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Weissman, Sergio León y Cristo son los tres delanteros del Valladolid. Entre otras cosas porque desde el inicio de la pretemporada Pacheta estableció que el equipo estaba diseñado para jugar con dos puntas. Curiosamente lo mismo que pensaba Sergio la temporada pasada. Sin embargo el ... equipo transmite mejores sensaciones cuando actúa con un solo hombre más adelantado. ¿Dos delanteros? ¿Uno y un segunda punta con llegada? ¿Qué le interesa más al Real Valladolid?
Javier Yepes es de la opinión que mejor con uno y dar mucha presencia a un '10' que llegue desde atrás para soprender en ventaja. La figura de Óscar González, por ejemplo. Una labor que ha hecho Óscar Plano en los partidos ante Real Sociedad B y Leganés. Ante los pepineros no estaba Sergio León, de baja por covid, pero sí lo estaba en Anoeta y aún así Pacheta de pronto optó por alinear solo a Weissman en punta. Y con buen resultado.
El miércoles, durante la transmisión del partido en la web de El Norte, el que fuera técnico del Real Valladolid expresó que «es incomprensible, desde mi punto de vista, que siga jugando con dos puntas y un hombre menos en el centro del campo. Y que Toni siga acorralado en banda.» El laureado entrenador vallisoletano aboga, partido tras partido, por centrar a Toni y ganar con ello un hombre en el centro del campo que facilite la creación y, sobre todo, libere a Óscar Plano para permitir al madrileño pisar más el árrea y aprovechar su gran disparo, su técnica y los huecos que abre Weissman. El israelí atrae mucha atención de los defensores rivales y genera espacios que no se terminan de aprovechar.
«¿Qué hace Pacheta jugando con dos atacantes por el centro cuando el rival está haciendo contigo lo que quiere en el centro del campo?», escribió en otro momento Yepes. Ante la Real Sociedad B y el Leganés el juego del equipo mejoró con el esquema de un punta y un media punta, aunque hay que matizar que los rivales jugaron en un esquema 4-3-3, por lo que el Pucela tenía un hombre más en el centro del campo, lo que acabó siendo una ventaja.
Pacheta piensa de manera distinta. Para el entrenador blanquivioleta lo que es innegociable es que el equipo debe ir al ataque, ser dominador, querer la pelota y buscar siempre el área rival. No le importa conceder ocasiones porque entiende que siendo ambicioso al final se obtienen más réditos. «Prefiero perder un partido por ir a por el segundo gol que empatarlo sabiendo que no has hecho todo lo posible por vencer», señaló horas antes del partido ante el Leganés. Y en esa filosofía al de Salas de los Infantes le cuadran perfectamente los dos delanteros.
Con todo, Pacheta no es un técnico inmovilista, de los que se aferra a una idea y no la suelta. Negocia los sistemas en función de los jugadores. Lo que no hace nunca es adaptar su idea al rival. El Pucela juega para sí mismo y lo que haga el contrario le afecta poco. Por eso empezó la temporada con tres centrales, y lo justificó. Y por eso, cuando comprobó que el sistema implicaba crear un agujero negro en el centro del campo por el que los adversarios hallaban autopistas sin peaje hacia la portería de Roberto, varió el dibujo y pasó al 4-4-2.
Desde el encuentro ante el Alcorcón, el primero en el que se abandonó la línea de tres, los resultados empezaron a llegar y el juego a mejorar. Pero aunque la autopista se había convertido en un camino comarcal, la exposición defensiva a la que se autosomete el equipo con su vocación ofensiva sigue ahí.
Para Javier Yepes ese problema se vio solucionado en Anoeta y ante el Lega por la disposición táctica. Con Plano por dettrás de Weissman hubo muchos menos caminos hacia el marco de Masip. De hecho los de Xabi Alonso y los de Nafti llegaron con peligro con cuentagotas y fueron dominados con solvencia por los de Pacheta. Justo lo que no ocurrió ante el Betis en Copa. Pero no, como puntualiza Yepes, porque el rival fuera mejor -que lo fue-, sino porque había un jugador menos en el centro del campo. Pellegrini solo puso a Borja Iglesias en punta, con Fekir por detrás. Y el francés fue el que volvió loca a la defensa blanquivioleta.
Al final, como suele suceder en el fútbol, jugar con uno o dos delanteros no te asegura ni más ni menos goles. El quid de la cuestión está en disponer del dibujo más adecuado para poder ocupar lo mejor posible los espacios, que no deja de ser el secreto del fútbol. Pacheta piensa que se ocupan mejor con dos delanteros siempre y cuando uno de ellos caiga más a banda para generar espacios. Es lo que hace Sergio León. Yepes es partidario de que esos espacios en banda sean ocupados desde el centro del campo. Ambas ideas son válidas, claro, la clave es que sean lo suficientemente versátiles para adaptarse a cada momento del juego.
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