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Con el marcador reflejando un rotundo 0-3, Gerardo Coque conecta el disparo que supuso el comienzo de la gran remontada blanquivioleta que le tuvo a él como gran protagonista. Su formidable exhibición le supuso el fichaje por el Atlético…
Y Coque cogió su fusil y el Real Valladolid empató al Atlético de Madrid

Y Coque cogió su fusil y el Real Valladolid empató al Atlético de Madrid

La vista atrás ·

El triplete del portentoso delantero blanquivioleta cercenó las opciones de victoria de los colchoneros en Zorrilla

jOSÉ mIGUEL oRTEGA

Sábado, 22 de mayo 2021, 07:42

Los duelos entre el Real Valladolid y el Atlético de Madrid tienen mucha historia detrás, especialmente los que terminaron con mejor sabor de boca para los blanquivioletas que para los rojiblancos.

Uno de ellos fue el disputado el 21 de diciembre de 1952 en el viejo y entrañable estadio José Zorrilla, una tarde desapacible con lleno y broncas en las gradas, como solía ser costumbre cuando los equipos madrileños, especialmente el Atleti, visitaban la ciudad del Pisuerga.

Los colchoneros, así apodados porque en la España de la posguerra los colchones se forraban con fundas de listas rojas y blancas, como la camiseta del equipo del Metropolitano, habían ganado dos Ligas seguidas con Helenio Herrera en el banquillo, y aunque H.H. ya se había ido, seguían siendo aspirantes a todo, así que se presentaron en Valladolid con la vitola de gallitos.

Bastaron unos minutos para darse cuenta de que los visitantes no iban de farol, ya que dominaban a placer, creaban ocasiones y marcaron dos goles –uno Carlsson y otro Escudero- a un Saso menos firme que en otras oportunidades, que además tuvo la desgracia de lesionarse antes del final del primer periodo. Le sustituyó Goicolea, que cometió un grave error posibilitando un nuevo tanto de Escudero, con el que se cerraba la primera parte con un aplastante 0-3, que dejaba muy poco margen para la esperanza.

Durante el descanso hubo peleas entre aficionados de uno y otro equipo, intervención de la policía y debate sobre la mala tarde de los porteros locales, echándole la culpa a Iraragorri, el entrenador blanquivioleta, que había apostado por la juventud de su paisano Goicolea, en detrimento de Saso. El portero vasco empezó siendo titular y después le llegó la oportunidad a Saso, lo que motivó que ninguno de los dos se sintiera seguro en el puesto. Nadie, durante el descanso, hablaba del que iba a ser la gran figura del encuentro, con una colosal actuación que obró el milagro de dar la vuelta a tan adverso marcador.

En el segundo tiempo se agigantó la figura de Gerardo Coque, uno de los grandes talentos del fútbol español de entonces, e indiscutible figura del conjunto blanquivioleta, a quien por cierto ya venía siguiendo con interés el Atlético de Madrid. Coque, como todas las estrellas, alternaba las de cal con algunas de arena, pero aquella tarde le soplaron los vientos de la inspiración y le hizo tres goles seguidos al incrédulo Zamora, hijo del mítico Ricardo Zamora, que guardaba la portería atlética aquel día.

Por mucho que mirasen, los hinchas vallisoletanos y madrileños no terminaban de creerse el 3-3 que reflejaba el marcador. El timorato Pucela del primer tiempo se había convertido en un vendaval que el Atleti no podía detener. El milagro del triunfo parecía posible cuando en una contra madrileña, Goicolea volvió a cantar y el extremo Callejo estableció el 3-4 que hundía las esperanzas locales…hasta que en los minutos finales, Domingo marcaba el tanto que cerraba aquella tarde apasionante que empezó con los peores augurios y concluyó con una épica remontada.

Coque, que había debutado con 17 años, llevaba ya siete temporadas con los blanquivioletas en tercera, segunda y primera, y necesitaba un cambio de aires. Aprovechó aquel día para disipar las dudas que sobre su valía pudieran tener los directivos atléticos y, efectivamente, al término de aquella campaña firmó por el Atleti por un millón de pesetas de entonces, que era mucho dinero.

El 'chico del panadero', como llamaban a Gerardo los aficionados que le conocían desde sus tiempos de juvenil en el C.D. Zorrilla, ya había sido internacional estando en el Valladolid y pudo serlo muchas más veces jugando en el Atlético de Madrid, pero en el foro ocurrió lo que ocurrió y Coque tiró por la borda todo su brillante futuro.

No obstante, a los vallisoletanos que tuvieron la suerte de estar en las gradas aquel frío día de diciembre de 1952, siempre les quedará el recuerdo de la que sin duda fue su mejor actuación con los colores blanquivioletas.

Para los amigos de las estadísticas, digamos que además de Coque los protagonistas de aquel formidable partido, con el árbitro Sr. Fombona fueron, por el Atlético de Madrid: Zamora; Tinte, Mencía, Lozano; Hernández, Agustín; Miguel, Ben Barek, Escudero, Carlsson y Callejo, y por el Real Valladolid; Saso (Goicolea); Matito, Mariscal, Losco; Ortega, Lasala; Domingo, Coque, Tini, Lolo y Valdés.

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