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Tres derrotas consecutivas con mala imagen reciente y controvertidas decisiones tácticas han dejado muy herido el proyecto de Paulo Pezzolano en el Real Valladolid. El equipo blanquivioleta cayó a puestos de descenso a Primera RFEF tras perder el pasado viernes en Albacete, el enfado ... de la afición va en aumento y el entrenador está en la cuerda floja. Pezzolano ha vivido estos cuatro partidos lejos del banquillo, debido a la sanción impuesta por el Tribunal Administrativo del Deporte por las declaraciones que efectuó sobre los árbitros el pasado 30 de abril. Este domingo ante el Elche (José Zorrilla, 21 horas) volverá a dirigir al equipo a ras de césped con la presión de conseguir los tres puntos y el objetivo de enderezar un proyecto que amenaza con implosionar. Habrá que comprobar si su presencia en el banquillo sirve de acicate o el equipo sigue desnortado.
Pezzolano se está jugando su crédito (y el puesto) en una categoría a la que no acaba de coger el pulso. La tardía llegada de fichajes clave obliga a utilizar los partidos como banco competitivo de pruebas, pero la sensación dominante es que el entrenador uruguayo aún no ha desentrañado las exigencias de la Segunda División española. Rivales como el Albacete o el Alcorcón (y por supuesto el intratable Real Zaragoza) han sido capaces de imponerse aprovechando las debilidades de los pucelanos y controvertidas decisiones tácticas, como la de utilizar al lateral izquierdo Sergio Escudero por dentro o reubicar a Robert Kenedy arriba en el último compromiso. El director deportivo, Domingo Catoira, recordó el miércoles que el Real Valladolid (y por ende Pezzolano) debe «encontrar el tipo de equipo» que lleve a «las victorias en esta categoría tan compleja y diferente a Primera División». «Debemos ser conscientes de eso y encontrar el patrón de lo que es lo mejor para nosotros, obviamente respetando las capacidades que tenemos y el modelo de club y equipo que queremos ser, pero entendiendo las dificultades que nos presenta la categoría», apuntó Catoira, que evitó contestar a qué sucederá con el técnico si no es capaz de sacar adelante los dos próximos encuentros en Zorrilla ante Elche y Cartagena. «Yo lo que pienso es que vamos a ganar los dos partidos».
El Real Valladolid ya se ha visto en situaciones de derrotas encadenadas durante los últimos años en Segunda. Con José Rojo 'Pacheta' perdió tres partidos seguidos entre las jornadas cuarta y sexta de la campaña 2021-2022 (que acabó con el ascenso directo a Primera) antes de enganchar siete choques sin perder. Luis César Sampedro también acumuló tres derrotas consecutivas en el curso 2017-2018, pero se mantuvo en el cargo hasta ser destituido quince jornadas más tarde. Y Paco Herrera sobrevivió a cinco partidos seguidos perdiendo al inicio de la campaña 2016-2017 antes de reaccionar con cuatro triunfos y dos empates en las seis jornadas siguientes, en una temporada en la que el Real Valladolid se quedó a las puertas del 'play-off'.
El Pucela de Paulo Pezzolano se ha encontrado en este inicio de Liga en Segunda con muchos problemas. Uno de los más acusados es la falta de efectividad arriba. El Real Valladolid tiene vocación ofensiva y aparece en las tablas estadísticas como el tercer equipo de la categoría que más disparos promedia (15,8), sólo por detrás de los también descendidos Elche (17,3) y Espanyol (16,5). Sin embargo, está en la cola de goles anotados, con sólo dos tantos (obra de Cédric y Monchu) que permitieron lograr los tres únicos puntos en la primera jornada ante el Sporting. Desde entonces, el equipo se ha secado arriba y suma ya tres partidos sin marcar.
Los cinco tantos encajados hasta la fecha han resultado dolorosos porque han supuesto las tres derrotas que han enrarecido el ambiente, pero el Sporting ha encajado los mismos goles y aparece en una tranquila séptima posición con seis puntos gracias a que ha marcado el mismo número de dianas. Eldense y Andorra (con seis goles en contra cada uno de ellos) también han sumado seis puntos gracias a su mayor efectividad arriba.
El futuro de Pezzolano está en el alero si el Real Valladolid no logra reaccionar, pero las decisiones de Ronaldo Nazário en la presidencia blanquivioleta han sido inesperadas en las últimas destituciones. A pesar de haber caído por 6-0 en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid, casi nadie esperaba el despido de Pacheta como entrenador después de dos derrotas seguidas en Primera y con el equipo fuera de puestos de descenso a Segunda. También fue una bomba prescindir de Fran Sánchez como director deportivo a once días de iniciar la Liga en Segunda y con la plantilla por conformar para incorporar a Domingo Catoira en ese puesto, siempre con la supervisión de Paulo André Benini, el director del área de estrategia deportiva y responsable futbolístico en la sombra.
Ronaldo tampoco ha cumplido los cánones en situaciones de crisis o de fracasos consumados. El presidente mantuvo a Sergio González contra viento y marea en el banquillo a pesar de la deriva de un Real Valladolid que acabó bajando a Segunda sin lograr una sola victoria en los últimos doce partidos. Fran Sánchez y Paulo Pezzolano fueron confirmados como los pilares del proyecto deportivo tras el descenso blanquivioleta del pasado 4 de junio, aunque casi dos meses más tarde el presidente decidiera destituir a Sánchez por sorpresa. Ahora es Pezzolano el que se encuentra en el alambre. De la versión que muestre el equipo el domingo ante el Elche dependerá que empiece a cerrarse una crisis que tiene al Real Valladolid en puestos de descenso a Primera RFEF o que la situación se agrave todavía más y se plantee nítidamente la necesidad de un cambio de timón en el banquillo.
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