ha traído cambios en el día a día del club?
-Es como los vestuarios cuando salen jugadores con mucho peso, y Carlos lo tenía porque son muchos años y hay una gran parte de la estructura, empezando por mí, que estamos bastante vinculados. Él me convenció para venir aquí aún teniendo cosas de Primera División, el aprecio y el cariño son enormes y le debo mucho porque es la persona que me trajo aquí, pero es la vida y hay que adaptarse. Matthieu Fenaert viene con una ilusión tremenda y es una persona capacitada.
-¿Considera que esta plantilla es más competitiva que la anterior?
-Sí. Punto por punto, jugador por jugador y demarcación por demarcación. Donde podíamos tener la duda era en el centro de la defensa donde salió Calero y ha entrado un jugador joven que no tenía experiencia en Primera, pero lo está haciendo bien y no tiene nada que envidiarle a jugadores de 35 años. Para nosotros es un paso adelante. Pensamos que la plantilla igual que todo es un poquito mejor que el año pasado y será un poco peor que la del año que viene. Es a lo que tiene que aspirar siempre un director deportivo, a mejorar.
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