Bruno Mazziotti, gerente global de fútbol en el Real Valladolid

«El deseo de Ronaldo no es vender, pero si lo hace será bueno para el club»

-¿Qué modificó tras su llegada en febrero para que el equipo cambiase tanto y acabase logrando el ascenso directo?

-Yo llegué para aportar conocimiento. He tenido la suerte de trabajar en clubes de la 'Premier League' o de alto presupuesto como el PSG, pero además ya conocía el Real Valladolid. Había estado aquí en 2021 como responsable del Área de Salud y Performance, un departamento que aportó mucho en aquel ascenso. Conocía la cultura del club y el perfil de trabajo de Pezzolano, con el que había coincidido en Cruzeiro. Me sentía preparado para asumir este rol. Todo me hacía pensar que podíamos sacar adelante una situación compleja. Gracias a Dios, se concretó.

-¿Le hizo sugerencias tácticas a Pezzolano?

-Es una buena pregunta porque además de mi formación en el área de Salud y Performance, tengo una formación como entrenador. Esto me da la posibilidad de hablar específicamente de fútbol. En el primer momento hicimos un análisis de cómo mejorar nuestro proceso de comunicación y dónde existían errores. Más que nada, se trataba de echar una mano a Domingo Catoira, que es la persona que tiene el total liderazgo deportivo y en el que tengo una confianza tremenda. Domingo también conocía la realidad del club y del fútbol español. Me siento muy cómodo con él. En todas las charlas que involucraban logística, fútbol, conversaciones tácticas con Pezzolano o Domingo, yo aportaba mi opinión. Y también conocía lo que pensaba el entrenador cuando teníamos que tomar una decisión para ir todos en la misma dirección. Eso fue fundamental.

-Muchos entrenadores no solían admitir en el pasado lo que consideraban injerencias, pero ahora los clubes funcionan de otra manera, con múltiples opiniones en todos los ámbitos.

-Pezzolano lo acepta bien. Es un entrenador moderno. El fútbol cambia mucho y los clubes tienen equipos de trabajo grandes, pero no se trata de número, sino de que la gente esté capacitada. Si el entrenador siente que cuenta con gente preparada para aportar, él está abierto a esta toma de decisiones compartidas. Los entrenadores modernos gestionan todo el 'staff' que hay dentro del club. Nosotros tenemos que dejar una base, un legado, al Real Valladolid si mañana hay otro técnico para que el club siga existiendo de una manera sólida.

-¿Cómo afronta el gerente global de fútbol del grupo de Ronaldo en el Real Valladolid el hecho de que el club esté en venta?

-De manera tranquila. Y siempre mirando las cosas concretas. Vamos a intentar entender el contexto. El Real Valladolid tiene una dirección administrativa bastante sólida. Si no, no habría propuestas para la compraventa del club. Ronaldo no tiene la necesidad real de vender el Real Valladolid. No es su deseo personal. Como hombre de negocios puede recibir una propuesta buena y mirar todo el contexto. Si es una propuesta sólida, si puede aportar al Real Valladolid como club… Por detrás está su historia como jugador y un legado que siempre ha dicho que quiere dejar aquí, que el club esté mejor que cuando llegó. Si esto no aparece en una propuesta para vender, no tiene sentido para él. Nuestra intención es trabajar con un proyecto a medio y largo plazo.

-¿Esa idea se mantiene? Es lo que usted comentó cuando Ronaldo vendió el Cruzeiro y dijo que el Real Valladolid sería «el próximo». Y ahora acaba de señalar que «no es su deseo personal». ¿Va a vender o no?

-No lo vería de manera tan simple. Pueden surgir propuestas porque es un club sólido. Esto no pasa sólo con el Real Valladolid. Hay especulaciones en prensa con la venta del Espanyol, del Getafe… Lo que puedo garantizar ahora a la afición es que cualquier proyecto de venta que pueda aceptar será para aportar al club, no sólo a su dueño. Es un deseo personal de Ronaldo. Las direcciones deportiva y administrativa del club trabajan proyecto a medio y largo plazo. Es lo que pasa con la reforma del estadio. No tiene sentido acometer una obra de urgencia si no estamos mejorando la estructura del club.

-Entonces, es lo mismo que le dijo Ronaldo a usted tras la venta del Cruzeiro.

-Trabajamos de la misma manera, con total estabilidad. El club no ha estado nunca parado, a pesar de los rumores de venta que llevan mucho tiempo. Hay un mensaje de estabilidad a los empleados. Pensamos en el Real Valladolid como un club estable a medio y a largo plazo.

-¿Qué propuestas concretas de venta está manejando Ronaldo? ¿Cómo está el interés de MountainStar Sports Group en adquirir el club o el de los hermanos Fernández Fermoselle por volver?

-No soy la persona indicada para hablar de esto. El hecho de que aparezcan las propuestas, según lo que refleja la prensa, quiere decir que es un club sólido. Inexo hizo una propuesta, pero no se confirmó la venta. Todo esto está sobre la mesa si Ronaldo tuviera un deseo de vender. No quiero confirmar que la venta sea inmediata o no, pero sí existe un deseo de construir un club sólido. Si mañana como negocio tiene sentido para todas las partes, se puede concretar o no. Pero este club tiene un proyecto a medio plazo y nosotros lo estamos construyendo.

-¿Hay alguna posibilidad de que Ronaldo venda ahora sólo una parte de sus acciones?

-Todo puede pasar, pero nunca he tenido una conversación con Ronaldo a este nivel de detalle sobre esto. La decisión de Ronaldo no será pensando sólo en él, sino también en el club.

-Vayamos a su trabajo concreto. ¿Cómo es ahora un día normal para Bruno Mazziotti en el Real Valladolid?

-Con mucho trabajo. Bajo el liderazgo deportivo de Domingo Catoira, miramos cómo está la situación general, con reuniones con las diferentes áreas, interacción con los jugadores que necesitamos, 'meetings' con el área de Salud y Performance, discutimos sobre cómo está preparada la pretemporada, amistosos… Domingo está más con la parte de los fichajes, ya que es la persona que tiene el conocimiento. Yo puedo aportar lo que sea necesario. Hay que coordinar a todos los departamentos. Las reuniones suelen empezar a las ocho de la mañana. Sabemos cuándo llegamos, pero no cuándo salimos. Me siento muy cómodo en la ciudad y en el club.

-¿Le resulta difícil la coordinación de todas las áreas del Real Valladolid?

-Sería difícil para todos si no hubiera gente capacitada, pero aquí hay un modelo de liderazgo compartido. Existe un proceso de acompañamiento en la toma de decisiones, pero cada área tiene su autonomía. Se trata de que haya un alineamiento de todos los departamentos para que los jugadores puedan ofrecer el máximo rendimiento dentro del campo.

-¿Paulo André sigue vinculado al Real Valladolid como director del Área de Estrategia Deportiva?

-Tenía contrato con nosotros y ahora sigue como un consultor del club, por un asunto personal. Es una persona que tiene mucha confianza y que lideró durante mucho tiempo este proyecto. Tiene la confianza de Ronaldo y, por un tema personal, sigue aportando desde Brasil.

-Entiendo, por tanto, que ahora es usted el que está jerárquicamente por encima de todas las áreas….

-Yo diría que hay un modelo más transversal. En la parte deportiva, está Domingo y yo aporto la parte más estratégica. Y Paulo André sigue contribuyendo cuando tenemos necesidad porque conoce el club y el mundo del fútbol. En el día a día nos toca más a mí y a Domingo, además de a directivos como Matthieu Fenaert, el CEO del club, o a Luis García en la parte financiera, entre otros.

-Por lo que explica, usted también interviene en los fichajes.

-Domingo me informa de lo que va pensando. No sólo a mí, también al 'staff' técnico. Hay un condicionamiento para que sea una decisión uniforme. No es una decisión de una sola persona. Por eso me siento feliz de compartirlo con Domingo, una persona con mucho conocimiento y no sólo de los fichajes, sino también de la estrategia para hacerlos, con las ventajas y desventajas de cada club. Es un director muy moderno con un método de compartir los procesos.

-¿Cuándo pueden llegar los fichajes? Hay nombres encima de la mesa como el de Eray Cömert, la vuelta de Martin Hongla, el portero Leo Román…

-La pretemporada es un momento de muchos análisis y decisiones importantes. Sabemos a qué tipo de mercado tenemos que ir, más proactivo. Pensamos en el contexto tenemos delante, el tipo de rivales que tendremos en las primeras jornadas. Es verdad que la situación de Cömert está bastante cercana, prácticamente para cerrarla, pero falta el remate final. Hay jugadores que vuelven, como Amallah, Machís o Kike. No se nos puede olvidar que se ha confirmado la continuidad como futbolistas en propiedad de Raúl Moro o Biuk. Son fichajes también. Sabemos que debemos mejorar la plantilla, pero no podemos subestimar a los jugadores que ya tenemos. Debemos ser quirúrgicos en este mercado porque no somos precisamente el club con más presupuesto de LaLiga. Pero con trabajo podremos lograr el primer objetivo de la permanencia en Primera.

-¿Ve factible que puedan llegar Leo Román y Hongla?

-No quiero especular. Hay negociaciones con ellos, igual que con otros. No puedo asegurar que vayan a venir finalmente o que no lo vayan a hacer.

-¿Hay un número estipulado de incorporaciones y de jugadores que van a salir?

-Podría decir un número, pero también podría resultar impreciso. Todo está pautado en la necesidad y las posibilidades del mercado. Pero el mercado se abre dos veces al año y debemos sacar ventaja como club para ser efectivos y eficientes con los fichajes.

-¿Tienen ya definido el límite salarial con el que se van a mover?

-LaLiga está por fijarlo definitivamente, pero ya tenemos una idea interna para trabajar con el Área Financiera. Prefiero no decir cifras hasta que la información sea más clara, pero trabajamos con una estimación de realidad. La información se hará pública próximamente. Debemos acelerar el proceso de conocimiento para resolver algunas situaciones.

-¿Cuál es el gran objetivo del Real Valladolid para esta temporada?

-La pasada campaña nos marcamos cuatro. El primero era estar dentro de la zona de 'play-off'. Luego, figurar en la mejor posición dentro de esa zona. A continuación, el ascenso directo. Y, por último, lograr el campeonato. Para este año, el objetivo claro, que puede que no sea el único, pasa por mantener al club en Primera División. El club tiene todas las posibilidades para estar ahí, pero dentro de una realidad posible. Queremos tener capacidad interna para afrontar una liga con una exigencia física muy alta y también de calidad. Debemos conocer nuestras posibilidades. Un segundo objetivo será mejorar nuestra posición en Primera.

-¿Qué sucederá con la identidad del equipo? Pezzolano ha manifestado su deseo de hacer un juego más vistoso, pero ese reto parece complicado en la élite…

-Pezzolano es ahora un entrenador más experimentado en el fútbol español. Siempre ha sido un técnico con un planteamiento de mucha intensidad, mucha presión y proponer en el juego. Pero hay diferencias entre juego bonito y juego efectivo. Nos gustaría jugar bonito, es lo que la afición merece, pero si no podemos hacerlo, debemos ser eficientes y jugar bien. Este es el análisis que debemos efectuar con la plantilla que vamos a tener y los rivales a los que nos mediremos, cada uno con sus características. Cada partido será una pequeña competición y debemos saber afrontarlo.

-¿Se puede reconducir la relación entre Pezzolano y la afición? El divorcio siguió tras el ascenso y en Primera el equipo no va a ganar tanto…

-Muchas veces reflexiono sobre esta última temporada, en la que logramos el objetivo de ascender a Primera, donde merecen estar club y afición. La situación ha sido rara. Yo no estoy aquí para condenar a unos u a otros. La relación con la afición es un patrimonio del club y queremos que sea así. La afición debe entender que contamos con gente preparada para conducir el club, también en las decisiones más duras. Como sucede entre padres e hijos, hay que entender cuál es el mejor camino. No es queramos educar a la afición, pero sí mostrar que tenemos la capacidad para ser una entidad que esté siempre en Primera. Para mí, sería muy importante tener a la afición a nuestro lado. Eso marca muchísimo la diferencia. No sólo el equipo nota favorablemente la energía de la grada: también los rivales de manera desfavorable. No queremos que institución y afición permanezcamos alejados. Nuestro deseo es que estemos juntos y que haya ánimos durante los partidos. Y si tiene que haber presión porque no estamos bien, que la haya también. Es una realidad que perderemos más que ganaremos. No se trata de pensar en pequeño, sino de ir logrando objetivos. Y cada paso que demos en Primera, seremos un club más fuerte.

-¿Qué opina de la demora de la llegada de la ropa deportiva de Kappa para esta pretemporada? ¿Le parece normal en un club profesional?

-Nosotros lo tratamos de manera clara: hemos comunicado que ha habido un retraso. Kappa tampoco quería que pasase. Sucedió por un problema de logística. Hay cosas que no controlamos y tal vez Kappa tampoco. Emitimos un comunicado para que la gente que vaya al primer entrenamiento lo sepa. Kappa está pendiente de solucionar la situación y nosotros tenemos la garantía de que tendremos el material en el menor tiempo posible. Hay tranquilidad. No sólo le pasa al Real Valladolid ni a Kappa. Lo he visto en otros clubes y con marcas importantes. No queremos que haya un lío por esto.

-¿Hasta cuándo se ve usted trabajando en el Real Valladolid?

-Me reafirmo en lo que dije antes. Me veo en un proyecto a medio-largo plazo. Me siento cómodo en la ciudad. Mi familia está a gusto aquí. Veo una potencia increíble en este club para hacer bien las cosas, dentro de su 'tempo', porque muchas veces la naturaleza no salta, camina. He experimentado otras realidades en la 'Premier League' o clubes que han peleado por la final de la 'Champions', pero me siento muy contento acá, por todo el desafío que hay, a pesar de los problemas que podamos tener. Veo gente capacitada y con mucha energía. Yo seguiré aquí hasta que quieran que me quede.