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Los detalles de la abultada derrota del Real Valladolid ante el Atlético

El Pucela mostró dos caras bien distintas en las que dejó patente sus debilidades y sacó a relucir su orgullo para acercarse al empate tras los tres primeros goles rojiblancos

Chencho Alonso

Lunes, 1 de mayo 2023, 19:34

El 2-5 que reflejaba el marcador del José Zorrilla al término del choque no hacía justicia a lo que vimos sobre el césped. Al menos, no reparte los méritos según se merecieron. Con una parte claramente para cada equipo, el Real Valladolid se demostró ... a sí mismo que podía mirarle a los ojos a un súper equipo. Antes del minuto 40 el partido parecía sentenciado con el cero a tres, mezcla de un Atleti que explotaba sus mejores virtudes y un equipo local timorato y volviendo a lucir errores groseros individuales. Los de Simeone jugaban con comodidad cerca del área de Masip y reventaban la línea de cinco colocada por Pezzolano con rupturas al espacio imposibles de contener. Más aún con lanzadores como Lemar, De Paul y un superlativo Antoine Griezmann que encontraba siempre donde recibir sin oposición. Así llegaron el primer gol, de Molina y el tercero, de Morata. Entre medias, Giménez hacía el segundo rematando una falta lateral a la que Masip salió sin la contundencia que la jugada exigía. Alguno en la grada amagó con marcharse, pero el gol de Larin de penalti le amarró a su asiento. Y acertó. En la segunda parte el Real Valladolid demostró orgullo y jugó al fútbol con pasión. Esto, unido al paso atrás que dio el equipo de Simeone inclinó el campo hacia la portería de Grbic. Tanto, que el Real Valladolid rozó la igualada con un gol anulado y un cabezazo de Sergio León que lamió el larguero. Fundidos por el esfuerzo, el Atleti mató el partido en dos contras con las piernas frescas de Correa y Memphis.

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El Atleti rompiendo al espacio

Es uno de los mejores equipos de Europa detectando el momento y el espacio que atacar. Ayer, sin Marcos Llorente que es el gran especialista, el encargado principal fue Nahuel Molina. El lateral derecho, campeón del mundo con Argentina, abrió el marcador de esta forma. Los rojiblancos movían el balón de un lado a otro hasta que uno de los puntas atrajo la atención de El Yamiq, momento exacto en el que Molina aprovechó para ocupar ese espacio y presentarse mano a mano con Masip. El balón de Giménez recorrió todo el campo para llegar al pie del argentino en el momento exacto. En la segunda mitad también vimos otra jugada similar con Molina dando el pase atrás para el remate de Griezmann.

Morata también aprovechó la calidad de sus pasadores para dar sentido a sus desmarques. Así llegó su gol, el tercero tras una gran jugada con Griezmann y la ocasión que Hongla sacó bajo palos tras el pase de Hermoso. El Real Valladolid no supo contener el principal caudal ofensivo del Atleti y sus lanzadores en el centro del campo tuvieron muchas facilidades en la primera mitad

Cambios que mejoran al equipo

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La entrada de Iván Sánchez y, sobre todo, de Sergio Escudero y Sergio León dieron otro aire al equipo. Iván Fresneda, que mostró signos de agotamiento, se vio limitado teniendo que jugar a pierna cambiada y la entrada del lateral vallisoletano acercó al Pucela al remate. Pezzolano dejó toda la banda para las entradas de un Escudero que brilla en ese contexto ofensivo por su facilidad para el envío al área. Marcó el 2-3 en un remate de cabeza a la salida de un córner. Iván Sánchez desbordaba por la derecha, tanto que Simeone dio entrada a Saúl por un Carrasco que sufría en defensa. Para abordar todos estos balones que llegaban al área de Grbic desde los costados apareció Sergio León para acompañar a Larin. La actitud del '7' resultó espléndida y estuvo a punto de tener premio con un remate de cabeza tras un maravilloso centro de Escudero. El larguero lo impidió. Al contrario de lo que sucedió en Mestalla, los jugadores que entraron desde el banquillo impulsaron todavía más la reacción blanquivioleta e hicieron que la grada soñara con la igualada.

Hongla a presionar más arriba

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No solo hubo cambio de nombres en la segunda parte, también de dibujo y forma de jugar. Es cierto que el propio Atlético dio un paso atrás tras el descanso lo que generó que el Real Valladolid tuviera más la pelota en campo rival. El Atleti de Simeone está cómodo defendiendo sus ventajas. Pezzolano intervino para sacar a Hongla de entre los dos centrales y lo acercó a Griezmann. El francés ya no jugó tan cómodo y tuvo más dificultades para recibir y lanzar ataques. El camerunés permite que el dibujo tenga esa versatilidad y el equipo pueda defender con tres centrales o con dos y ubicarse más arriba. El equipo modificó su esquema y pasó a jugar con un 4-4-2 en el que Iván Sánchez ocupaba el extremo derecho y Aguado era el 'falso' extremo izquierdo. El '6' blanquivioleta se movía desde fuera hacia dentro para que Escudero pudiera subir pegado a la cal. Con Sergio León inquietando a los centrales, Larin se dio un respiro para jugar más cerca de la pelota y menos al espacio donde había estado rompiendo durante toda la primera mitad. Las modificaciones del técnico uruguayo resultaron eficaces y acercaron al Pucela a su mejor versión mezclando buen fútbol y un carácter muy ambicioso.

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