David Torres, un central creciente en el Real Valladolid

«Siempre hay cosas que mejorar», explica en una comparecencia ante los periodistas. «Justo ha dado la casualidad de que he entrado en el once y hemos logrado siete puntos en tres partidos, pero no creo que sea sólo por mí. Al final es un trabajo de todo el equipo y yo trato de aportar todo lo que puedo», apunta.

David Torres nota cómo cada partido supone un máster avanzado de aprendizaje. Sin prisa pero sin pausa, él trata de demostrar su liderazgo defensivo. El curso pasado aterrizó súbitamente en un vestuario profesional desde el Real Valladolid Promesas y notó «un salto grande» al jugar en Primera División. Entonces, intervino en siete partidos ligueros, tres a las órdenes de José Rojo 'Pacheta' y cuatro bajo la batuta de Paulo Pezzolano, con actuaciones muy solventes saliendo desde el banquillo para cubrir las repentinas bajas que sufrió el equipo durante los partidos en el tramo final del campeonato.

«El año pasado llegué nuevo al vestuario, desde el filial y tras jugar en categorías inferiores. Ese salto a Primera fue grande para mí. Estaba a la expectativa, a recibir consejos… Esta temporada tengo que demostrar ya cómo soy, mi personalidad. Poco a poco me iré soltando para sentirme uno más y demostrar que puedo aportar. Yo afronto ahora los partidos en Segunda de la misma forma que lo hacía en Primera. Ahora vengo de una lesión larga y entrar directamente a la competición me obliga a adaptarme a ese nivel. No lo veo un problema. Se trata de ir adaptándome a la categoría», subraya.

David Torres ha vivido fuera del césped la crisis futbolística que atravesó el equipo, con las tres derrotas consecutivas a las primeras de cambio cuyos ecos aún resuenan en Zorrilla. Ahora, el ambiente se ha sosegado mucho. «Siempre que vienes de una mala racha, las victorias dan un respiro al equipo. Veo a la plantilla muy unida y preparada para lo que viene. Hay muchas ganas de afrontar los siguientes partidos. Las victorias dan un plus de confianza: ayudan a tener más confianza en el equipo, en uno mismo, en el compañero. Nos han venido muy bien. Yo viví la mala racha con mucho sufrimiento. Sentía que no podía ayudar al equipo en los partidos, pero intentaba aportar lo que podía. Animando, hablando con los compañeros… Es lo único que podía hacer».

Torres pasó a ser jugador del primer equipo a todos los efectos este pasado verano y amplió su vinculación contractual con el Real Valladolid hasta 2026 el 28 de julio. Entonces, arrastraba unas pequeñas molestias físicas que se fueron complicando con el paso de los días y que evitaron que estuviese disponible para el inicio del campeonato. «Sí, fue más de lo que todos esperábamos. Yo tenía buenas sensaciones, pero al final fue un poco más de tiempo. Lo importante de las lesiones es recuperarse bien y no tener problemas cuando vuelvas. Eso fue lo que hice».

El retorno de David Torres a la competición llegó el pasado 10 de septiembre en Zorrilla ante el Elche (1-1). En este encuentro, Pezzolano optó por una línea defensiva de cinco jguadores que empezó a dar más confianza al equipo. Torres fue una de las piezas clave en la transformación. «Cuando vienes de una mala racha y la confianza está baja, lo primero es fortalecerse en defensa y sentirnos seguros. Creo que lo logramos con el sistema de tres centrales. Yo soy muy intenso e intento hacer siempre lo máximo posible para ayudar al equipo. Cuando hay una mala racha, siempre hay que buscar algún cambio. Nos vino bien jugar con cinco para sentirnos fuertes. Si no encajas goles o encajas los menos posibles estás más cerca de la victoria».

Con siete puntos de nueve posibles y tras una escalada en la tabla hasta la décima posición, el Real Valladolid recibirá este domingo al Burgos CF (José Zorrilla, 18:30 horas) en un derbi regional «con un plus de intensidad», como apunta Torres. «Es uno de esos partidos que se vive mucho. Nosotros vamos a ir con lo nuestro, con nuestra gente, aquí en casa. Debemos demostrarlo y estamos con muchas ganas de que llegue el día del encuentro».

El divorcio entre la afición blanquivoleta y el equipo se agravó con los malos resultados y el mal fútbol, aunque empieza a coserse con los últimos triunfos. El partido ante el Burgos CF puede servir como galvanizador para recuperar la comunión. «Para nosotros jugar en casa nos tiene que dar un plus de intensidad, de salir con más ganas todavía si cabe. La afición tiene que estar de nuestro lado. No saben lo que pueden llegar a ayudar cuando están con nosotros, así que les pediría que nos apoyen. Nosotros lo vamos a dejar todo dentro del campo», promete David Torres.

Exponente del gran trabajo en la cantera durante los últimos años, el apellido Torres tiene mucho pedigrí blanquivioleta y el nombre de su padre, Javier Torres Gómez, forma parte de la historia del Real Valladolid por derecho propio como excelso lateral derecho del Pucela entre los años 1993 y 2005. Ahora, el actual coordinador de metodología de las categorías inferiores del club blanquivioleta no ahorra consejos para su hijo. Y el propio David también se los pide. «Sí, sí. Yo todavía soy muy joven. Me queda mucho por aprender. Con la carrera que hizo mi padre aquí, todo consejo suyo es bueno». De momento, los aprovecha bien y el joven central vallisoletano sigue con su gran progresión profesional.