Marcos André busca el remate en el Atlético de Madrid-Real Valladolid de la pasada jornada J. Barbancho-reuters
Real Valladolid

Con dos delanteros se puntúa más

El Real Valladolid ha logrado siete puntos cuando ha comenzado con un esquema 4-4-2 y solo tres cuando ha planteado un 4-2-3-1

Arturo Posada

Valladolid

Miércoles, 9 de diciembre 2020, 07:33

El Real Valladolid saca más réditos cuando comienza los partidos con dos delanteros en el once que cuando comparece de inicio con un solo atacante en punta. Aunque el 4-4-2 resultó fallido en sus primeras tentativas, ese esquema está detrás de la reacción ... del equipo blanquivioleta que le permitió sortear la crisis de resultados y juego, con victorias consecutivas ante Athletic, Granada y el empate frente al Levante.

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En la última derrota frente al Atlético de Madrid, Sergio volvió a un 4-2-3-1 que permitió desarrollar un buen juego en la primera parte, pero que acabó siendo estéril cuando llegó el bajón de la segunda mitad. El posterior cambio de patrón ya no tuvo éxito ante un rival muy compacto que se encontraba por delante en el marcador. Con un esquema inicial de 4-4-2, el Pucela ha obtenido siete puntos. Cuando Sergio ha optado por un 4-2-3-1 para saltar al campo únicamente tres puntos han acabado en la mochila blanquivioleta.

En su nueva idea de buscar un Real Valladolid más atrevido, Sergio González comenzó la competición liguera con un dibujo táctico que solo contaba con un delantero. El equipo blanquivioleta salió a jugar con la única referencia en punta de Sergi Guardiola ante la Real Sociedad, el Real Betis y el Celta de Vigo, choques en los que solo pudo obtener dos puntos, merced a los dos empates logrados en Zorrilla frente a donostiarras y gallegos. Guardiola empezó con una asistencia a Míchel Herrero en la primera jornada, pero su producción ofensiva no resultó brillante: dos tiros ante el Betis y cuatro ante el Celta (incluido un gol de penalti). La anemia de puntos en los tres primeros choques no varió la pizarra de Sergio, que únicamente ensayó con otra alternativa, pero sin alterar el esquema: Shon Weissman apareció como titular en Valdebebas ante el Real Madrid y el delantero israelí solo logró pudo ejecutar dos lanzamientos sin éxito. Poca pólvora ante un rival que se llevó la victoria por la mínima con un tanto de Vinícius.

Sergio apostó por jugar con dos delanteros ante el Eibar de José Luis Mendilibar. Marcos André y Sergi Guardiola aparecieron por primera vez juntos en el once, aunque el gol blanquivioleta lo marcó Toni Villa, que jugó partiendo desde la izquierda. Los dos delanteros no estuvieron especialmente punzantes y Guardiola falló un penalti en un partido que acabó en tragedia: el Eibar se llevó los tres puntos con diez jugadores.

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La debacle llevó a Sergio a retornar al 4-2-3-1, con Sergi Guardiola como única referencia ante el Huesca y la presencia de Toni Villa como mediapunta. Ofensivamente, el partido encontró su cauce, con un gol de cabeza del central Bruno González y un penalti sobre Toni Villa que ejecutó Waldo Rubio. Pero la ventaja se evaporó por la inconsistencia defensiva. Y, en los números individuales, Guardiola estuvo oscuro, con solo un disparo a puerta.

En una nueva mutación, Sergio González planteó un 4-4-2 frente al Deportivo Alavés, con otra combinación de delanteros: Guardiola y Weissman. Sin embargo, la expulsión de Nacho Martínez en el minuto 21 alteró rápidamente los planes del técnico, que retiró al punta israelí para recomponer la defensa. El Real Valladolid cayó por 0-2, Guardiola no llegó a tirar a puerta y Marcos André, que entró en la segunda mitad, tampoco encontró los caminos del remate.

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Saltando de dibujo táctico a dibujo táctico, el Real Valladolid compareció en el campo del Villarreal con Shon Weissman como único delantero y Fabián Orellana en la demarcación de mediapunta. El israelí mostró ansiedad en sus aproximaciones al área y no logró conectar dos remates hasta la segunda parte. El equipo blanquivioleta empezó a funcionar con la entrada de Marcos André en el descanso. Aunque el Real Valladolid no pudo evitar la derrota por 2-0, la conversión al 4-4-2 en la segunda parte fue esperanzadora.

El esquema 4-4-2 se consolidó con la victoria ante el Athletic Club, con Marcos André mucho más liberado al jugar junto a Guardiola. El brasileño forzó un penalti y anotó un gol. El Real Valladolid intentó siete disparos, de los que cuatro fueron a puerta.

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El 4-4-2 blanquivioleta permitió tumbar al Granada, con actuaciones estelares de Marcos André (otro gol) y Sergi Guardiola, brillante para abrir huecos en la zaga y dar una asistencia a Óscar Plano en el primer tanto blanquivioleta. El mismo esquema sirvió para soñar con un triunfo que se evaporó ante el Levante, merced al penalti cometido por Joaquín en el tramo final. Sin embargo, en este partido, el Real Valladolid mostró más producción ofensiva, con un total de diez lanzamientos ejecutados, de los que cuatro fueron entre los tres palos, incluido el golazo de Marcos André tras un envío magistral de Óscar Plano.

Más espacios

Marcos André ha encontrado más facilidades para marcar cuando se ha visto acompañado de otro punta arriba, como ha sucedido en los tres partidos que ha anotado goles, en los que apareció en el once junto a Sergi Guardiola. «Sí, claro. Si tienes a otro compañero arriba ayudándote, se juntan las calidades, nos ayudamos el uno al otro e intentamos adaptarnos para sacar lo máximo. Es un poco más fácil. Sí, te ayuda un poco más a la hora de jugar», explicó ayer Marcos André.

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El choque ante el Atlético resultó improductivo por la gran consistencia defensiva del rival. Había un mandato claro de finalizar las jugadas y el Real Valladolid ejecutó hasta 13 lanzamientos, aunque solo tres a puerta. Marcos André apareció de inicio como único delantero ante la baja por lesión de Guardiola. Sergio optó por dejar a Shon Weissman en el banquillo y recuperar el 4-2-3-1.

Marcos André lo notó: «Sabríamos que habría cambio de sistema y que jugaría yo solo. El Atlético de Madrid tiene una defensa increíble. Me puso las cosas muy difíciles porque yo ya estaba acostumbrado a jugar con otro compañero arriba. Con su gran defensa, las cosas nos costaron más de lo normal».

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