La operación Oikos, que el pasado mes de mayo se saldó con la detención de seis personas entre ellas el hasta entonces jugador del Real Valladolid Borja Fernández, ha tenido esta mañana una segunda ronda de arrestos en la que hasta el momento nueve ... personas se encuentran retenidas en dependencias policiales.
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Según informa El País, los detenidos en esta ocasión son el exfutbolista Íñigo López, el expresidente del Huesca Agustín Lasaosa y el jefe de los Servicios Médicos del club oscense Juan Carlos Galindo -que ya fueron arrestados cuando estalló la operación-, a los que se les une ahora el jugador del Zaragoza Pichu Atienza, el exfutbolista y actual entrenador Aritz López Garai, el representante de Íñigo López, Rodrigo Fernández Lovelle; además de Carlos Laguna Monreal, exdirector financiero del Huesca; y Jesús Sanagustín Fernández, administrador único de la constructora Pryobra 2010.
Según este diario, el noveno detenido es el vallisoletano de Laguna Duero Jacobo Sanz Ovejero, que fue meta del primer equipo blanquivioleta de 2005 a 2007 y de 2009 a 2011.
Un comunicado de prensa hecho público esta mañana por la Policía Nacional afirma que esta segunda fase de la operación Oikos parte del análisis de la documentación incautada por los agentes en la primera parte de las investigaciones. En ella «los agentes hallaron varias hojas manuscritas que recogían una operativa de recaudación, reparto, devolución y entrega de fondos para el condicionamiento de un resultado deportivo de la Segunda División de Fútbol de la Liga Española», recoge la nota. Y continúa: «los investigadores han constatado que un club de fútbol desembolsó fondos en metálico a la plantilla de otro equipo tras la victoria de éstos en un partido celebrado en el mes de junio del año 2017, con la finalidad de facilitar su ascenso a la última plaza de Play off de ascenso a la Primera División de Fútbol».
«Para realizar el pago, diferentes personas físicas y jurídicas relacionadas directa e indirectamente con el club, adelantaron diversas cantidades en efectivo para el pago de la prima, generando una deuda en el club con estos 'prestamistas' que fue amortizada en los meses siguientes a su entrega».
Supuestamente, estos pagos habrían sido efectuados desde el Huesca a los jugadores del Reus después de que estos vencieran al Real Valladolid por 2-0 en la penúltima jornada de la liga regular de la temporada 2016-2017, en un encuentro que se disputó el 4 de junio de ese año.
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Esa derrota de los blanquivioletas ante un conjunto catalán que no se jugaba nada permitió que los de El Alcoraz les adelantasen en la tabla y se acabaran clasificando para el 'play off' de ascenso a Primera en la sexta posición, empatado a 60 puntos con el Real Valladolid de Paco Herrera, que acabó séptimo.
Cabe recordar que todos los jugadores y exjugadores detenidos en la jornada de hoy, excepto Jacobo Sanz, estaban de alguna forma relacionados con aquel partido.
En la plantilla del Huesca se encontraba por aquel entonces Íñigo López y en la del Reus tanto Pichu Atienza como Aritz López Garai, que se retiró del fútbol un año después y ahora es entrenador.
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Jacobo, del que se desconoce su supuesta implicación en la posible trama de amaño de partidos que investiga la Oikos y que actualmente ejerce de preparador de porteros del Qadsia Sporting Club de Kuwait, se retiró del fútbol en 2015 después de salir del Real Valladolid en 2011 al Asteras Tripolis griego y jugar más tarde en el PAOK de Salónica, el Tenerife y el Koper esloveno.
Las investigaciones se han declarados secretas.
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